Mientras pasamos del invierno a la primavera, el aumento de la temperatura no es lo único que cambia, debido a los receptores en nuestras células, nuestra piel también responde a la mayor exposición al sol y al clima más cálido. Pero, incluso si has perfeccionado tu rutina de skincare para la primavera, es común que la gente se encuentre con una serie de problemas relacionados con la piel cuando se produce un cambio de estación.
Con esto en mente, hemos reunido aquí los siete principales problemas de la piel causadas por el clima de primavera y exactamente cómo combatirlas. Desde quemaduras solares hasta piel seca, hay varias formas en que el clima más cálido puede afectar nuestra piel, pero eso no significa necesariamente que debamos sufrir. Sigue leyendo para descubrir los consejos, tips y recomendaciones sobre cómo protegerte esta temporada.
Con la llegada de la primavera, también aumenta la intensidad de las alergias estacionales. Cuando un alérgeno entra en el organismo, el sistema inmunológico responde atacándolo, como si se tratara de una amenaza bacteriana o vírica. Esto provoca la liberación de histamina, que es la culpable de los conocidos síntomas de la alergia, como estornudos, picor de ojos y piel irritada.
Como el cuerpo intenta combatir los irritantes, la piel puede resecarse y deshidratarse, o incluso provocar brotes. Como primera línea de defensa, toma antihistamínicos sin receta para aliviar los síntomas de la fiebre del heno. Si has desarrollado una erupción a causa de las alergias, aplica cremas anti-picazón para tratar la zona afectada y aliviar la comezón.
Las quemaduras solares son una forma de daño cutáneo causado por la sobreexposición a la radiación ultravioleta (UV) del sol. Cuando la piel se expone en exceso a los rayos UV, puede producir inflamación, enrojecimiento y dolor. La causa principal de las quemaduras solares es la radiación UVB, aunque la radiación UVA también puede provocar daños en la piel, por lo que es importante contar con protección de amplio espectro en el protector solar.
En los días siguientes a la quemadura solar, la piel afectada puede empezar a descamarse mientras las células dañadas se desprenden para que las sustituyan nuevas células cutáneas. Si tienes una quemadura solar, es importante que refresques la piel con una toalla húmeda y fría y te apliques aftersun. Bebe mucha agua para evitar la deshidratación y toma analgésicos para el dolor. Las quemaduras solares también pueden evitarse fácilmente aplicando regularmente un SPF50+.
La primavera es la estación en la que muchas plantas empiezan a florecer, ofreciendo una rica fuente de polen y néctar para los insectos. Esta abundancia de alimento atrae a polinizadores como abejas, mariposas y otros insectos, lo que provoca una mayor actividad de éstos. Además, cuando las plantas y los árboles empiezan a crecer y a producir nuevas hojas, los insectos encuentran más hábitats y fuentes de alimento. Normalmente, el clima más cálido acelera el metabolismo de muchos insectos, haciéndolos más activos y visibles.
Protege tu piel aplicándote de forma regular repelente de insectos, evitando las fragancias que puedan atraerlos y llevando ropa protectora, como camisetas de manga larga, para reducir al mínimo la piel expuesta. Esto es especialmente importante si se pasas mucho tiempo en zonas con árboles o cerca del agua. Aunque pican, la mayoría de los insectos son inofensivos. Son las mordeduras y picaduras de avispones, avispas, abejas y hormigas las que pueden causar reacciones más graves. Ponte una crema medicada en la zona para aliviar la comezón y evita rascarte la piel para prevenir infecciones.
Con la llegada de la primavera, los niveles de humedad pueden aumentar, lo que puede provocar un aumento de la producción de grasa en la piel, obstruyendo potencialmente los poros y contribuyendo a un aumento de los brotes. Con el clima más cálido, la gente puede pasar más tiempo al aire libre realizando actividades físicas. El aumento del sudor, junto con la exposición a los contaminantes ambientales, puede causar una acumulación de aceites, residuos, suciedad y piel muertas que fomentan el acné.
Para combatirlo, utiliza un gel limpiador para eliminar el exceso de grasa sin quitar la hidratación de la piel. Además, incorpora un exfoliante químico suave e hidratante dos veces por semana para dejar la piel libre de contaminantes dañinos y piel muerta.
Las infecciones fúngicas se desarrollan en ambientes cálidos y húmedos. Al subir las temperaturas durante la primavera, la combinación de mayor humedad y aumento de la transpiración crea un ambiente ideal para los hongos. Por ejemplo, el pie de atleta está causado por varios tipos de hongos que pueden afectar a los dedos, las plantas de los pies y las uñas de los pies. Esto se debe a que el calor y la humedad quedan atrapados en los zapatos cuando se usan durante mucho tiempo, lo que crea el entorno ideal para que se desarrollen los hongos. Además, es probable que las personas disfruten más haciendo ejercicio cuando hace calor, ya sea nadando o yendo al gimnasio.
Las zonas comunes como piscinas, vestuarios y gimnasios pueden ser fuentes de contaminación fúngica, por lo que es importante mantener los pies secos y cambiar los calcetines con regularidad. Utiliza polvos o cremas antifúngicas como medidas preventivas, pero si los síntomas continúan o empeoran, habla con tu médico para recibir tratamiento médico.
El cambio a un clima más cálido puede dejar la piel seca y deshidratada. Las variaciones de temperatura y las ocasionales ráfagas de viento pueden alterar la barrera cutánea y eliminar la humedad necesaria de tu piel. La sequedad puede dejar la piel vulnerable, no sólo causando molestias, sino también empeorando las afecciones cutáneas existentes, como el eccema y la psoriasis. La mayor cantidad de polen durante la primavera también puede provocar alergias, causando más enrojecimiento, picor y descamación de la piel.
Si tu piel se reseca, utiliza una crema hidratante ligera. Los ingredientes estrella que debes buscar en tu crema son las ceramidas para reforzar la barrera cutánea, los péptidos para rellenar la piel y la glicerina para hidratarla sin sensación de grasa o pesadez.
El melasma es un problema común de la piel que se caracteriza por manchas oscuras de color café o gris en la cara, el cuello y los brazos. El principal motivo de la aparición del melasma es la radiación ultravioleta (UV) del sol. Esto puede estimular a los melanocitos, que son las células de la piel que producen melanina, a crear más pigmento. Por lo tanto, el melasma se hace más visible cuando empieza a pigmentarse.
Para ayudar a prevenir el melasma, reduce al mínimo la exposición a los rayos UV del sol, usa SPF25+ y ponte un sombrero amplio. Los lentes de sol antimelasma también protegen la piel que rodea los pómulos y las sienes.
