Se caen las hojas, llega el frío y la ropa de verano se guarda rápidamente, lo que significa que hemos entrado oficialmente en los meses más fríos del año. Pero cuando las mañanas y las noches empiezan a oscurecerse, las plantas de interior empiezan a sufrir por la falta de luz solar.
Seamos sinceros, cultivar plantas de interior y mantenerlas vivas puede ser complicado incluso en las mejores condiciones. Pero cuando cambia el tiempo, las plantas de interior pueden marchitarse rápidamente, aunque las hayas colocado lo más cerca posible de la luz natural y les hayas dado mucha agua.
Un truco práctico para mantener las plantas de interior vivas y prósperas es invertir en una luz de cultivo LED. Las luces de cultivo son luces eléctricas que proporcionan un espectro de luz adaptado a las necesidades de las plantas o que imitan la luz solar y las condiciones del exterior. La intensidad y los niveles de brillo de las luces de cultivo son los que ayudan a las plantas a crecer, aunque estén en una habitación oscura.
Utilizar iluminación artificial como los mejores focos inteligentes o luces LED de cultivo es una forma sencilla de cuidar tus plantas en cualquier tipo de situación lumínica y ambiente. Si el tipo de planta que tienes se beneficia de una luz más intensa, las luces de cultivo pueden ser una buena solución, y si estás cultivando plántulas a principios de año, pueden ayudar a que crezcan plantas más fuertes.
Para mantener tus plantas de interior vivas este otoño/invierno, a continuación te explicamos qué debes tener en cuenta a la hora de comprar una luz de cultivo y cómo utilizarlas en casa.
A la hora de elegir una lámpara de cultivo, debes elegir una lámpara especializada en plantas, ya que los focos estándar no son lo suficientemente brillantes para cultivar plantas y no son tan eficientes energéticamente.
En primer lugar, la luz de cultivo LED que elijas dependerá del tipo de plantas que tengas. Algunas plantas necesitan más luz que otras, mientras que otras pueden necesitar diferentes intensidades y colores. Antes de elegir una luz de cultivo, asegúrate de investigar sobre tu planta para saber qué tipo necesitas.
A continuación, busca focos o tiras que ofrezcan un espectro de luz completo. Las plantas absorben sobre todo luz azul y roja para crecer, ya que estas luces estimulan el crecimiento y la producción de flores. La luz de cultivo LED o los tubos fluorescentes T5 HO (la mayoría de horticultores y centros de jardinería los ofrecen) deben ser duraderos y de bajo consumo. Como la luz que emiten es tan brillante, conviene que el foco tenga bajas temperaturas de funcionamiento y, como es posible que quieras utilizarlas durante varias horas, no quieres que se dispare la factura de la luz. El foco o tira de luz que elijas tampoco debe emitir un calor excesivo, ya que puede dañar algunas plantas.
Puedes encontrar luces de cultivo LED en Amazon, pero una de las favoritas son las luces de cultivo Gathera. Gathera ofrece luces LED de espectro completo, rojas y azules, y configuraciones para toda la estantería.
Una vez que hayas comprado una luz de cultivo LED, es hora de instalar la plantación. Asegúrate de leer las instrucciones antes de empezar, pero, en general, debes centrarte en la posición de la luz y en el tiempo que la dejas encendida.
En el caso de las luces de cultivo LED, el foco, tira o lámpara debe estar a una distancia de entre 30 y 30 cm de la tierra de la planta. La luz debe cubrir por completo la planta para ayudarla a crecer mejor y más fuerte, pero si la planta no está bien cubierta por la luz, debes rotarla con regularidad para que reciba una cobertura uniforme.
Las luces de cultivo LED pueden permanecer encendidas durante varias horas, que es lo que necesitan las plantas para crecer correctamente. Las plantas también necesitan descansar, por lo que la luz de cultivo no debe estar encendida todo el día. Según Urban Leaf, las luces de cultivo pueden estar encendidas entre 14 y 16 horas al día para que las plantas de interior sigan creciendo y floreciendo. Otras fuentes recomiendan reducirlas a 12 horas cuando la planta empiece a florecer.
Si tus plantas de interior están completamente desarrolladas (es decir, no son arbolitos), ésta es la mejor forma de utilizar una luz de cultivo. Pero si estás intentando cultivar una planta a partir de plántulas, debes empezar a utilizar la luz cuando hayan salido de la tierra.