VEREDICTO T3
Sony fabrica los sensores para la mayoría de las cámaras digitales en el mercado y directo de esa fuente llega el chip de fotograma completo de 33 megapíxeles recién desarrollado para la A7 IV. Junto con una resolución generosa, obtenemos la construcción robusta habitual, video 4K y mucho control creativo práctico. En pocas palabras, alta calidad desde el principio de una cámara sin espejo de nivel semiprofesional.
Pros
Cons
Sony fue el primero en comercializar cámaras compactas sin espejo de fotograma completo a través de su popular serie A7 hace una década, lo que lo ayudó a superar a Nikon para convertirse en el segundo después de Canon en el volumen de unidades vendidas. Si bien se mantuvo cómodamente en el segundo lugar durante años, informes recientes sugieren que las cámaras instantáneas Instax asequibles y divertidas de Fujifilm le han permitido usurpar a Sony el puesto en las listas de popularidad. Sin embargo, Sony sigue siendo una fuerza respetada en fotografía y videografía, con la Alpha A7 IV (basada en la A7 Mark III de hace tres años) ocupando un puesto importante en las preferencias de fotógrafos y entisuastas, y reafirmando la seriedad de la intención de su fabricante.
Afortunadamente, con tantas funciones y nuevas mejoras, así como su sólida calidad de construcción, la Sony A7 IV se ha mantenido relativamente asequible, al menos en comparación con las ofertas de los rivales en las listas de las mejores cámaras mirrorless, poniéndola al alcance de los entusiastas así como del profesional que desea una cámara más pequeña, liviana y, en general, más ágil que una DSLR.
En el corazón de esta última oferta se encuentra un generoso sensor de fotograma completo de 33 megapíxeles que Sony nos dice que se ha desarrollado recientemente para este modelo. Una vez más, el dispositivo se ofrece tanto a los fotógrafos de imágenes fijas (que disfrutarán de la resolución proporcionada en caso de que necesiten producir impresiones grandes), como a los que también graban videos, con videos 4K de hasta 60 fps. En la era del "creador de contenido", se trata de una cámara que sirve como un aprendiz de todos los oficios... y un maestro en todos ellos también.
Para el observador casual, la apariencia y el diseño de la serie A7 de Sony apenas se han modificado desde sus inicios, incluso si hay ligeros cambios. Una vez más, obtenemos una construcción robusta y un diseño que se asemeja a una DSLR reducida. Esto viene con un dial de modo de disparo, rueda de comando y varios botones e interruptores que permitirán que cualquiera cambie una DSLR vieja y cambie a este sistema sin espejo sintiéndose en un terreno bastante familiar tan pronto como saquen el cuerpo de la Sony A7 IV de su caja.
En lugar de un visor óptico, esta Sony cuenta con un visor electrónico (EVF) por encima de la pantalla LCD táctil, que ahora es bastante estándar, lo que significa que esta última se maneja de la misma manera que la pantalla de nuestro teléfono: deslizando los dedos sobre las imágenes capturadas para ampliarlas, por ejemplo. Con la cámara levantada hacia nuestro ojo, es fácil olvidar que estamos componiendo nuestro encuadre sin el uso de un visor óptico, tan detallado y sin retrasos es el EVF.
Por cierto, los videógrafos también se benefician del monitor LCD de 3 pulgadas y 1.03 millones de puntos de resolución que consume dos tercios de la placa posterior de la Sony A7 IV, como en cualquier cámara digital compacta. Su flexibilidad al usar la pantalla como un visor en vivo permite cualquier cantidad de ángulos de disparo creativos, como cerca del suelo o sobre las cabezas de una multitud, que de otro modo hubiera sido difícil, si no imposible, monitorear. También lo encontramos útil cuando se dispara bajo el brillante sol de invierno, ya que el ángulo se puede ajustar para aumentar la visibilidad.
Además de un chip de 33MP recientemente desarrollado, el Sony A7 IV cuenta con el procesador Bionz XR de última generación para hacer frente a todo ese procesamiento de datos adicional. La velocidad y precisión del enfoque automático ha sido un área en la que los desarrolladores e ingenieros se han centrado mucho últimamente. Y aquí, Sony afirma que la capacidad de AF se basa en el rendimiento de su cámara mirrorless de cuadro completo de 50 megapíxeles insignia de gama alta, la Alpha 1.
Aunque la Sony A7 IV en sí misma ofrece una línea de funciones tan sólida como cualquier Alpha semiprofesional hasta la fecha, esta vez se jacta de la capacidad de grabar videos 60P de calidad 4K de forma continua durante más de una hora. La mayoría de las cámaras digitales tradicionalmente terminan agotadas apenas por debajo de los 30 minutos. Quizás sea útil si estamos intentando un proyecto de una sola toma similar a la supuesta "toma única" de 1917 de Chris Nolan, duplicando la duración de la grabación que normalmente obteníamos en el pasado con este tipo de cámara.
