Llegará un día en que los focos incandescentes (o normales) serán sustituidos por focos LED. Aunque ese día aún no ha llegado, eso no significa que la gente no vaya a empezar a cambiar en algún momento. Una conversación interesante, lo sabemos.
Mira, lo entendemos, no se puede negar que los focos no son el tema de conversación más común. Nosotros pensabamos que no podía ser más aburrido, pero hasta que invertimos en iluminación inteligente para el hogar e hicimos el cambio a los focos inteligentes LED, comprendimos lo increíbles que pueden llegar a ser. No solo proporcionan diferentes configuraciones de iluminación, sino que también son capaces de conectarse a otros dispositivos inteligentes para el hogar, como los mejores altavoces, timbres con video o sensores, para que puedas encenderlas y apagarlas con tu voz, movimiento o detección de luz. Además de esto, también son más sostenibles y mucho más seguras, seguro que no sabías todo eso, ¿verdad?
Pasar de los focos normales a focos inteligentes LED ha sido, en general, una experiencia muy reveladora, y por eso hemos pensado en compartir contigo las cinco cosas principales que nos hubiera gustado saber antes de cambiar.
Una de las mayores ventajas de los focos LED es su duración. Gracias a su eficiente gestión térmica, son capaces de eliminar el calor a través de disipadores especiales que ayudan a ralentizar la pérdida de luminosidad. Incluso después de su vida útil, los LED seguirán funcionando durante años, pero no al 100%.
Un LED bien construido y con una buena gestión térmica debería mantener su máximo rendimiento durante unas 50.000 horas. Sin embargo, siempre es mejor desconfiar de los vendedores que hacen declaraciones exageradas sobre la esperanza de vida. Asegúrate de leer las opiniones antes de comprar.
Los focos incandescentes no contienen mercurio, pero las CFL (lámparas fluorescentes compactas) sí. Esto aumenta el riesgo de intoxicación por mercurio si tienen fugas o se rompen.
En cambio, las LED no contienen mercurio. También desprenden comparativamente poco calor, lo que las hace más seguras de manejar si se utilizan durante un tiempo. La ausencia de cristal y piezas frágiles también reduce la probabilidad de rotura, por lo que no tendrás que preocuparte por cristales rotos.
La mayoría de los focos LED son retroadaptables y están diseñados para trabajar con los accesorios de iluminación existentes y ser utilizados como reemplazos directos. Algunas marcas de iluminación, como Philips Hue, comercializan una gran variedad de focos LED, desde GU10 hasta B22. Aunque tienes que prestar especial atención para asegurarte de que no estás comprando el equivocado, aporta mucha libertad a la hora de elegir qué tipo de foco LED te gustaría tener en tu hogar.
Instalar un foco inteligente LED es una excelente (y asequible) opción para ambientar tu hogar. Los focos inteligentes se suelen clasificar por colores, blanco regulable y blanco sintonizable (opciones de blanco brillante y tonos cálidos). Por ejemplo, WiZ y Philips Hue ofrecen las tres categorías, además de proporcionar hasta 16 millones de colores para sus focos a todo color.
Los focos LED son ideales para temperaturas más frías, a diferencia de las CFL. También son extremadamente duraderas y están fabricadas con componentes resistentes, lo que significa que son capaces de soportar condiciones duras. Como los LED son resistentes a los golpes y a las condiciones climáticas extremas, también son una opción perfecta para los sistemas de iluminación exterior.