Este año el iPhone 14 de Apple, incluyendo todas sus variantes, se envía sin bandeja SIM (al menos, esa es la noticia si vas a comprar uno en Estados Unidos). Si piensas comprar tu iPhone 14, o incluso el iPhone 14 Pro Max, en cualquier otro país, seguirá teniendo esa ranura tan conocida. Es decir, la que hay que abrir con la herramienta especial de Apple (o con un clip/anillo) antes de introducir la tarjeta SIM.
Pero, ¿por qué? ¿Por qué en 2022 todavía tenemos que sacar un pequeño chip impreso de nuestro viejo móvil y colocarlo en el nuevo? Al fin y al cabo, un contrato de telefonía móvil no es más que una suscripción y, como han demostrado las eSIM, puede hacerse de forma digital. Netflix no te envía una tarjeta SIM para ver el contenido, así que ¿por qué necesitas una para los datos del smartphone? Y ya no es como en los tiempos en que todos los números de teléfono se almacenaban en la tarjeta SIM: ahora todo está en la nube.
Los operadores de servicios telefónicos replicarán, obviamente, que es más complicado que una suscripción de streaming, y es justo. Tu número de teléfono tiene que estar vinculado a un dispositivo y eso requiere una verificación para garantizar que eres tú quien lo utiliza.
Te recomendamos: iPhone 14 Pro Max: poder y rendimiento inigualables
Con la mayoría de las grandes redes, cuando se suscribe un nuevo contrato telefónico, la tienda lo pone en el teléfono de forma digital, esencialmente firmando el contrato. Este proceso es lo que conocemos como eSIM, una forma de acceder a la red telefónica sin una SIM física.
Configurar una eSIM no lleva más tiempo que conectar una SIM física, al menos en la tienda. Aunque he oído historias de personas que han esperado más de seis horas para que una eSIM sea transferida entre teléfonos.
Como alguien que prueba smartphones, poder retirar rápidamente tu SIM y ponerla en un nuevo móvil sigue siendo una ventaja, pero sólo porque intercambiar tu eSIM se hace excesivamente complicado. Si puedo cambiar mi aplicación bancaria de un smartphone a otro, seguramente debería también poder cambiar mi SIM.
Tener un smartphone sin bandeja SIM significa menos huecos para que entre la suciedad y un diseño más limpio. La única razón por la que yo, y muchos otros, estamos preocupados por no tener una bandeja SIM es que algunas redes lo dificultan.
Sospecho que las eSIM seguirán ganando popularidad este año y que para cuando llegue el iPhone 15 el año que viene la mayor parte del mundo verá smartphones sin bandeja SIM. Sólo espero que para entonces sea más fácil cambiar la eSIM de un dispositivo a otro.
