Cuando escuché la noticia de que Microsoft había desembolsado 68 mil 700 millones de dólares para comprar Activision Blizzard, la primera voz que me vino a la cabeza fue, curiosamente, la del rey Théoden de El Señor de los Anillos en la escena que se enfrenta a la imponente horda de orcos enviada a destruir el Abismo de Helm: "¿Cómo hemos llegado a esto?".
Bueno, respondimos esa respuesta hace más de cinco años en T3 con este reportaje asombrosamente profético titulado: Cómo termina la guerra de las consolas.
Pero, aun así, ¡guau! ¿No es así? Si hay una señal de hacia dónde se dirigen los videojuegos, es este acuerdo. Además, debe ser una noticia muy preocupante para el CEO de PlayStation, Jim Ryan, que sin duda ahora se parece al rey Théoden; nada más que en la industria de los videojuegos y en el mundo real.
¡68 mil 700 millones de dólares! Esa simplemente es una increíble cantidad de dinero para gastar en una adquisición y superar el que era el acuerdo en la industria de los videojuegos más caro en la historia de 50 mil millones de dólares.
Entonces, ¿por qué Microsoft ha hecho un movimiento tan radical? Para saber la verdad hay que observar detenidamente lo que dijo el CEO de Xbox, Phil Spencer, al anunciar la adquisición:
"Ofreceremos tantos videojuegos de Activision Blizzard como podamos en Xbox Game Pass y PC Game Pass, tanto títulos nuevos como juegos del increíble catálogo de Activision Blizzard. También anunciamos hoy que el Game Pass tiene más de 25 millones de suscriptores. Como siempre, esperamos seguir añadiendo más valor y más juegos fantásticos a Game Pass".
Hay CUATRO menciones de Game Pass en sus declaraciones. Bienvenidos a la guerra del futuro de la industria de los videojuegos que se está desarrollando ahora mismo en el presente; juegos en la nube con servicios de suscripción a Netflix para jugar en línea. Y bien, para vender servicios de suscripción de videojuegos necesitas títulos, ¿no? Sobre todo, contenido exclusivo.
Como lo analizamos recientemente, Microsoft ha estado planeando el futuro de Game Pass por más de una década y, de hecho, sentó las bases en 2005 con el lanzamiento de Xbox Live. El resultado es que ahora tienen la infraestructura para soportar el servicio de suscripción de juegos más popular del mundo y uno que está creciendo rápidamente (más de 25 millones de suscriptores, aseveró Phil).
El futuro de la industria de los videojuegos no es que los gamers salgan a comprar juegos a una tienda el día uno; es que los usuarios tengan el juego, automáticamente, como parte de su servicio de suscripción en línea desde el primer día; entregados digitalmente e incluso con la posibilidad de reproducirlos a distancia a través de la nube.
Sólo hay que ver como Halo: Infinite y Forza Horizon 5 fueron lanzados en Xbox Game Pass gratis; ese es el nuevo modelo. Y es la razón por la que Microsoft gastó una obscena cantidad de dinero para comprar las propiedades gaming de Activision Blizzard. Está protegiendo su mina de oro, Xbox Game Pass.
Todo esto nos lleva a la pregunta de ¿qué va a hacer Sony en respuesta? Y es que, si no se quedó atrás cuando Microsoft compró a Bethesda y reservó sus juegos en exclusiva para Xbox Series X y Xbox Series S, seguro que ahora parece que sí. Con la PS5 perdiendo de la noche a la mañana Overwatch, Diablo, Call of Duty, World of Warcraft, StarCraft y muchas más series de juegos populares.
Si añadimos todos los juegos que PlayStation no tiene del catálogo de Bethesda: DOOM, Dishonored, Fallout, Prey, The Elder Scrolls y RAGE, se trata de un enorme vacío de juegos que Sony debe llenar. Después de todo, va a ser difícil vender el posible servicio de suscripción PlayStation Spartacus (que busca rivalizar con Xbox Game Pass) con una fracción de los juegos que se ofrecen.
Sin duda, a pesar de la tendencia de la firma japonesa a inclinarse hacia lo conservador, necesita forzar su mano aquí y hacer algunas adquisiciones propias ya que, por mucho que me guste PlayStation, creo que ahora sólo hay una opción para la gran mayoría de los usuarios.
Si un gamer viene conmigo y me dice "Rob, tengo 550 dólares (11 mil 258 pesos) debería comprar un PS5 y un videojuego en físico o la Xbox Series X y una suscripción anual de Xbox Game Pass Ultimate", le aconsejaría gastarlos en Xbox todas las veces, ya que la propuesta de valor está ahora fuera de las cartas. También está a prueba de futuro en lo que respecta a la posibilidad de obtener todos esos juegos exclusivos de Xbox, a los que probablemente no tendrán acceso en PS5 independientemente de si compran el juego físicamente o lo obtienen digitalmente.
Sí, por supuesto. PlayStation tiene sus propios títulos exclusivos y esos sin duda serán factores claves para que algunos usuarios compren la PS5. Pero cuando la balanza se incline tanto a favor de Xbox, esos jugadores van a ser una minoría cada vez más pequeña.
No, creo que Sony tiene que actuar y hacerlo ahora para fortalecer sus propios estudios, tal vez empezando por la compra de Capcom, Square Enix o SNK. También está el viejo estudio de juegos japonés Konami, de la fama de Metal Gear Solid y Castlevania, que parece una opción inteligente. Aunque sigue dominando las ventas de hardware de PS5 en esta generación, cada vez tiene más pinta de estar ganando la batalla, pero no la guerra de las consolas a futuro.
