LG Display está probando un nuevo tipo de tecnología de paneles OLED que podría transformar los televisores del futuro, aunque a corto plazo es probable que se utilice primero en tamaños más pequeños para aplicaciones como las pantallas de los automóviles.
Como parte de una inversión de casi mil millones de dólares en la próxima generación OLED, LG está experimentando con la producción de eLEAP.
Desarrollada en Japón, eLEAP es una forma diferente de fabricar paneles OLED. Es la abreviatura de "litografía positiva ambiental con deposición sin máscara, vida útil extremadamente larga, bajo consumo y alta luminosidad, patrón de cualquier forma". Y aunque el acrónimo es bastante forzado, la tecnología en sí es muy prometedora.
Con eLEAP, los OLED no se fabrican con las finas máscaras metálicas de la producción actual de paneles. En su lugar, se imprimen con un proceso litográfico más preciso que permite mejorar el brillo, la eficiencia energética y la vida útil.
Incluso podría ayudar a erradicar los temidos problemas de quemaduras de las pantallas OLED.
La nueva tecnología fue anunciada en 2022 por Japan Display, que inició su producción a muy pequeña escala en 2024. Según la web especializada The Elec, LG Display tiene intención de probar eLEAP en la producción de paneles RGB en su planta de Corea del Sur.
Esto es importante porque LG cree que puede utilizar su equipo de producción actual con modificaciones relativamente pequeñas.
Según The Elec, si la marca decidiera adoptar este método de producción, las pantallas serían inicialmente de entre 20 y 30 pulgadas y estarían destinadas a nichos de mercado como el infoentretenimiento y los tableros de los automóviles.
LG no es la única empresa que experimenta con eLEAP; The Elec afirma que Samsung también está estudiando la tecnología, y según FlatpanelsHD la empresa china Visionox está avanzando con un método de producción similar sin máscara.
Esperemos que las pruebas sean positivas, porque eLEAP suena muy prometedor. Según Japan Display, ofrece el doble de brillo y el triple de vida útil que la tecnología OLED actual.
Esta mayor vida útil se explica porque consume menos energía y, por lo tanto, genera menos calor, un factor clave en el temido "burn-in" que sigue afectando a los televisores OLED. Todo son ventajas.