Teniendo en cuenta todo el interés que ha despertado la IA generativa en el último año, es fácil olvidar que, de hecho, llevamos utilizándola más de una década. Desde la primera entrega de Siri en 2011, nos hemos acostumbrado a que la IA nos ayude a controlar nuestros dispositivos. Por supuesto, hay un problema, en realidad no es tan avanzada como parece. Tal y como está, el Asistente de Google no es más que algo que aparece en el smartphone cuando pulsamos el botón equivocado.
Ahí es donde entran en juego cosas como ChatGPT. Estos chatbots son mucho más interactivos y competentes en tareas como escribir (gulp), generar imágenes e incluso codificar. Por supuesto, Google tiene su propio equivalente, Google Bard, y tras el lanzamiento de la aplicación ChatGPT en Android, parece que Google va a llevar una actualización seria de su propia IA a los mejores smartphones Android.
Un correo electrónico interno filtrado de la firma, obtenido por Axios, sugiere que la IA compatible con LLM (Large Language Model) llegará primero a la versión móvil del Asistente de Google y luego, presumiblemente, a dispositivos para el hogar inteligente como el Google Nest.
Aunque los detalles son escasos por el momento, si un modelo similar al de Bard se integrara en el Asistente de Google, sin duda lo convertiría en una herramienta mucho más útil. Podrías pedirle a la IA consejos reales en lugar de simples respuestas centradas en datos. Del mismo modo, sería genial si el asistente pudiera abrir o interactuar con aplicaciones basadas en tus comandos de voz, por ejemplo, si le pides que reproduzca "algo a todo volumen", no solo podría abrir Spotify, sino también subir el volumen.
Una cosa que los modelos de IA como Bard ya pueden hacer bastante bien es resumir textos largos. Podrías pedirle al Asistente de Google que te hiciera un resumen de docenas de mensajes de chat de grupo o correos electrónicos no leídos, o incluso que resumiera rápidamente el verdadero significado de los mensajes de voz.
Hasta ahora, los usos prácticos de la IA generativa han sido limitados, pero seguramente su mayor potencial está en los dispositivos que más utilizamos.