Puede que GoPro haya perdido la corona de las cámaras de acción en Japón (al menos por ahora), pero una nueva patente sugiere que la marca no se va a rendir sin luchar.
Al contrario, se está preparando para contraatacar, y no con una nueva cámara HERO, sino con algo completamente diferente.
Según una patente publicada por la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos, el gigante de las cámaras de acción GoPro está trabajando en un sistema de cámara modular y portátil muy similar a la Osmo Pocket 3 de DJI.
Cuenta con un cabezal giratorio, una empuñadura desmontable, estabilización híbrida y una flexibilidad que la hace tan fácil de manejar en manos de un YouTuber como montada en un dron.
Podría ser la primera señal del resurgimiento de GoPro, algo que el director ejecutivo Nicholas Woodman lleva meses insinuando.
Y con DJI subiendo los precios en Estados Unidos debido a los aranceles comerciales y al creciente sentimiento antichino que alimenta la demanda de tecnología fabricada en Estados Unidos, el giro de GoPro no podría ser más oportuno.
La patente de GoPro describe una cámara modular de dos partes: un "módulo de captura de imágenes" que contiene tanto el generador de imágenes como un mecanismo de estabilización mecánica, y un "módulo portátil" que almacena la batería, pantalla, controles y empuñadura ergonómica.
Los módulos están diseñados para desmontarse y volver a conectarse en cuestión de segundos, lo que permite un uso flexible en empuñaduras, soportes e incluso drones.
Se trata de un gran cambio en comparación con la GoPro Hero 13 Black (excepto por la modularidad), la última versión de la serie HERO, y en muchos sentidos es la sucesora espiritual del concepto Karma Grip, pero mucho más perfeccionada.
La patente incluso hace referencia al control por voz, el cambio rápido de baterías, el encuadre asistido por software y la profunda integración con la plataforma de edición en la nube de GoPro.
Desde el punto de vista del hardware, parece que GoPro está compitiendo directamente con la Osmo Pocket 3 de DJI, la misma cámara compacta para vlogs que ayudó a la marca china a superar a GoPro como la más vendida en Japón a principios de este año.
El momento en que se presenta esta patente no es casualidad. En su aparición en la Oppenheimer Tech Conference a principios de este mes, Nick Woodman confirmó que GoPro entrará en la categoría de "prosumidores de gama alta con poca luz" en 2026, y adelantó que algunos de los próximos productos de la empresa aún no se han revelado públicamente.
Esa es una clara señal de que esta cámara modular podría llegar antes de lo esperado, posiblemente incluso como el gran lanzamiento de GoPro para el cuarto trimestre de 2025.
Sería una decisión inteligente. La Osmo Pocket 3 de DJI sigue siendo considerada por muchos como una de las mejores cámaras compactas para vloggers y creadores de contenido, pero se enfrenta a dificultades en Estados Unidos.
Desde que entró en vigor la última serie de aranceles, DJI ha subido discretamente los precios de toda su gama. La Pocket 3 cuesta ahora mucho más que cuando se lanzó, un cambio que ha hecho que muchos creadores se planteen alternativas. (Dicho esto, se está vendiendo muy bien en Estados Unidos, incluso con un aumento de precio de 280 dólares, es decir, un 54 %).
Si a esto le sumamos la creciente presión política sobre las marcas tecnológicas chinas en Estados Unidos, GoPro tiene una oportunidad única para lanzar una cámara modular, fácil de usar para los creadores y fabricada en el país, que supere a DJI en precio, evite las restricciones comerciales y ofrezca una perfecta integración de software a través de su plataforma de suscripción.
Es una propuesta convincente.
Si ampliamos la perspectiva, esta patente también refleja un cambio más profundo en la estrategia de GoPro. Woodman destacó repetidamente durante la sesión de Oppenheimer que GoPro ya no se limita a fabricar cámaras para deportes y aventuras.
En otras palabras, la empresa fabrica herramientas, no juguetes: cámaras con una utilidad real, adaptables a diferentes sectores, creadores y profesionales. Un sistema modular como este tiene sentido en ese contexto.
Una cámara con estabilizador ligera para vloggers; un soporte preparado para drones para pilotos FPV; una unidad de imagen preparada para la construcción para inspecciones de obras. Todo esto vinculado a la plataforma en la nube de GoPro y a su creciente modelo de suscripción de software.
Para una marca que en su día revolucionó las cámaras de acción, pero que luego tuvo dificultades para salir de su propia categoría, esto podría ser el comienzo de un nuevo capítulo.
Si GoPro logra esto, ofreciendo una cámara compacta, estabilizada y modular con las características adecuadas al precio justo, podría recuperar terreno no solo en Japón, sino en todos los mercados en los que los creadores buscan equipos más inteligentes.
Y teniendo en cuenta la situación actual del mercado (véase también la escalada de la guerra de los drones), esta puede ser la mejor oportunidad que ha tenido la marca hasta ahora para golpear a DJI donde más le duele.
