Una adolescente mexicana desarrolló una app para ayudar a comunicarse a su hermana que padece sordera. La aplicación tiene un potencial de uso enorme entre personas con deficiencias auditivas
Estrella Salazar, es una adolescente genio, con tan solo 17 años se inspiró en su hermana para desarrollar una aplicación para ayudar a las personas que padecen sordera y con problemas de audición a comunicarse más fácilmente.
Perla, la hermana mayor de Estrella, nació con un raro trastorno que afecta la movilidad y la audición, llamado síndrome MERRF. La joven de 25 años se sometió a cerca de una docena de cirugías seguidas de años de fisioterapia, y una escuela de lenguaje de señas le dijo que no podría aprender a señas debido a su condición.
Estrella, cuyos logros académicos le permitieron graduarse tres años antes de la escuela secundaria, dijo que, después de ver la discriminación que enfrentaba Perla, se preguntó: "¿Qué estoy haciendo para ayudar a mi hermana?".
El año pasado, comenzó a desarrollar una aplicación para conectar a hablantes de lenguaje de señas mexicano (LSM) con usuarios oyentes, lo que permite a las personas pasar del lenguaje de señas a texto o voz, y viceversa.
Se estima que 4.6 millones de mexicanos son sordos o tienen problemas de audición, según datos del INEGI. Existe una escasez crónica de intérpretes certificados de LSM, aunque muchos mexicanos actúan como intérpretes no oficiales para familiares sordos o con dificultades auditivas.
Estrella formó una comunidad de casi 90 participantes, incluidos hablantes nativos e intérpretes, para desarrollar la aplicación, llamada Hands with Voice, que espera lanzar este año. En los últimos meses, la familia ha comenzado a aprender señas a medida que la movilidad de Perla ha mejorado.
"Estoy orgullosa de mi hermana", dijo Perla. "Y me ha gustado encontrar una comunidad en el camino".
Además de hacer malabarismos con el desarrollo de aplicaciones y los estudios universitarios en ingeniería biotecnológica, la adolescente mexicana da clases de ciencias cerca de su casa en el municipio de Nezahualcóyotl.
"Creo que es hora de cambiar la forma de pensar de la gente para poder crear una cultura en la que, en el futuro, haya muchos niños trabajando en proyectos científicos y tecnológicos". Dijo Estrella.
La madre de Salazar, Leticia Calderón, dijo que el trabajo de Estrella comenzó cuando ambas acudían a las sesiones de terapia de su hermana y se dio cuenta lo rápido que aprendía. Para practicar la conversación por señas de Perla, Leticia le hacía preguntas a su hija sobre lo que estaba aprendiendo en la escuela.
“Yo ponía a Estrella en una silla y desde ahí le decía a su hermana las respuestas de sus exámenes”, dijo la madre de Estrella.
El apetito de Estrella por aprender superó rápidamente lo que podían ofrecer los maestros en Nezahualcóyotl. Cuando cumplió 15 años, la adolescente aprobó los exámenes de preparatoria y estaba ansiosa por comenzar a aplicar sus conocimientos.
Estrella fue una de los 60 jóvenes elegidos para asistir al Programa Internacional del Aire y el Espacio, un campamento de cinco días esta primavera dirigido por un contratista de la NASA en Huntsville, Alabama, sede del Centro Marshall de Vuelos Espaciales.
Para cubrir el costo del campamento de 3 mil 500 dólares, la genio mexicana lanzó una campaña de financiamiento colectivo en su cuenta de Instagram. A semanas para alcanzar su meta, dice que está al 75 % de su objetivo.
Además la joven mexicana prodigio, está en la búsqueda de una universidad en Estados Unidos que le permita continuar su investigación sobre los impactos neurológicos de la COVID-19, tanto durante la infección activa como después de la enfermedad.
“Conozco gente joven, niños, que tienen una forma de pensar que dice: 'No importa de dónde vengo, lo que importa es lo que voy a hacer'”, dijo Estrella.
“Me siento muy orgullosa de ser de aquí, de Nezahualcóyotl, y de ver a los niños aprendiendo y dando todo para lograr lo que quieren hacer”.
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