Los lectores de cierta edad recordarán la fiebre por los Tamagotchi. El juguete estuvo de moda durante muchos años, y los niños intentaban mantener viva a su mascota virtual el mayor tiempo posible.
¿Por qué les contamos todo esto? Pues porque el último lanzamiento de Casio G-Shock tiene una esencia muy parecida. La serie G-Shock BGD-10 forma parte de la gama Baby-G, dirigidos a usuarios más jóvenes, estos modelos tienen un tamaño más pequeño y un toque más divertido. Eso se nota aquí. La gama está disponible en cuatro colores diferentes, cada uno inspirado en los tonos brillantes y vivos de la era del efecto 2000.
Quizá lo más destacable de este diseño sea su aspecto modular. Los usuarios pueden quitar el módulo de medición del tiempo de la correa y colocarlo en un estuche. Puede colgarse de un bolso o incluso de una prenda de vestir, si así lo deseas. Es una buena idea de diseño. Los niños son muy variables, y tener un par de formas diferentes de llevar el reloj seguro que genera más interés a largo plazo.
En la pantalla también hay más diversión. Al pulsar el botón de la luz en el modo de hora, aparece una serie de animaciones de píxeles de 8 bits. Se mueven aleatoriamente, añadiendo personalidad extra a los objetos. Además, no hay que darles de comer, lo cual es una ventaja en comparación con los Tamagotchi.
Tampoco hay que preocuparse por obtener un dispositivo de calidad inferior. Al estilo típico de G-Shock, los usuarios seguirán teniendo resistencia a los golpes y 100 m de resistencia al agua. Son especificaciones útiles en cualquier caso, pero resultan especialmente prácticas cuando hablamos de un dispositivo dirigido a los niños.
Con un precio de sólo 79 dólares, se trata de relojes modernos y originales que deberían atraer a una amplia gama de usuarios más jóvenes. La posibilidad de doble uso es una gran característica, y debería ampliar considerablemente el alcance de este producto.