La red de estaciones de carga de Tesla es una de las mejores para recargar la batería de un vehículo eléctrico, pero, como todas las demás, sigue teniendo un problema clave: las filas de espera.
No ocurre mucho, pero todos los conductores de autos eléctricos están familiarizados con el contacto visual y los gestos con las manos que se utilizan para saber quién es el siguiente en conectarse a un cargador. Ninguna de las estaciones de carga de vehículos eléctricos que hemos utilizado ha empleado un sistema formal de filas, por lo que los conductores tienen que solucionarlo por su cuenta.
Hasta ahora, porque Tesla está a punto de poner a prueba un sistema virtual de filas en sus estaciones de Supercargadores. El fabricante de automóviles estadounidense afirma que se pondrá en funcionamiento un piloto del sistema durante el segundo trimestre de 2025, es decir, entre abril y junio, y que se ampliará si la prueba inicial tiene éxito.
Tesla dijo:
"Las pruebas piloto de filas virtuales comenzarán en el segundo trimestre en centros seleccionados. El objetivo es mejorar la experiencia del cliente en el 1% de los casos de espera. Si la respuesta es positiva, se ampliará este año. También seguimos ampliando la red más de un 20% año tras año, siguiendo de cerca la demanda de los centros".
Tesla aún no ha explicado cómo funcionará el sistema, pero su descripción como "virtual" sugiere que se incorporará a la aplicación para smartphones de la empresa, o simplemente al sistema de navegación del coche.
La aplicación de mapas de Tesla ya muestra la ubicación y disponibilidad de sus estaciones de Supercargadores, por lo que es fácil imaginar un sistema en el que los conductores tengan reservado un cargador para la hora a la que su navegador espera que lleguen.
Es interesante que Tesla afirme que menos del uno por ciento de las visitas a los Supercargadores tienen que hacer fila. Dicho esto, en una década conduciendo vehículos Tesla no recordamos haber tenido que hacer fila en ningún Supercargador. No se puede decir lo mismo de otras redes de recarga, pero incluso en esos casos las filas son poco comunes.
Una mejor etiqueta en las estaciones de carga, incluyendo un sistema formal de filas con plazas de estacionamiento asignadas a los vehículos eléctricos en el orden en que llegan, sería una buena medida para todas las estaciones de carga, independientemente de la red a la que pertenezcan. Esperemos que este sistema aplicado por Tesla sea accesible para otros vehículos eléctricos que utilicen la red de supercargadores, y quizá anime también a otras redes de carga a crear sus propios sistemas similares.
