Si buscas los mejores televisores, es probable que te encuentres con los modelos más raros, y más caros del mercado: el televisor 8K.
Mientras que los televisores 4K se han convertido en algo habitual, el 8K sigue esperando su momento para adornar la mayoría de las salas de estar, incluso los televisores OLED están más extendidos en este momento.
A continuación, entraremos en las razones a favor y en contra de adquirir los mejores televisores 8K, pero principalmente la cuestión se deriva del gran tamaño y el gasto que supone tener la crème de la crème de los televisores.
Nos encanta ir a John Lewis y mirar los televisores ridículamente enormes tanto como a cualquier otra persona, pero para algunos, ver la televisión y las películas con la máxima resolución posible es el objetivo final.
Los fabricantes, desde Samsung hasta LG y TCL, han estado trabajando en la fabricación de televisores 8K más baratos y mejores durante el tiempo suficiente como para que los resultados hayan empezado a llegar a algunos ejemplos de precios más razonables.
Por supuesto, no basta con adquirir un televisor 8K para disfrutar de una gran experiencia: también tendrás que buscar las mejores barras de sonido y asegurarte de que estás suscrito a los mejores servicios de streaming.
Entonces, ¿deberías considerar seriamente un 8K? Echemos un vistazo.
La razón más obvia para querer un televisor 8K es que, bueno, quieres ver contenido en 8K. Si crees que la alta definición y el 4K no son suficientes, la única respuesta real que tienes es dar el paso.
Más adelante hablaremos de los inconvenientes de ver contenidos en 8K (spoiler: simplemente no hay mucho contenido que ver) pero para algunas personas, tener 8.000 píxeles de contenido a gran escala es la elección correcta.
Todos los televisores 8K llevan incorporado un software de escalado, que a menudo utiliza inteligencia artificial, para que el contenido ordinario aparezca de forma natural con la resolución aumentada. Como punto de referencia, se considera que la película de 35 mm está en torno a los 6K y la de 70 mm de IMAX en torno a los 12K, lo que significa que se está en el límite más extremo de la cinematografía.
En términos numéricos brutos, 8K significa 8.000 píxeles de ancho, del mismo modo que 4K significa 4.000 píxeles de ancho. Ahora bien, no se obtendrán exactamente 8.000 píxeles, ya que los fabricantes tienen que meter el mayor número posible de ellos en el espacio disponible del panel.
En su lugar, es probable que obtengas algo así como 7680x4320, que sigue siendo muy respetable y que equivale a casi 33 millones de píxeles. Es seguro que los contenidos se verán muy, muy bien con ese tipo de fidelidad.
Más allá del contenido multimedia, los juegos son la otra vía a explorar si quieres llevar tu televisor 8K al límite absoluto. Tanto la PlayStation 5 como la Xbox Series X son teóricamente compatibles con los juegos en 8K, pero la realidad es un poco menos emocionante.
Sin embargo, como prueba de futuro, adquirir un televisor 8K tiene mucho sentido, dado que los juegos no harán más que aumentar la alta definición a medida que avance la década de 2020.
Por último, una de las razones más importantes literalmente, para adquirir un televisor 8K es que vienen en tamaños enormes, a menudo de 60 o 70 pulgadas y más, lo que significa que cualquiera que quiera un televisor enorme para acompañar la configuración de su sala de estar se fijará automáticamente en el 8K.
Si estas razones te suenan convincentes, las pruebas exhaustivas de T3 Latam descubrieron que el Samsung QN900B es el mejor televisor 8K del mercado para la mayoría de la gente, ya que ofrece unas especificaciones increíbles y una imagen fuera de este mundo.
Bien, ya ha pasado la parte divertida. Ahora pasemos a las verdades.
En primer lugar, un 8K es caro. Estamos hablando de algo muy, muy caro, incluso para una de las opciones más "económicas" que existen.
En nuestras pruebas, descubrimos que el Samsung QN800A es el mejor televisor 8K accesible, ya que combina todo lo que quieres en un paquete bastante bueno, pero incluso eso te costará alrededor de 2.000 libras (49 mil 190 pesos), dependiendo del tipo de ofertas.
(Como referencia, el Samsung QN900A, ganador de un premio T3 Latam, del que ya hemos hablado, tiene un precio que ronda los 4.449 euros (94 mil 314 pesos) para la versión de 65 pulgadas y sube hasta casi 10.000 euros (211 mil 990 pesos) para la de 85 pulgadas).
Puede que esto te haga correr hacia las colinas y no estarías totalmente loco si lo hicieras, pero si no lo hace, el principal inconveniente para tener un televisor 8K ha desaparecido.
Como con cualquier cosa, como con la compra del MacBook Pro de 16 pulgadas o del Samsung Galaxy S22 Ultra, ambos dispositivos caros por derecho propio, tu uso hará que estos precios parezcan razonables o no. Si pasas mucho tiempo viendo películas y televisión bonitas y de alta definición, un televisor 8K puede tener mucho sentido de repente.
Lo que nos lleva al otro inconveniente principal: la falta de contenido en 8K.
Debido a que los televisores 8K son todavía un nicho, no se producen muchas cosas en resolución 8K, especialmente no en los mejores servicios de streaming como Netflix o Apple TV+. BT Sports ha probado algunos contenidos en 8K, pero eso es todo. (Por supuesto, el upscaling consigue parte del camino, pero no es el "verdadero" 8K).
Como hemos mencionado anteriormente, los juegos son el otro caso de uso viable, especialmente si tienes una PS5 o una Xbox Series X, pero incluso ahí la mayoría de los juegos están limitados a 4K, y a veces incluso menos. Sin embargo, ambos tienen soporte HMDI 8K.
Por último, queremos mencionar un aspecto práctico bastante aburrido: las conexiones de banda ancha. Los mejores paquetes de banda ancha suelen estar limitados a velocidades de descarga relativamente bajas, especialmente si no estás dispuesto a pagar más de 50 libras (mil 229 pesos) al mes.
Los archivos de 8K son absolutamente masivos, lo que significa que tu Internet va a ser un desastre. Ah, y si no tienes la conexión HDMI 2.1, tu contenido se limitará automáticamente a 4K. Es un mundo difícil.
Puede que pienses, bueno, ¿qué sentido tiene? El 8K es caro y de alto nivel.
Pero si quieres ver algo realmente impresionante en la comodidad de tu propia sala de estar (o cueva de hombre, como podría ser), nada puede superar a un televisor 8K, aparte quizás de un proyector 4K, pero eso viene con diferentes complicaciones.
Así que eso es todo: compras un televisor 8K porque quieres lo mejor, lo mejor, y no hay nada más que puedas hacer, incluso si cuesta tanto como un coche nuevo razonablemente extravagante. La gente se gasta mucho más dinero en cosas que no pueden transmitir Love Island todos los días.
Quizá esto es lo que le falta a tu salón.
