Ha sido un verano lleno de lanzamientos de nuevos títulos, con la Switch 2 acaparando toda la atención y dominando nuestra dieta de videojuegos en los últimos meses, pero en la última semana la PS5 Pro por fin ha empezado a contraatacar en serio. Primero, la usamos para acceder a la emocionante beta de Battlefield 6, que nos encantó.
Ahora tenemos una nueva obsesión, en modo cooperativo con amigos: Ready or Not. Este shooter de equipos SWAT extremadamente táctico y brutal lleva tiempo disponible para PC, pero no llegó a las consolas hasta mediados de julio y se nos había pasado hasta hace poco. Ahora, sin embargo, nuestro equipo de juego está totalmente enganchado y aprendiendo nuevas formas de jugar.
Mientras que juegos como Battlefield y Call of Duty: Warzone implican un poco de estrategia, ya que hay que decidir dónde flanquear al otro equipo o presionar para capturar un objetivo, también son muy dinámicos y dan prioridad a los enfrentamientos rápidos y divertidos. Ready or Not, por el contrario, tiene un ritmo muy lento y se centra en asegurarse de no meterse en problemas cada vez que se abre una puerta.
El juego está estructurado como una serie de misiones que hay que llevar a cabo en un equipo de hasta cinco agentes SWAT. Está ambientado en la ciudad ficticia de "Los Suenos", implícitamente en California, y cada misión es un resumen de un delito estereotípico, desde secuestros hasta laboratorios clandestinos de metanfetamina y situaciones con rehenes.
Te infiltras en cada nivel a través de diversas rutas y, cada vez que juegas una misión, te encuentras con sospechosos y civiles en diferentes lugares, armados de forma diferente y con posibles nuevas trampas preparadas para ti. Esto significa que lo importante es explorar con lentitud y cuidado, y comunicarse lo máximo posible para saber dónde está cada uno y qué está haciendo (y viendo).
Para nosotros es un cambio total, y la tensión se refuerza de varias maneras. En primer lugar, puedes morir muy fácilmente, gracias a la IA enemiga, que es bastante astuta (fingiendo rendirse y flanqueando agresivamente, por ejemplo) y causa un daño enorme. En segundo lugar, hay poca información visual en pantalla: no puedes marcar áreas y, si quieres saber a cuál de tus amigos estás mirando, tendrás que ser capaz de leer su insignia o recordar cómo es su equipamiento.
Todo ello hace que el juego requiera mucha más atención, y es una puerta de entrada muy divertida a otro mundo durante cada misión. Además, al menos en PS5 Pro, se ve muy bien durante el juego. En comparación con la configuración más alta de una PC, hay una clara disminución del rendimiento en el modo Performance, pero eso no impide que sea un juego de consola muy entretenido.
La iluminación, en particular, es realmente impresionante, ya que cada escenario tiene un aspecto y una sensación muy distintivos y diferentes. Eso puede significar una noche tormentosa y deprimente en la que los lentes de visión nocturna son imprescindibles, pero también puede ser un día lluvioso o una tarde soleada en la que te deslumbre la luz si miras por la ventana equivocada.
Sin embargo, aún más impresionante es el diseño de sonido, que es de primera categoría. Por ejemplo, mientras recorres una casa que cruje, oirás pasos amortiguados en el piso de arriba, pero tendrás que ignorar las quejas y protestas de los sospechosos a los que ya has dejado esposados a tu paso. Cuando se producen disparos, son casi ensordecedores y contribuyen a la sensación de que hay que evitarlos a menos que sea necesario (como suele ser el caso).
Con el sonido 3D y los avances gráficos como señas de identidad de las ventajas de esta generación de consolas sobre la anterior, Ready or Not es un resumen sorprendentemente bueno de lo que ahora se puede disfrutar en algo como la PS5 Pro. Ya estamos deseando que llegue nuestra próxima sesión y la siguiente misión: nos tiene enganchado.
