En su informe Sex Census 2023, la marca sueca de bienestar sexual LELO asegura que muchos de nosotros pronto disfrutaremos de la Inteligencia Artificial como parte de nuestra experiencia sexual. La revista de negocios Forbes coincide, citando predicciones de que la mejor tecnología de juguetes sexuales alcanzará un valor de 122.000 millones de dólares en 2026.
Las fantasías sobre la relación entre la Inteligencia Artificial y la tecnología sexual no son nuevas, al menos en el cine. ¿Quién podría olvidar a Ava y Kyoko en Ex Machina, o al personaje de IA de Scarlett Johansson en Her? Sin embargo, con los recientes avances en IA y RV (te estamos mirando a ti, Lovense y Apple Vision Pro), la tecnología sexual ha dejado de ser una fantasía creativa para convertirse rápidamente en parte de nuestro día a día.
La Inteligencia Artificial ya existe en la industria del bienestar sexual, pues los juguetes sexuales inteligentes son bastante comunes. La teledildónica (o cibersildónica) es una tecnología inmersiva que estimula la masturbación mutua hiperrealista entre parejas, o incluso con un ser virtual. También seguiremos viendo más juguetes sexuales con inteligencia artificial, como el masturbador masculino Autoblow AI+, entrenado con información obtenida de 1.000 horas de videos de sexo oral.
La realidad virtual en la industria del cine para adultos es un fenómeno creciente. Su mayor sitio, VRPorn, recibe actualmente unos 8 millones de visitas mensuales y puede verse en Oculus Quest y Google Cardboard, entre otros.
Un desarrollo polémico entre la Inteligencia Artificial y la industria del bienestar sexual es la aparición de los bots sexuales. No confundir con las muñecas sexuales, un bot sexual puede moverse, estar de pie y hablar. Su cerebro y su "personalidad" se controlan a través de una aplicación en un smartphone. En la actualidad, los robots sexuales están muy limitados, en parte por su precio (unos 7.000 £). También existen diversos motivos de preocupación, como la cosificación sexual.
Sin embargo, parece que hay muchos interesados. Un tercio de los encuestados por LELO afirmó que utilizaría o "tal vez se plantearía utilizar" un robot sexual si se lanzara una opción asequible. El detalle por sexos era de un 43,9% de hombres, un 21% de mujeres y un 71% de personas no binarias.
Una forma más común de AI en el bienestar sexual es el uso de un chatbot como pareja sexual virtual. Soulmate AI proporcionó este servicio hasta su cierre a finales de 2023, dejando a miles de digisexuales con el corazón roto y dirigiéndose a aplicaciones, como Replika o Kindroid.
Uno de cada 10 encuestados por LELO declaró que utiliza (1%) o le gustaría utilizar (7,8%) bots de IA, como ChatGPT, con fines sexuales. En el informe se lee: "otros disfrutaron de 'chats online' con los bots para satisfacer sus necesidades sexuales".
Los sitios porno están utilizando la IA para aprender sobre sus usuarios, creando sofisticados algoritmos que ofrecen contenidos a medida. Las predicciones son que, a medida que se profundice en la relación entre la IA, la RV y la industria del cine para adultos, los usuarios llegarán a esperar videos hechos a su medida. La industria, por supuesto, ya ha sido objeto de intensas críticas por la multiplicación de videos deepfake.
La unión de la IA y el sector del bienestar sexual presenta muchos puntos positivos, según sugiere LELO en su informe Sex Census. La IA puede aportar beneficios educativos o ser útil para quienes luchan contra la ansiedad social o la discapacidad. "Además, cuando se aplica a los juguetes sexuales", dice el informe, "esta tecnología podría ofrecer una experiencia más personalizada a los consumidores".
Entre los puntos negativos, el Dr. Joseph Walton, investigador de la Universidad de Sussex, señala los problemas relacionados con la privacidad y la vigilancia de datos, el sesgo algorítmico y el impacto psicológico a largo plazo de la personalización basada en datos. En el informe de LELO también se citan otras preocupaciones relacionadas con la objetivación, el consentimiento, el desarrollo natural de las relaciones y la marginación de la comunidad LGBTQ+.
La IA y la industria del bienestar sexual ya son socios. Bueno y malo, el futuro solo promete más colaboración, así que habrá que ver qué sale de ahí.