VEREDICTO T3
Hay muchas cosas loables de la Sonos Ray, sobre todo el hecho que es un disositivo Sonos y la compatibilidad con el sistema más amplio, y en cierto modo es la barra de sonido compacta ideal. Sin embargo, no hay conexión HDMI y parece cara al lado de sus rivales más obvios, a pesar de ser la opción de barra de sonido más barata de Sonos hasta la fecha.
Pros
Cons
A estas alturas, ya podemos decir que la Sonos Ray llega a completar la alineación de las barras de sonido de Sonos: el fabricante experto en sonido tiene en su haber las exitosas Sonos Beam (ya con su segunda generación) y la mayor de todas, Sonos Arc. La Ray llega para ser la más pequeña y económica de todo el rango.
Sí, es asequible, y sí, también es compatible con todo el sistema Sonos para poder aumentar su potencial. Pero la Ray compite con un sector aún más difícil de vencer que el que tienen en frente sus hermanas mayores.
Sin embargo, tenemos la ligera impresión de que la marca Sonos por sí misma podría ser el arma secreta que tiene la Ray para vencer a sus oponentes. Vamos a ver cómo le va con nuestras pruebas a la más pequeña de las barras Sonos.
La Sonos Ray estará disponible a partir del 7 de junio y el precio es de $5 999 MXN. Puedes consultar la tienda en línea de Sonos para adquirirla en cuanto esté disponible.
Lo cierto es que esta Sonos Ray tiene una competencia reñida al enfrentarse a productos de Sony y JBL, por mencionar dos de las marcas más populares. Estos fabricantes ofrecen una gama un poco más amplia de dispositivos inalámbricos bien especificados y posiblemente con un precio más reducido que el que tiene la Ray.
Aunque, por otro lado, el que la Sonos Ray sea también parte de un sistema más amplio y con dispositivos compatibles entre sí para crear un gran sistema de sonido de teatro en casa, es una gran ventaja. De todos modos, sigue leyendo para ver si esta es la barra que te conviene como dispositivo de entrada de cine en casa.
De acuerdo con los estándares previos de sus hermanas, la Sonos Ray es más bien un dispositivo sencillo y con un solo propósito: hacer que el el audio en tu sala de estar sea mucho mejor que el que trae por default tu televisor (para ser honestos, no es algo muy difícil si hablamos de televisores pequeños).
Y, bueno, en lo que respecta a las características, no hay mucho que discutir. La conectividad se encuentra en un hueco en la parte posterior del chasis y se conecta a una entrada óptica digital, un puerto Ethernet y una conexión para la alimentación de red. También hay un botón de "reinicio", pero eso es todo. No hay compatibilidad con HDMI, y Sonos proporciona un cable óptico digital extremadamente delgado de 1.5 m para incorporar el sonido de tu televisor (así que deberán estar muy cerca el uno del otro). En cuanto a la conectividad inalámbrica, hay Wi-Fi y Apple AirPlay 2 a bordo.
Esta Sonos Ray puede manejar contenido de audio estéreo PCM, Dolby Digital 5.1 y DTS Digital Surround. No obstante, estamos hablando de un dispositivo estéreo, por lo que cualquiera de esos estándares multicanal rebotará antes de que pueda escucharlos. La Ray es una barra que dispara hacia adelante, con un par de tweeters, un par de puertos bass reflex y un par de lo que Sonos describe (de una manera demasiado optimista, diríamos) como "woofers medios de alta eficiencia" dispuestos en una línea en la parte delantera. Hay cuatro bloques de amplificación de Clase D que alimentan los cuatro controladores, pero debido a que estamos tratando con Sonos, no hay detalles sobre la cantidad de potencia, el tamaño o la composición de los controladores de los altavoces. Ya nos estamos acostumbrando que Sonos haga eso, pero igual, se siente raro no tener esos datos.
La configuración es simple, porque la aplicación de control es excelente y la función 'Trueplay' de Sonos (que calibra el altavoz a su entorno específico cuando vas por ahí con tu teléfono agitándolo un poco) es muy eficaz.
La Sonos Ray es una barra de sonido compacta: mide 71 x 559 x 95 mm, tiene una forma ligeramente parecida a un cuerno, bien construida y con acabados que cumplen con los estándares de Sonos. Está redondeada en cada extremo y está disponible en colores blanco o negro mate. Está hecha casi completamente de plástico, por supuesto, pero el tacto se siente bien y se ve razonablemente premium.
Aunque es lo suficientemente pequeña como para ser una opción realista para pantallas de tan solo 40 pulgadas, esa altura de más de 70 mm significa que puede alcanzar a rozar la parte inferior de cualquier pantalla de televisión que se encuentre cerca de la superficie sobre la que se encuentra. Hay disponible un soporte para montarla en la pared si crees que es mejor, y debido a la forma en que está configurada, la Sonos Ray quedará perfectamente satisfecha de quedarse sobre un estante o el mueble para el televisor.
