UltraRAM está más cerca que nunca de convertirse en la combinación de memoria definitiva para un futuro digital súper eficiente.
La idea detrás de este avance en materia de memoria es combinar la RAM y el almacenamiento flash en una sola capa. No es algo nuevo, ya que se han realizado intentos durante décadas, incluido uno fallido de Intel.
La novedad es que la empresa emergente británica Quinas Technology, con sede en un laboratorio, ha avanzado tanto en sus desarrollos que el respaldo del gobierno del Reino Unido, en 2023, está empezando a dar resultados reales. La cuestión es que esto podría llevar la tecnología de la investigación a unidades a escala que puedan entrar en producción en masa.
Entonces, ¿por qué debería interesarte UltraRAM? Hay varias razones, pero todas ellas conducen a un resultado final: dispositivos más rápidos y eficientes en cuanto al consumo de energía. O, dicho de otro modo, esto podría significar smartphones aún más pequeños que duran más con una sola carga y ofrecen un mejor rendimiento.
Básicamente, UltraRAM combina tiempos de acceso rápidos con energías de conmutación muy bajas. Además, con una vida útil de almacenamiento que se mide en siglos, está diseñado para durar.
Esto podría significar la fusión del almacenamiento y la memoria en una sola capa, lo que también podría reducir los costos de producción. Y eso podría dar lugar a dispositivos más asequibles o a ahorros que permitan a las empresas tecnológicas incluir aún más gadgets en nuestros futuros smartphones, tablets y computadoras.
Al combinar la velocidad de la DRAM con el rendimiento de la memoria flash y eliminar las ineficiencias de ambas, también podría dejar obsoleta la memoria tradicional.
Por supuesto, todavía hay obstáculos en el camino antes de que empecemos a ver UltraRAM en nuestros dispositivos. Uno de ellos es la capacidad de obtener grandes rendimientos de forma constante, por debajo de la marca de los diez nanómetros.
Esto fue parte del problema del intento de Intel con su tecnología Optane, que finalmente fracasó porque no se adoptó ampliamente y los costos de producción eran demasiado altos.
El inventor de esta tecnología, el profesor Manus Hayne, afirma: "No hay duda de que nos espera un gran reto. Pero si no creyéramos que hay perspectivas de una amplia adopción, no lo perseguiríamos como una posibilidad comercial". Sin duda, son tiempos emocionantes.