WhatsApp es considerado por muchos como una red social. Pero la plataforma dista mucho de ser una verdadera red social, en T3 te explicamos por qué.
WhatsApp fue creado en 2009 por Jan Koum y Brian Acton, ambos ex empleados de Yahoo. Adquirida por Facebook en 2014, la aplicación tiene 2 mil millones de usuarios en 180 países.
2 mil millones de usuarios que diariamente nos comunicamos, enviamos imágenes, videos, ligas a sitios web, memes, gifs, stickers, clips de audio e incluso documentos oficiales. Pero ¿Esta interacción convierte a WhatsApp en una red social?
WhatsApp es definido por YourDictionary.com como "un servicio de mensajería instantánea sin publicidad", y por Wikipedia como un "servicio gratuito de mensajería multiplataforma y voz sobre IP (VoIP)", parece fácil llamar a la tecnología simplemente un servicio de mensajería, muy parecido a la situación con Skype, pero vamos a mirar un poco más allá para responder a la pregunta si se trata de un servicio o una red social
En su sitio web, el lema de WhatsApp dice: “Mensajería segura. Simple. Confiable” y también afirma que “detrás de cada decisión de producto está nuestro deseo de permitir que las personas se comuniquen en cualquier parte del mundo sin barreras”. Combinar estas frases con el hecho de que WhatsApp se creó como "una alternativa a los SMS", parecería que la función es realmente solo para permitir que los usuarios se comuniquen.
Para entender mejor cómo se catalogan las plataformas que permiten comunicación e interacción entre los usuarios, veamos primero los elementos que hacen de una plataforma de comunicación, una red social.
La Universidad de Illinois en Estados Unidos es la precursora y de alguna manera creadora de las redes sociales con su sistema PLATON, creado en 1960 como una red de comunicaciones entre investigadores y académicos define estas plataformas como "una tecnología informática que facilita el intercambio de ideas, pensamientos e información a través de redes y comunidades virtuales. Las redes sociales están basadas en Internet y brindan a los usuarios una comunicación electrónica rápida de contenido, como información personal, documentos, videos y fotos. Los usuarios interactúan con las redes sociales a través de una computadora, tableta o teléfono inteligente a través de aplicaciones o software basados en la web".
Para ser consideradas como tales, las redes sociales tienen unas características concretas que determinan su modo de uso y que identificamos en los siguientes puntos:
Estas características a grandes rasgos, componen la "Teoría de los seis grados de separación" que intenta probar que cualquier persona puede estar conectado a cualquier otra persona del planeta a través de una cadena de conocidos que no tiene más de cinco intermediarios (conectando a ambas personas con sólo seis enlaces). La teoría fue inicialmente propuesta en 1930 por el escritor húngaro Frigyes Karinthy en un cuento llamado "Chains" (Cadenas).
Otros de los aspectos técnicos que eliminan a WhatsApp de la categoría de redes sociales son los siguientes:
Y aunque con el paso de tiempo la plataforma ha ido evolucionando y pasó de ser una alternativa al SMS a convertirse en una herramienta que facilita la comunicación y permite a los usuarios enviar y recibir una variedad de contenido, incluidos texto, fotos, videos y documentos, pero esto no hace de WhatsApp una red social porque no le permite al usuario expandir su red social, es decir, sus contactos solo mantener la existente.
Si el círculo social de la persona se expande, se debe básicamente a que el usuario agregó un nuevo número telefónico para contar con esa persona en sus contactos. A diferencia de otras plataformas como Facebook, Twitter o TikTok, el usuario solamente puede compartir información en mensajes bidireccionales o sumando a su contacto a un chat grupal. Nadie fuera de ese círculo puede leer el contenido, opinar sobre él, interactuar con el usuario o solicitar unirse a su red, incluso si éste no conoce a la persona.
Todas estas características están presentes en redes como Facebook, en donde se puede interactuar, discutir (a veces demasiado acaloradamente) sobre diversos temas en publicaciones visibles para todos los usuarios y creados tanto por personas, como por marcas, medios de comunicación e incluso entidades de gobierno.
Esa es la esencia de una red social, el intercambio de contenidos e ideas de manera libre y pública. El perfil del usuario está disponible para su consulta en todo momento por el resto de los usuarios. Incluso si el propietario del perfil decide que la información personal sea restringida, su información básica, como nombre de usuario y fotografía de perfil serán visibles para todos los miembros de la red.
Entonces, ¿Qué pasa con WhatsApp para empresas? me preguntarán.
Si bien permite una interacción entre una marca y una persona, WhatsApp Business es una aplicación separada que está pensada en el propietario de la pequeña empresa como una forma de atención al cliente que va desde atención de quejas, solución de dudas y venta de productos. Bajo esta modalidad, las empresas pueden catalogar sus productos, conectarse con los clientes, crear mensajes automáticos, un perfil comercial con su dirección, descripción, horario de atención, etc., todo en un solo lugar. , con la ventaja añadida de los servicios de atención al cliente para que puedan comunicarse con los clientes que ya utilizan la aplicación WhatsApp pero de nueva cuenta, la interacción con la marca se reduce a cuestiones transaccionales propias del negocio y no a una verdadera interacción entre el contenido, la filosofía o el storytelling de la marca y sus seguidores o detractores.
Ninguna de las características anteriores se cumple con WhatsApp y es estas razones que a pesar de que sin duda es una excelente herramienta de comunicación, no pasa la prueba para ser considerada una red social.
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