Hoy en día, tener un smartphone potente no es suficiente. La verdadera innovación va de la mano de la sostenibilidad, y Motorola lo entiende a la perfección. Con el lanzamiento de las familias razr 60 y edge 60, la marca demuestra que la tecnología de alto nivel puede coexistir con un compromiso real con el medio ambiente, sin sacrificar rendimiento ni estilo.
Desde el primer paso en el desarrollo de estos dispositivos, Motorola aplica un enfoque integral. Cada fase del ciclo de vida (diseño, fabricación, uso y disposición final) se analiza para reducir el impacto ambiental. Gracias a esto, la huella de carbono del razr 60 ultra se estima en 47,27 kg de CO₂, mientras que el edge 60 fusion y el edge 60 pro registran 42,46 kg y 49,57 kg respectivamente, valores que superan en eficiencia a la media de smartphones, que ronda los 58 kg de CO₂.
El diseño de estos equipos también refleja su compromiso ecológico. Marcos y ribetes de cámara, cubiertas traseras, fundas y componentes internos incorporan materiales reciclados, biológicos o de origen responsable. Por ejemplo, la carcasa del razr 60 está hecha con 65% de plástico reciclado, 5% de plástico de océanos y otro 5% proveniente del programa de reciclaje de Lenovo. En el edge 60 pro, el borde de la cámara combina 65% de plástico reciclado y 20% de plástico proveniente del océano. Incluso la fibra de los empaques proviene de bosques certificados FSC y cuenta con al menos 65% de contenido reciclado.
La fabricación de los razr 60 y edge 60 se lleva a cabo en plantas que priorizan la sostenibilidad. Las instalaciones en China y Brasil aplican energías renovables, iluminación LED y estaciones solares. La planta de Wuhan utiliza energía solar desde 2019, reduciendo 1,182 toneladas de CO₂ al año. Las fábricas brasileñas en Jaguariúna y Manaos cuentan con certificación Zero Waste de UL, eliminando residuos durante la producción y garantizando eficiencia energética. Además, Motorola extiende estas prácticas a sus proveedores, exigiendo transparencia y cumplimiento de estándares ambientales a través de plataformas como RBA y CDP.
No solo la fabricación es responsable, también el desempeño y durabilidad del dispositivo. El razr 60 ultra reduce el consumo de su pantalla plegable en 13%, mientras que su bisagra de titanio y el Gorilla Glass Ceramic protegen la pantalla y aumentan su resistencia hasta 10 veces frente a caídas. Los modelos edge 60 cuentan con certificaciones militares MIL-STD 810H, resistencia IP68/IP69 al polvo, agua y altas presiones, y pueden soportar temperaturas extremas. La combinación de hardware, software y motores inteligentes como Moto AI eXperience Engine optimiza el consumo energético, aumentando la eficiencia hasta 25% en algunos modelos, sin sacrificar potencia ni rendimiento.
Además, Motorola apuesta por la economía circular. Programas de canje y el servicio Moto Care permiten a los usuarios entregar dispositivos antiguos, recibir créditos para nuevas compras y acceder a planes de garantía flexibles, fomentando un ciclo de vida más responsable. Esto, sumado a la eliminación de plásticos de un solo uso en empaques y a la optimización del transporte, asegura que cada teléfono deje la menor huella posible.
La sostenibilidad no es un extra, es parte del ADN de estas familias. Plásticos recuperados del océano, aluminio reciclado, madera de bosques gestionados y materiales neutrales en carbono como Alcantara son ejemplos concretos de cómo Motorola integra conciencia ambiental en cada detalle. Al mismo tiempo, los dispositivos ofrecen una experiencia premium: rendimiento de alto nivel, durabilidad superior y tecnología de vanguardia.
Con los razr 60 y edge 60, Motorola demuestra que se puede tener tecnología de primera categoría y, al mismo tiempo, cuidar del planeta. Ahora la pregunta es para ti: ¿consideras la sostenibilidad al momento de elegir tu próximo smartphone? Comparte tu opinión y sigue atento a T3 Latam para más noticias sobre tecnología, innovación y soluciones que combinan rendimiento y responsabilidad ambiental.
