Cuando se trata de un ecosistema tecnológico completo, pocos lo hacen como Apple. Claro que podrías usar una MacBook, o un iPhone, y que funcionara bien. Puede que te guste especialmente el Apple Watch, o que el iPad te resulte más fácil de manejar.
Pero cuando los combinas, se produce la verdadera magia. Todos los dispositivos se alimentan mutuamente, y algunas funciones inteligentes facilitan la realización de tareas cotidianas en todos ellos. En pocas palabras, simplemente funciona.
Una de las piedras angulares del ecosistema de Apple es AirDrop. Funciona como una plataforma de intercambio entre dispositivos, que te permite seleccionar un archivo en un dispositivo y "soltarlo" en otro.
En la práctica, es realmente útil. Puedes tomar un archivo de tus correos electrónicos en la laptop y guardarlo en tu smartphone para acceder a él fácilmente. O firma un documento en tu tablet y envíalo a tu laptop para devolverlo.
Está claro que la popularidad de AirDrop no ha pasado desapercibida. Hace un par de años, Google presentó Nearby Share, su propia versión del concepto. Al principio, funcionaba con Chromebooks. Luego, los smartphones Android también lo incorporaron. Ahora existe una versión beta de Nearby Share para Windows, que permite a los usuarios compartir entre sus dispositivos Android y los PC tradicionales basados en Windows.
Básicamente, permite la misma funcionalidad que los usuarios del ecosistema Apple. Basta con seleccionar una foto, un video u otro archivo en un dispositivo, pulsar Compartir y seleccionar la opción Compartir cerca. Aparecerá una lista de dispositivos cercanos a los que puedes pasar el archivo.
Es una función genial para los que quieren utilizar un ecosistema que no sea el de Apple. AirDrop tiene mucho impacto en la fluidez de las tareas cotidianas, y es incomparable. Obtener esa funcionalidad en Android y Windows debe verse como lo que es: una mejora totalmente extraordinaria, que hace que todo el paquete sea mucho más atractivo.