Se cumplen 25 años del lanzamiento de uno de los primeros juguetes digitales interactivos. Sin saberlo, en 1996 el Tamagotchi nos hizo poner un pie en el metaverso.
Han pasado 25 años desde que el primer Tamagotchi salió de su huevo. Así es, 25 años. Si eres un niño de los 90, tú mismo eras dueño de uno o pasabas cada recreo mirando por encima del hombro de alguien que lo tenía. Pero si bien el juguete prácticamente ha desaparecido de los patios de las escuelas hoy día, y ha sido reemplazado por teléfonos inteligentes, muchas de sus características clave tuvieron un impacto significativo en la industria de los videojuegos y siguen vivas en los principales juegos de hoy.
El Tamagotchi, que fue lanzado por primera vez por Bandai en Japón en 1996, el dispositivo tenía solo una pantalla de 32x16 píxeles y tres botones pequeños. Cada uno de estos botones cumplía una función simple, como alimentar a tu Tamagotchi (que era tanto el nombre del dispositivo como la pequeña criatura que debías cuidar), apagar las luces de su habitación o jugar con él. Las funciones también incluían limpiar sus "heces", a veces con tanta frecuencia que no podías evitar preocuparte por la salud de su colon.
Si por alguna razón llegabas a fallar en estas tareas simples y tu Tamagotchi sufría una muerte espantosa y negligente. Después de un montón de pitidos ensordecedores y un pequeño movimiento, la mascota virtual desaparecía en el ciberespacio para siempre. Lo que quedaba eran algunas estrellas y un texto que decía cuán joven era la mascota cuando falleció.
A pesar de que la criatura era solo una mancha de 10 píxeles, cuando estabas en la escuela no dudabas en irte castigado a la dirección por revisar a tu mascota durante la clase para evitar enfrentarte a la muerte de tu mascota (la vida del Tamagotchi no era pausable). Todo esto hace que te preguntes: ¿Habrían aprendido los millennials a cuidar a sus hijos si no fuera por el dolor persistente de perder a su amado Tamagotchi?
Esta función de "juego continuo", que los Tamagotchi fueron los primeros en utilizar, fue revolucionaria en la industria de los videojuegos. En los años que siguieron, se convirtió en una característica clave de muchos juegos muy populares.
Las nuevas versiones todavía tienen tres botones, pero en otros aspectos son mucho más modernos. Tienen gráficos a color, departamentos personalizables en los que pueden vivir los Tamagotchi, una cámara incorporada e incluso una función que permite a los jugadores conectarse con otros en línea para completar actividades y jugar juegos.
El Tamagotchi capturó muchos aspectos de los juegos que los hacen divertidos. Por ejemplo, logró provocar fuertes respuestas emocionales y vínculos en los jugadores debido al sentido de la responsabilidad. También les dio a los jugadores un sentido del deber u obligación, porque el juego continuo requería que se registraran cada pocas horas para mantener viva y saludable a su mascota digital.
El Tamagotchi fue pionero en este tipo de jugabilidad, donde el juego no se detiene aunque apagues tu dispositivo. Esto era en gran parte desconocido antes del lanzamiento de Tamagotchi, pero ahora vive en algunos de los juegos más populares del mundo, como World of Warcraft y Elder Scrolls Online.
En esos juegos, al igual que el Tamagotchi, el juego nunca termina realmente”, dice Crowley. “Es una de las formas de juego más populares ahora, y de una manera muy simple, Tamagotchi popularizó la idea de un juego sin fin. Y eso ha tenido consecuencias significativas en el siglo XXI.
Pero lo más importante es que Tamagotchi también fue uno de los primeros videojuegos que se comercializó principalmente para niñas. Cuando las consolas como Nintendo se lanzaron por primera vez, en Japón y Estados Unidos se colocaron en los estantes exclusivamente en la sección de niños.
Además de un pionero al sentar las bases de algunas mecánicas de videojuegos modernos, si bien no fue el primero, el Tamagotchi fue un ejemplo temprano de un dispositivo que borró las líneas entre el mundo digital y el mundo real, o realidad virtual. Si bien puede argumentarse que no involucra al usuario dentro de un entorno generado por computadora, podemos afirmar que para los propietarios de uno de estos dispositivos, se convirtió en el primer paso hacia el hoy tan famoso metaverso.
Y es que la operación y la mecánica misma del Tamagotchi implica la interacción con una entidad digital por medio de un entorno de la vida real es la idea básica de lo que hoy Meta con Mark Zuckerberg y otras tantas empresas buscan hoy poner en la mente del usuario de Internet.
En resumen, la fiebre del Tamagotchi en los 90's cambió la forma de interactuar con entornos digitales y sentó las bases para las mecánicas de los videojuegos actuales y para muchos, su primera experiencia con el metaverso.
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