Afortunadamente, hay dos ranuras para tarjetas de memoria SD extraíbles debajo de una solapa deslizante en la empuñadura de la cámara, a las que, si usáramos la Sony en un trípode, aún se podría acceder fácilmente sin tener que quitarla de la placa base. Por cierto, una de estas ranuras también realiza múltiples tareas al dar soporte alternativo para una tarjeta CFexpress tipo A, en caso de que esa sea la preferencia del fotógrafo/videógrafo.
Si bien no es una función de disparo como tal, otra cosa a tener en cuenta para los ecologistas es que el cuerpo de la cámara de la Sony A7 IV utiliza plástico reciclado, algo que Sony llama 'Sorplas' (¿plástico reciclado de Sony?), que también se ha utilizado para el embalaje de la cámara De hecho, no notarás ninguna diferencia al manejar la cámara, ya que está tan bien diseñada y es sólida como parece.
Toca el interruptor de encendido/apagado que rodea ergonómicamente el botón disparador y estás empezando a trabajar casi de forma instantánea. Esencialmente, si vemos una escena que pueda funcionar como postal cuando la Sony A7 IV está apagada, existe una buena posibilidad de que aún podamos capturarla antes de que cambie o nuestro sujeto se mueva.
Las pantallas de menú de la cámara están bien diseñadas y son fáciles de navegar, lo que significa que la configuración se puede ubicar y ajustar según los deseos del usuario en un orden bastante rápido. En resumen, hay poco que encontremos complicado o incómodo sobre esta Sony A7 IV. Aquellos que hayan usado una cámara DSLR o mirrorless antes no tendrán que disparar de una manera diferente o pensar demasiado en el proceso. Por lo tanto, pudimos mantener el foco de nuestra atención en nuestro sujeto y no distraernos con lo que estaba haciendo la cámara.
Por cierto, nos complace informar que el enfoque automático de Sony (ya sea enfocado en sujetos humanos o animales, dos de los sujetos más probables para los usuarios de este dispositivo) fue muy preciso, mientras que existe la capacidad de tocar la pantalla y muevas el punto de enfoque manualmente si lo deseas. Como decíamos, aquí todo está a nuestro alcance cuando queramos y cómo lo queremos. La empuñadura también tiene una textura cómoda y un tamaño suficiente para que podamos enrollar tres dedos a su alrededor y mantener la cámara firme al disparar con una mano, con el pulgar colocado en la parte posterior y el índice sobre el disparador. Esto también será útil para aquellos que disparan con lentes de tipo teleobjetivo, que son más pesados.
Vale la pena mencionar que la duración de la batería es buena para alrededor de 600 disparos, lo que, si bien no es rival para una DSLR más voluminosa en este rango de precios, es respetable para una cámara mirrorless más liviana y un poco más compacta.
Un cuerpo de cámara que cuesta alrededor de $70 000 MXN o unos $94 000 MXN con lente, no es económico, y por ese precio, con el nuevo sensor de 33 megapíxeles incluido, esperábamos que los resultados de Sony A7 IV nos dejara atónitos.
La lente modelo 'G' de 14 mm con la que tuvimos que jugar fue una elección un poco inusual para una reseña, ya que es una lente especializada ultra gran angular, y la serie G de Sony es la gama premium del fabricante, la más adecuada para fotografiar paisajes, que es lo que hicimos en general. Dicho esto, gracias a la apertura rápida/brillante de f/1.8 provista, también resultó útil para desenfocar el fondo al intentar primeros planos. En otras ocasiones, el amplio campo de visión resultó en lo que se conoce como verticales convergentes, es decir, cuando las líneas verticales se inclinan una hacia la otra, especialmente cuando tenemos árboles y edificios en nuestras tomas. Obviamente, esto es menos pronunciado cuando se toman vistas naturalmente amplias, como campos abiertos y zonas verdes.
Aunque en ocasiones notamos que se desenfoque hacia los bordes extremos del marco, las imágenes tenían tantos detalles y colores tan ricos como esperábamos de Sony. La mayoría de nosotros no necesitaremos los 33 megapíxeles para las tomas diarias, pero los fotógrafos de bodas, retratos y moda, así como los fotógrafos de paisajes que buscan hacer arte mural, sin duda encontrarán la especificación de uso. Es como con el el seguro de vacaciones: es bueno saber que está ahí, aunque no hagamos uso de él.
Con la Sony A7 IV, el fabricante se apega a una fórmula ganadora probada y comprobada: una cámara de construcción robusta que entrega respuestas rápidas y precisas e imágenes detalladas y precisas en color, con la capacidad de expandir el sistema más allá del cuerpo de la cámara y la lente que usamos para comenzar, gracias a la amplia oferta de accesorios del fabricante y de terceros.
Como hemos señalado al hablar de las DSLR, al comprar una A7 IV no solo estamos invirtiendo en una cámara, sino que además nos estamos aliando con un sistema completo de lentes y accesorios. Afortunadamente, debido a la popularidad de sus predecesores de la serie A7, esta es actualmente una de las alineaciones más completas para fotógrafos, en la que la Sony A7 IV queda bien parada.
