¿No puedes dormir por la noche? Poner en práctica este truco antes de acostarte puede mantenerte organizado, reducir tus niveles de estrés y ayudarte a dormir mejor.
El sueño es muy importante para nuestra salud y bienestar, pero a muchas personas les resulta difícil descansar. Tener la cama más cómoda y confortable, con el mejor colchón y las mejores almohadas, puede ayudarte a conseguir el sueño perfecto. Pero, ¿qué ocurre con el espacio alrededor de la cama?
Resulta que si te cuesta dormir, uno de los trucos más fáciles es… ordenar tu cuarto. Sí, así es, los estudios han demostrado que quienes duermen en una habitación desordenada y sucia son más propensos a sufrir problemas de sueño. Con esto en mente, te explicamos por qué ordenar tu cuarto puede ayudarte a dormir mejor y qué debes priorizar cuando empieces a ordenar.
La principal razón por la que a la gente le cuesta más conciliar el sueño en un cuarto desordenado son los niveles de cortisol. Es la principal hormona del estrés y, cuando los niveles son altos, es probable que te sientas más estresado y ansioso. Los estudios han descubierto que el desorden está relacionado con el aumento de los niveles de cortisol, ya que estar en una habitación desordenada puede hacerte sentir culpable y como si no hubieras terminado bien el día.
Los sentimientos de estrés y ansiedad pueden alterar gravemente la capacidad de relajarse y conciliar el sueño. Las personas que se sienten estresadas antes de acostarse pueden sufrir episodios de insomnio y despertarse con más frecuencia por la noche. Esto no sólo altera el ciclo sueño-vigilia, sino que también puede afectar a la calidad y cantidad del sueño y a la sensación de cansancio por la mañana.
Otra razón por la que un cuarto desordenado puede afectar al sueño son los alérgenos. Si tu dormitorio está sucio o polvoriento, esto puede provocar y empeorar tus alergias, lo que puede hacer que te sientas incómodo, con comezón y estornudos cuando intentas dormir.
Para evitar una mala noche de sueño, hacer una limpieza rápida de tu cuarto puede reducir tus niveles de estrés y calmar tus alergias. No hace falta que hagas una limpieza a fondo todas las noches, pero siguiendo estos cinco consejos puedes mantener tu habitación organizada y crear un espacio relajante para dormir.
Como la mesita de noche está justo al lado de la cama, suele ser lo último que ves antes de acostarte, así que si está desordenada, puede aumentar tu sensación de estrés y culpa. Para evitarlo, es importante mantenerla lo más ordenada posible, así que quita de ella todo lo que no esté pensado para dormir. Una vez hecho esto, añade objetos que puedan ayudarte con tu rutina nocturna. Por ejemplo, si te gusta leer antes de acostarte, ten un libro o, si utilizas audífonos para dormir, asegúrate de tenerlos a mano.
Mantener el trabajo fuera del cuarto es la regla más importante a la hora de dormir. Calendarios, documentos, laptops de trabajo y teléfonos deben mantenerse alejados de tu cama a cualquier precio. La cama es el lugar donde debes descansar y relajarte, pero si le añades trabajo, es más probable que sufras estrés y empieces a preocuparte por no haber terminado un proyecto o contestado a un correo electrónico. Independientemente de si trabajas desde casa o en la oficina, crea un espacio específico para el trabajo en otro lugar de la casa y deja allí tu mochila y demás material. Ojos que no ven, corazón que no siente.
El suelo de tu cuarto puede convertirse rápidamente en un depósito de ropa sin lavar, ropa limpia a la espera de ser guardada, sábanas que tiras de la cama y mucho más. Todo esto se convierte en el temido "armario de la ropa sucia". Si te metes en la cama y ves un mar de desorden en el suelo, la sensación de ansiedad puede aumentar, así que asegúrate de ordenarlo todo para mantenerlo organizado, limpio y tranquilo.
Una vez hayas ordenado tu cuarto, es hora de empezar tu rutina nocturna. Puede llevar un tiempo encontrar ese horario perfecto que te ayude a relajarte, pero una buena forma de empezar la noche es marcando el ritmo. Baja las luces, enciende una vela, utiliza los mejores aceites esenciales o cualquier cosa que te dé sensación de relajación.
Si te encuentras con la cama sin tender, puedes sentirte estresado, sobre todo si has tenido un día largo. Puede que pienses que tener la cama destendida te facilita volver a meterte bajo las sábanas, pero puede tener el efecto contrario y hacer que te sientas más tenso debido al desorden. Los expertos recomiendan dejar que la cama se ventile durante unos minutos antes de tenderla para asegurarse de que las sábanas no huelan ni acumulen bacterias, así que lo que mejor es salir de la cama, echar las sábanas hacia atrás, bañarse y tender la cama después, antes de empezar a prepararse para el día.