Si eres un usuario de smartphone Android y un conductor, entonces vas a querer Android Auto. Pero, ¿qué hace exactamente Android Auto? En esencia, es una forma de conectar tu smartphone Android a la pantalla del coche.
Sin embargo, Android Auto no se limita a actuar como un gran dispositivo que siempre está a la vista, sino que se utiliza para tareas básicas de comunicación, entretenimiento, navegación y voz para que puedas mantener las manos en el volante y los ojos en la carretera.
Por supuesto, necesitarás un vehículo compatible con el kit necesario para poder conectar tu smartphone Android por USB (algunos coches recientes son compatibles con Android Auto Wireless, por lo que puedes prescindir del cable) para que todo funcione.
A continuación, te explicamos lo que puede hacer Android Auto y sus 5 características principales:
Android Auto incorpora Google Maps para la navegación, de modo que puedes configurar fácilmente las rutas para ir de A a B. Al igual que en Maps, ofrece navegación giro a giro, incluso por voz (puedes silenciarla si lo deseas) y, si tu coche tiene el soporte necesario, datos complementarios en pantallas secundarias para ayudarte con las opciones de carril, cruces de salida y similares.
Además, Google también supervisa el tráfico en directo, utilizando datos anónimos de otros conductores en tiempo real, por lo que si tu ruta está saturada te lo hará saber y te dirá que vas a tardar más, o te ofrecerá opciones alternativas para tratar de reducir el tiempo de conducción.
Además de la navegación por defecto de Android Auto, existen otras opciones más amplias. Si eres un usuario de Waze, por ejemplo, puedes utilizarlo a través del sistema para lo que muchos describen como una experiencia aún más óptima.
Una gran característica de Google es el Asistente de Google y su control de voz. Eso está incorporado en Android Auto, también, si decides usarlo. Es especialmente útil mientras se conduce porque las leyes en torno al uso del smartphone son estrictas (ni siquiera se puede sostener un dispositivo mientras se controla un vehículo en el Reino Unido).
Lo bueno de la voz y de Android Auto es que todo está integrado. Puedes decirle al sistema que envíe a tu hermano un mensaje en WhatsApp o Messenger y luego dictarlo. Además, es bastante preciso, lo que siempre ayuda.
Android Auto puede incluso leer los mensajes entrantes, si le das permiso para hacerlo, lo que puede ser útil si recibes un SMS mientras conduces a un aeropuerto diciéndote que tu vuelo ha sido cancelado, o simplemente estás tratando de mantenerte al día con los últimos chismes en un grupo de WhatsApp.
¿Quién no escucha música mientras conduce? Android Auto es una gran manera de escuchar tus canciones favoritas, y a través de tus aplicaciones favoritas. Por ejemplo, hay una conexión directa con Spotify, o quizás quieras escuchar a través de BBC Sounds tu programa favorito.
Como la voz está tan integrada en Android Auto, puedes pedir en voz alta lo que quieres escuchar, desde qué aplicación, y el sistema lo localizará e iniciará la reproducción. Si no tienes controles fáciles de usar en el volante de tu coche, la voz es una buena forma de saltar, pausar, etc.
Si utilizas Android y el conjunto de aplicaciones de Google para planificar tu vida personal y laboral, lo más probable es que tengas un montón de reuniones programadas, y Android Auto es una forma estupenda de aprovechar todas esas citas. El sistema puede avisarte a través del Calendario, puedes tocar las citas para iniciar la navegación y utilizar la voz para avisar a los contactos si vas a llegar tarde.
De acuerdo, hay una pequeña advertencia: tienes que poseer un vehículo que ofrezca compatibilidad con Android Auto (y no todos lo hacen: el Mini, por ejemplo, todavía es solo Apple CarPlay) y el necesario sistema integrado basado en la pantalla (también hay productos posventa como solución).
Una vez marcada esa opción, ya está: solo tienes que conectar tu smartphone a través del puerto USB (a no ser que tengas compatibilidad con Android Auto Wireless, que es una función más reciente) y conceder los permisos de acceso y ya está: todas esas fantásticas funciones anteriores son tuyas.
