El productor de Overwatch ha culpado al CEO de Activision Blizzard, Bobby Kotick, por los problemas que han plagado al juego y el desarrollo de una secuela.
En Twitter, Kennedy dijo que Kotick imponía proyectos al azar al equipo de Overwatch, obligándolos a trabajar horas extras, para luego cancelar esos proyectos. Esto derivó en la pérdida de tiempo para el desarrollo de Overwatch 2, lo que no solamente explica el retraso de la entrega, sino también la escasez de noticias en torno a ella.
Esto sucede después de que Kotick haya declarado para GamesBeat que el descenso en el precio de las acciones de Activision se debía principalmente a los retrasos de Overwatch 2 y Diablo 4. Más que a las acusaciones de acoso sexual y la demanda.
Kotick ha sido objeto de críticas constantes durante su mandato como CEO de Activision. Aunque recientemente las quejas se han centrado en su manejo de las mencionadas acusaciones de acoso sexual.
Incluso, un artículo de Wall Street Journal alega incluso que encubrió deliberadamente varios casos de abuso dentro de la empresa y que una vez amenazó con matar a su asistente.
Muchos empleados de Activision y miembros del público en general han exigido que despidan a Kotick. Ahora se cree que podría dejar la empresa una vez que la adquisición por parte de Microsoft concluya, aunque es probable que reciba una importante remuneración por su salida.
En cuanto a Overwatch 2, el juego se anunció a finales de 2019 y apenas se ha hablado de él desde entonces. Ha habido actualizaciones esporádicas sobre cosas como los nuevos diseños de los personajes. Pero todo apunta a que el juego está sufriendo problemas de desarrollo.
Además de la inexistencia de una fecha de lanzamiento, tampoco se han confirmado las plataformas en las que se lanzará, aunque se cree que al menos llegará a PlayStation 4, Xbox One, PC y Nintendo Switch.
