La inteligencia artificial ya no es solo una promesa futurista; es una parte activa de nuestra vida cotidiana. Pero en lugar de enfocarse solo en su capacidad para automatizar o calcular, LG Electronics propone un giro esperanzador: una inteligencia que siente, entiende y se conecta emocionalmente con las personas.

En un panorama dominado por sistemas fríos y mecánicos, surge una nueva perspectiva: la inteligencia afectiva. Esta evolución tecnológica no se limita a procesar información; busca interpretar emociones, comprender contextos humanos y responder de forma empática.

Durante su participación en el CES 2025, LG presentó su visión de futuro bajo el concepto de Affectionate Intelligence, un enfoque que apunta a humanizar la tecnología. El lema “Menos artificial, más humano” no es solo una frase inspiradora, sino una filosofía que guía sus desarrollos.

Daniel Aguilar, director de comunicación corporativa de LG Electronics México, lo explica así:
“Creemos que el verdadero valor de la IA no está únicamente en su capacidad de cálculo o automatización, sino en cómo logra integrarse a la vida de las personas de forma significativa, entendiendo sus necesidades reales y aportando soluciones útiles.”

En México, donde más del 60% de los hogares ya utiliza dispositivos inteligentes, según cifras del INEGI, esta tendencia no es algo lejano ni exclusivo de países desarrollados. Es una transformación que ya se vive. Refrigeradores que avisan cuándo un alimento está por vencerse, pantallas que sugieren contenidos basados en el estado emocional del usuario o electrodomésticos que aprenden nuestros hábitos y se adaptan a ellos son solo algunas muestras.

La propuesta LG ThinQ lleva esta lógica al siguiente nivel: una inteligencia que aprende de cada usuario, anticipa lo que necesita y busca eliminar tareas repetitivas para hacernos la vida más simple, más libre y más personalizada.

Otra de sus apuestas es el Digital Cockpit, una plataforma pensada para automóviles que, mediante IA, detecta signos de cansancio, emociones negativas o distracciones en el conductor. Esta innovación no es solo un avance técnico; en un país donde miles de accidentes ocurren por fatiga o uso del celular al volante, es una herramienta con potencial para salvar vidas.

Este “copiloto emocional” puede modificar la música, sugerir pausas o ajustar la iluminación según el estado de ánimo. Se trata de una asistencia que no solo responde, sino que se preocupa por el bienestar del usuario.

Además, la línea de laptops LG gramAI y los nuevos televisores equipados con el chip α11 Gen 2 integran IA para mejorar el rendimiento, gestionar videollamadas de forma más eficaz y ayudar a organizar tareas. En un país donde el trabajo remoto es parte del día a día para el 70% de los trabajadores, estas herramientas son clave para mantener la productividad y el bienestar mental.

La IA también está transformando otros sectores en México. Según datos de IDC, la inversión en inteligencia artificial crecerá más del 25% anual hasta 2027. Desde el diagnóstico médico hasta el análisis de cultivos o la automatización de servicios legales, la IA ya es protagonista en distintas industrias.

El enfoque de LG busca alinearse con esta ola innovadora desde una perspectiva más humana: diseñar tecnología que no solo funcione, sino que conecte con quienes la usan.

La idea de una IA afectiva plantea una nueva manera de convivir con la tecnología. No se trata de reemplazar al ser humano, sino de acompañarlo, cuidarlo y entenderlo. Una IA que no solo realiza tareas, sino que construye relaciones más cercanas con quienes la utilizan.

Porque en un mundo que avanza a toda velocidad, lo verdaderamente revolucionario no es lo que una máquina puede hacer por sí sola, sino cómo puede mejorar nuestra vida entendiendo lo que sentimos.