Cuando estás en medio de una partida intensa, lo último que quieres es que tu PC se ponga lenta. Los cuellos de botella pueden ser esa molestia silenciosa que arruina la experiencia, sin que te des cuenta. ¿Te ha pasado que, a pesar de tener una computadora potente, el rendimiento no es el esperado? La culpa podría estar en un componente que no está a la altura de los demás, limitando el rendimiento general. En este contexto, Kingston explica qué son los cuellos de botella, cómo afectan tu experiencia de juego y qué puedes hacer para evitarlos.
"Esta situación puede notarse casi inmediatamente durante una partida, ya que se manifiesta mediante caídas de fotogramas por segundo (FPS) o también por retrasos en el procesamiento de los datos, frustrando la experiencia. Lo primero es identificar el origen del problema, para luego ver qué alternativas existen, como por ejemplo hacer upgrade de ciertos componentes".
Explica Luis Pérez, Gerente de Tecnología para México y Centro América de Kingston Technology
El CPU (Unidad central de Procesamiento) se encarga de gestionar todas las tareas no gráficas durante el juego y las tareas de uso intensivo como la edición. Esto incluye el procesamiento de las lógicas del juego, el comportamiento de la IA, los cálculos físicos y mucho más. En algunos juegos, especialmente aquellos que consumen mucha memoria (como los RPG de mundo abierto; por ejemplo, World of Warcraft), el CPU con poca potencia puede tener dificultades para satisfacer las demandas del juego y del resto del sistema. Esto también limita la rapidez con la que la GPU y otros componentes pueden procesar los fotogramas y enviarlos a la pantalla.
Esto además puede provocar problemas físicos en los componentes de la PC, como altas temperaturas y consumo de energía.
Por otro lado, la GPU se encarga de la representación gráfica del juego. Esto incluye el procesamiento de texturas, sombras y todos los aspectos visuales que hacen que los títulos se vean espectaculares. Se produce cuando está a máximo rendimiento, mientras que el CPU todavía tiene más capacidad que ofrecer. Esta situación se suele dar en juegos gráficamente exigentes que llevan al límite la resolución, las texturas y las velocidades de fotogramas, como Cyberpunk 2077, Red Dead Redemption o Black Myth: Wukong.
Aunque mejorar el CPU y el GPU es la forma más directa de solucionar los cuellos de botella, otros componentes como la RAM y el almacenamiento también desempeñan un papel clave en la optimización del rendimiento de los juegos.
La actualización de componentes como RAM y SSD puede realizarse incluso en notebooks. Pero en PCs de escritorio, el abanico se amplía y es factible actualizar otros elementos, como por ejemplo el sistema de refrigeración, la fuente de alimentación e incluso la placa madre.
"Lograr máxima fluidez es un reto intrínseco de los juegos de PC debido a la interacción entre varios componentes de hardware. Aunque mejorar la CPU y la GPU es la solución más directa, las mejoras de la RAM y el almacenamiento; como el cambio a SSD NVMe o memorias de alto rendimiento, pueden mejorar significativamente el rendimiento general y mitigar parte del esfuerzo del sistema."
Finaliza Luis Pérez.
En definitiva, una PC correctamente balanceada en CPU, tarjeta gráfica, memoria RAM más veloz con capacidad más grande y un SSD's NVMe M.2 garantiza una jugabilidad más fluida, tiempos de carga más rápidos y menos problemas de rendimiento, algo fundamental para disfrutar de una experiencia de juego inmersiva.
Ahora ya sabes como evitar los cuellos de botella en tu PC para experimentar el verdadero potencial de tu equipo en tus próximas partidas. Si quieres más recomendaciones y consejo para sacar el máximo rendimiento a tus dispositivos, te recomendamos seguir atento a nuestro sitio web, T3 Latam.