La potencia es importante cuando se trata de cargar vehículos eléctricos. Generalmente, cuantos más vatios, más rápido se lleva a cabo la potencialmente aburrida tarea.
Los cargadores públicos más rápidos ofrecen hasta 400 kW, casi 130 veces la potencia que se obtiene de un enchufe de tres clavijas en casa. Es suficiente para llenar las baterías de los vehículos eléctricos más grandes en un tiempo récord. Por ejemplo, un Hyundai Ioniq 5 de larga autonomía, con un cargador de 350 kW, puede pasar del 10% al 80% en unos 18 minutos. Eso equivale a casi 14 millas de autonomía añadida cada cinco minutos.
Por supuesto, si se puede, es mucho más barato y cómodo cargar un vehículo eléctrico en casa. Pero los cargadores domésticos, que utilizan corriente alterna (CA) en lugar de la corriente continua (CC) de los cargadores públicos rápidos, son mucho más lentos. Conseguir una batería llena suele llevar toda la noche.
Los cargadores domésticos más lentos funcionan a 3,2 kW, aunque la mayoría son de 7,4 kW, más o menos la misma potencia que el circuito de la cocina de casa. Estos cargadores cargan por completo un coche como el Ioniq 5 de larga autonomía en unas largas 11 horas.
Sin embargo, existen cargadores domésticos de 22 kW más rápidos. Parecen atractivos y pueden reducir el tiempo de carga a un tercio. Pero, ¿es una falsa idea maximizar la potencia de carga en casa? ¿Deberías comprar uno? Probablemente no, y aquí te explicamos por qué.
En primer lugar, suele ser complicado, y a veces muy caro, obtener 22 kW del suministro eléctrico doméstico. Casi todos los hogares funcionan con electricidad monofásica, pero 22 kW necesitan trifásica. En esencia, se trata de tres fuentes de alimentación estándar en una.
Los 22 kW se han reservado tradicionalmente para aplicaciones comerciales de alto consumo. Si lo quieres en casa, normalmente puedes conseguirlo, y algunas de las viviendas más nuevas lo llevan de serie, pero necesitarás una nueva conexión a la calle o a la subestación, y esto tiene un precio.
Y los problemas no acaban ahí. Una vez que hayas comprado una fuente de alimentación y un cargador caros de 22 kW, puede que te decepcione descubrir que tu coche no carga tan rápido con corriente alterna. Sorprendentemente, pocos vehículos son compatibles con 22 kW de CA. Por ejemplo, el Model S y el Model Y de Tesla sí, pero no el popular Model 3, cuyo máximo es de 11 kW.
La razón es que en los países donde todos los suministros domésticos son trifásicos, la inmensa mayoría son de sólo 11 kW, por lo que ésa es la norma. Una sorprendente excepción a la regla son las últimas versiones del relativamente modesto Renault Zoe, que sí admite 22 kW.
De todas formas, pocos conductores necesitan una carga de 22 kW. Según Octopus Energy, líder en tarifas de recarga de vehículos eléctricos domésticos, sus clientes cargan una media de dos a tres horas por la noche, dos o tres veces por semana. Cuando estos conductores necesitan una carga más rápida, suele ser fuera de casa, en viajes largos. Optar por 22 kW en casa tendría pocas ventajas económicas o de velocidad.
Una mejor opción para algunos hogares podría ser tener tres cargadores de 7,4 kW. Los hogares con varios coches van a ser cada vez más totalmente eléctricos. Puedes cargar tres vehículos a la vez con un suministro doméstico estándar si tienes una entrada lo suficientemente grande. Así se acabarán las discusiones familiares: no habrá súplicas emocionales del tipo "necesito el cargador esta noche" o similares.
Sin embargo, necesitarás lo que la gente de la electricidad llama "gestión de la carga" o "equilibrio dinámico de la carga". Los cargadores deben saber cuánto consumen los demás electrodomésticos de la casa y gestionar la demanda en consecuencia.
Sin esa inteligencia, los vehículos alcanzarán su velocidad máxima y harán explotar el fusible principal al sobrecargar el suministro. Con una gestión adecuada, los coches se controlan y, cuando se apagan los lavaplatos y la secadora, aumenta la potencia disponible para los coches.
Eso no quiere decir que 22 kW no puedan ser buenos para algunos conductores. Por ejemplo, para aquellos con un alto kilometraje diario que realmente necesitan una carga completa todos los días, o para las pequeñas empresas, como los restaurantes, que pueden ofrecer una carga significativa a sus clientes durante la típica comida informal. Sin embargo, la mayoría de la gente tiene que pensárselo mucho antes de gastarse el dinero en una carga trifásica en casa. Es probable que sea tirar mucho dinero.
