Cuando se trata de mejorar tu salud en general, es prácticamente imposible ver un cambio físico de la noche a la mañana. Puede que quieras reforzar tu sistema inmunitario, mejorar la calidad de su sueño o perder unos kilos de más, pero en cualquier caso tardarás tiempo en ver los resultados.
Dicho esto, todavía hay algunas cosas que podemos aprender a adoptar y que nos ayudarán a acelerar el proceso. Según un estudio reciente publicado por el BMJ, algunos pequeños cambios de estilo de vida pueden añadir hasta cinco años a la esperanza de vida y compensar en un 62% los acortamientos genéticos.
Teniendo esto en cuenta, hablamos con Joanna Dase, entrenadora de Curves. Compartió conmigo cinco pequeños cambios en el estilo de vida que cualquiera puede adoptar y que contribuirán a alargar la vida y a reducir el riesgo de padecer enfermedades. Con más de 30 años de experiencia en el sector del fitness, sus consejos ayudan a establecer hábitos saludables alcanzables y duraderos.
Debido a la mayor elevación, elegir una ruta montañosa en lugar de un camino llano ayuda a aumentar la resistencia durante un paseo diario. Ya sea durante el trayecto al trabajo o en un paseo informal, subir a una pendiente ayuda a poner a prueba el sistema cardiovascular y a quemar más calorías.
Mientras que la salud pulmonar mejora con el tiempo, el riesgo de padecer enfermedades pulmonares y cardíacas crónicas disminuye por un mejor aporte de oxígeno a todo el organismo. El oxígeno es vital para la producción de energía, por lo que también ayudará a combatir los síntomas de cansancio.
Caminar cuesta abajo también puede aportar beneficios al organismo, sobre todo porque entrenas la desaceleración y haces uso de diferentes músculos y articulaciones. Mientras la gente envejece, caminar cuesta abajo es importante, ya que puede ayudar a prevenir lesiones y en general, a tener un mejor estilo de vida.
Los postres pueden añadir entre 300 y 800 calorías a la comida y suelen ser ricos en azúcares refinados y grasas poco saludables. Así que, en lugar de terminar la comida con un postre azucarado, elige una entrada saludable. Puede ser una ensalada pequeña, un plato de sopa o una ración de verduras.
El consumo excesivo de postres procesados como helados, pasteles y galletas se ha relacionado con diversos problemas de salud, como la obesidad, las cardiopatías y la diabetes. Empezar la comida con una entrada nutritiva ayuda a controlar el hambre, por lo que es menos probable que se coma en exceso durante el plato principal. Por supuesto, el postre puede seguir disfrutándose como parte de una dieta equilibrada, pero centrarse en alimentos ricos en nutrientes a lo largo del día es esencial para un estilo de vida mejor.
Las proteínas tienen un mayor efecto térmico que las grasas y los hidratos de carbono, lo que significa que el cuerpo consume más energía para digerirlas. Este mayor gasto energético puede ayudar a aumentar el metabolismo, lo que significa que el cuerpo puede quemar más calorías en reposo. Además, mientras envejecemos, el mantenimiento de la masa muscular es cada vez más importante para la movilidad. Las proteínas ayudan a conservar la masa muscular, reduciendo el riesgo de caídas y fracturas.
Además, una ingesta ideal de proteínas ayuda al sistema inmune a producir más anticuerpos para combatir las infecciones. Da prioridad a comer más proteínas por la mañana, ya que esto puede ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre y prepararte para un estilo de vida más estable.
Dedicar tiempo a una desintoxicación digital, aunque sólo sean 15 minutos al día, puede permitir un restablecimiento mental y un mejor estilo de vida. El exceso de tiempo frente a una pantalla puede provocar una sobrecarga cognitiva, reducir la capacidad de atención y afectar a la calidad del sueño debido a la exposición a la luz azul. Esto también puede aumentar los niveles de estrés, contribuyendo a condiciones de salud como la depresión y la ansiedad.
Durante estos periodos de tiempo, realiza actividades que estimulen la mente, como leer o resolver problemas con rompecabezas, sopas de letras o sudokus. Esto ayudará a mantener la salud cognitiva y a reducir el riesgo de deterioro mental mientras que se envejece.
Es fácil posponer las citas médicas u olvidarse de ellas, pero convertirlas en un hábito constante puede ayudarle a controlar tu salud y a detectar posibles problemas a tiempo.
Las revisiones y pruebas rutinarias pueden identificar factores de riesgo de enfermedades crónicas como la hipertensión, la diabetes y el cáncer antes de que se agraven, por lo que es importante dar prioridad a las revisiones en tu calendario. Las conversaciones periódicas con un profesional de la salud sobre tu estilo de vida pueden darte orientación personalizada para ayudarle a vivir más tiempo, más feliz y más sano.