En lo que respecta a la usabilidad, la relativa falta de funciones de la Ray hace que sea fácil de operar. Si la adquieres para que sea parte de un sistema Sonos más amplio (que incluya parlantes con compatibilidad con asistente de voz, por supuesto) vas a poder darle órdenes a través de la voz y pedirle lo que quieras. Como nota al calce, te contamos que asistente de voz personalizado de Sonos llegará muy pronto.
Sin embargo, si no tienes un sistema más amplio de dispositivos Sonos, entonces la versión actual de la aplicación de control de Sonos sigue siendo el estándar de oro para este tipo de cosas: aquí es cuando puedes ajustar el volumen, jugar con la configuración del ecualizador, integrar el servicio de transmisión de tu elección, activar el "modo nocturno" (para una respuesta dinámica plana) o 'mejora del habla' (adivina para qué es), y más. Es una aplicación estable, simple y sumamente eficaz.
Hay una pequeña fila de LED detrás de la rejilla frontal, cuyo color te permitirá saber qué está haciendo tu Ray... Claro, si te resultan muy molestos, puedes anular la función en la aplicación. Y en la parte superior de la barra de sonido hay tres controles táctiles: subir volumen, bajar volumen y reproducir/pausar.
Lo mínimo que debe hacer una barra de sonido es hacer que la imagen y el sonido sean igualmente buenos cuando ves una película. Y es que muchos televisores tienden a tener un audio más bien plano y poco detallado. Como puedes esperar, la Sonos Ray hace el trabajo de manera formidable. Es una barra de sonido muy bien equilibrada, aunque bastante enfocada, ciertamente en lo que respecta a las bandas sonoras de películas.
La actividad de baja frecuencia a la que se entregan generosamente muchas películas tiene una buena expresión, y los sonidos graves logran ser contundentes y bien controlados al mismo tiempo, por lo que cuando las cosas se vuelven explosivas, hay una sensación de impacto mucho más cinematográfica que lo que puede lograr tu televisor por sí mismo.
En el extremo opuesto del rango de frecuencia hay un nivel razonable de ataque: la Ray nunca amenaza con volverse rebelde, pero tampoco tiene la ventaja o el brillo necesarios para hacer que el sonido de lo que sea que esté pasando, realmente te atraviese. Aún así, esto es mucho mejor que un sonido tímido y plano que sale de tu televisión.
Ahora bien, el rango medio es el área más completa y exitosa del rendimiento de la Ray, lo cual es algo muy bueno si tienes en cuenta que buena parte de las bandas sonoras promedio se acomodan en el rango medio. La Sonos Ray entrega audio equilibrado y con diálogos comprensibles y nítidos, el sonido es generosamente detallado y cargado de carácter. Incluso sin la "mejora del habla" activada, las voces son definidas y distintas, con los matices de la cadencia y la entrega general en evidencia.
El rango de frecuencia se integra bien, aparentemente todo en una sola pieza, y aunque hay una fuente de sonido obvia, la Sonos Ray crea un escenario sonoro organizado. El headroom dinámico es decente, lo que sirve bien a la mayoría del contenido multiplex, y la respuesta transitoria también es buena.
Gran parte de estas cosas buenas se trasladan a la forma en que Sonos Ray trata la música. Se evidencia la misma unidad de tonalidad e integración, el mismo tipo de golpe cuidadosamente controlado. Los niveles de detalle siguen siendo altos y Sonos comunica las voces de la misma manera directa e inmediata que lo hace con las películas. Sin embargo, la barra de sonido es un poco incierta cuando se trata de expresar ritmos alegres y positivos (es decir, si quieres que te ayude en una fiesta, ciertamente la Ray no te va a ser útil: lo suyo son las películas).
Si quieres un dispositivo de entrada para una experiencia cinemática en casa que puedas acomodar sin problemas en casi cualquier lado, la Sonos Ray hace el trabajo de manera efectiva y sin demasiado alboroto... literalmente. No es que no vaya a hacer que sientas el rush de adrenalina con películas de acción de alto octanaje, más bien, no va a hacerte temblar. Pero eso no es malo. El audio que entrega es bastante equilibrado y nítido como para no perderte detalles interesantes que con el audio de tu televisor pasarían desapercibidos.
Si lo que quieres es una barra de sonido que también funcione para animar tus fiestas, bueno, esta no es la opción adecuada: en lo que respecta a la música, la Sonos Ray no entrega el mismo poder que con las películas, pero no es su culpa: simplemente su diseño y especificaciones son para hacer que obtengas un audio decente para completar tu sistema de TV.
Si puedes estirar un poco más tu presupuesto, la Sonos Beam puede entregarte un poco más... Y si puedes permitirte volverte loco, la Sonos Arc hará cosas impresionantes.
