Para los fanáticos de las plantas, las vacaciones de verano pueden ser una decisión difícil. ¿Vale la pena arriesgarse? ¿Existe la posibilidad de volver a casa con una planta caída e infeliz? La popularidad de las plantas de interior se ha incrementado en los últimos años, al reconocerse cada vez más todos sus beneficios para la salud.
La buena noticia es que se pueden hacer muchas cosas para que tus plantas estén contentas cuando no estás. Tanto si te vas dos días como si te vas dos semanas, te damos los mejores consejos para que tus plantas no sufran y puedas disfrutar de una semana al sol.
Aunque algunas plantas crecen bien bajo la luz solar directa, ésta hace que la tierra se seque más rápido y que necesiten beber más agua. Moverlas a condiciones de luz ligeramente inferior durante un breve periodo de tiempo será mucho mejor que deshidratar su planta.
Consejo profesional: la luz brillante (indirecta) suele encontrarse en lugares orientados al oeste y al este. Los lugares ideales son los marcos de las ventanas, las estanterías o debajo de un toldo.
Si agrupas tus plantas, crearán su propio clima. La transpiración de una planta proporciona humedad a otra, lo que les permite retener más humedad. Elige un lugar de tu casa que reciba luz natural (no luz solar directa) y colócalas una alrededor de la otra. Además, así podrán hacerse compañía mutuamente cuando su planta madre esté ausente, ¿qué más se puede pedir?
Consejo profesional: agrupa plantas que tengan necesidades similares. Por ejemplo, aleja las suculentas y los cactus de las plantas tropicales, ya que todas tienen necesidades diferentes para sobrevivir.
Si vas a estar fuera menos de una semana, basta con regar las plantas antes de subirte al taxi. Sin embargo, déjalas escurrir unos 20 minutos antes de volver a colocarlas en sus platos para evitar que se pudran las raíces. ¿Sabías que el agua de papa también es una buena opción para tus plantas? ¡De locos!
Consejo profesional: mueve las plantas al baño o a la regadera cuando hagas esto para evitar hacer un desastre.
No es tan complicado como parece. Coloca una gran bolsa transparente sobre la planta, lo suficientemente grande como para cubrir las hojas y la maceta por completo. La planta necesita respirar, así que haz un par de hoyos en la bolsa y aléjala de la luz solar directa. La planta soltará agua por las hojas y goteará en la tierra, lista para ser absorbida de nuevo.
Consejo profesional: asegúrate de que las hojas no tocan directamente el plástico, o se pudrirán cuando se forme condensación dentro de la bolsa.
Si vas a salir de casa durante unas semanas, ¿por qué no le pides a un amigo de confianza que venga a ver tus plantas cuando sea necesario? Tu amigo no sólo podrá regarlas, sino también vigilar su estado e intervenir con cualquier otra medida si es necesario.
Consejo profesional: escribe una pequeña guía sobre el cuidado de tus plantas para que tu amigo no tenga que adivinar nada.
Ahora que ya has solucionado el cuidado de tus plantas en vacaciones, puedes estar tranquilo y concentrarte en preocuparte por tu bronceado. ¡Disfruta del viaje!