Llevamos 48 horas usando el Galaxy Watch 8 Classic y cada vez nos gusta más. El diseño y el tacto nos encantan, y apreciamos mucho el conjunto de funciones de salud y bienestar que ofrece el nuevo smartwatch de Samsung.
Probamos la función "Running Coach" y podemos decir que no fue nuestro mejor día, ya que nuestro reloj cree que nuestro objetivo actual es correr 15 km en menos de 1 hora y 42 minutos (podemos correr un medio maratón en menos de ese tiempo).
La nueva función que teníamos curiosidad por probar es el "Índice Antioxidante", que es bastante curiosa. En condiciones normales, para medir los niveles de antioxidantes se suele realizar un análisis de sangre en una clínica o en un centro de salud privado.
Según Internet, esto puede medir la capacidad antioxidante total (TAC) de la sangre o antioxidantes específicos como la vitamina C, la vitamina E o el betacaroteno. Algunas pruebas también evalúan la actividad de las enzimas antioxidantes o buscan signos de estrés oxidativo a través de muestras de orina o saliva.
El Galaxy Watch 8 no hace nada de esto. Es no invasivo, lo que significa que no se insertan sondas bajo la piel. En su lugar, el reloj mide los niveles de antioxidantes mediante la lectura óptica de los carotenoides de la piel a través de sensores de luz LED.
Este método requiere presionar el pulgar, lo que aparta los capilares sanguíneos, sobre el sensor para realizar una breve medición manual. Ofrece una visión general, basada en tendencias, de los hábitos alimenticios, pero ciertamente no es una prueba clínica completa.
Ahora bien, nuestra dieta no es nada del otro mundo, pero siempre nos aseguramos de tomar cinco raciones al día. Comemos un plátano, unos tomates y una manzana al día, además de algunos frutos secos como bocadillo y diversas verduras con las comidas.
A pesar de nuestros esfuerzos por mantener nuestros niveles de antioxidantes en un nivel aceptable, nuestra primera lectura fue "Muy bajo", solo 32 sobre 100 (suponemos). Decir que nos sorprendió es quedarse corto, no esperábamos que fuera 100, pero 32 nos pareció muy bajo.
Buscamos una segunda opinión, así que lo probamos en el pulgar de una esposa de un compañero y su puntuación fue la misma. (Entendemos que no es así como funcionan las cosas, pero queríamos ver si las lecturas eran muy diferentes si se hacían en otra persona).
Ella sugirió que probáramos con otra parte del cuerpo, el dedo gordo del pie, para ver si había alguna diferencia. Una vez más, no es así como se supone que se debe utilizar la función, pero lo hicimos de todos modos. Sin embargo, la lectura siguió siendo la misma (en realidad, bajó a 31).
Decididos a demostrarle al algoritmo que no estamos tan mal de salud como cree, comimos algunas verduras y nos fuimos a dormir. Estabamos deseando ver si había algún cambio en la puntuación a la mañana siguiente, así que hicimos una lectura después del desayuno.
El índice de antioxidantes subió a 41, todavía "muy bajo", ¡pero mejor que ayer! A esto es a lo que llamamos progreso. Por supuesto, nos preguntamos si el algoritmo tardará algún tiempo en estabilizarse y si nuestra puntuación mejorará con el tiempo.
Por otro lado, comer más verduras, frutas y frutos secos no es mala idea, aunque nuestros niveles de antioxidantes sean "adecuados". Es el mismo razonamiento que con el cambio climático: no importa qué cause el calentamiento, cambiar a fuentes de energía renovables no hace daño, en cualquier caso.
Seguimos interesados en mejorar el índice de antioxidantes a través de mejores elecciones alimenticias o ajustes en el algoritmo. Puede que no sea una función de grado médico, por lo que no nos preocupa mucho que el índice sea bajo. Pero se suma al ya impresionante conjunto de funciones de salud gamificadas del Galaxy Watch 8.
Si lo único que hace el índice de antioxidantes es hacer que el nuevo smartwatch de Samsung sea más interesante de usar, estamos totalmente a favor.
