Los últimos dos años no han sido muy divertidos para los gamers que construyen sus propias PC. Los precios de las mejores tarjetas gráficas no han hecho más que incrementar; se han ido hasta las nubes, fuera de órbita y han llegado a galaxias lejanas donde las GPU valen más que todos los metales preciosos del universo. No estoy exagerando, el año pasado vimos GPUs RTX 3090 (que tenían un precio recomendado al público de mil 500 dólares) llegar a valer más del doble en eBay; las RTX 3080 con un precio recomendado de 700 dólares se vendían hasta al triple.
La buena noticia es que varios factores diferentes, que contribuyeron a que eso sucediera, están empezando a disminuir y los precios están por fin en una tendencia a la baja. Todavía no hemos llegado a los precios de venta recomendados por los fabricantes, pero nos estamos acercando. Los problemas de disponibilidad se han ido y eso significa que los precios están empezando a disminuir.
Entonces, ¿qué es lo que ha provocado estos precios tan disparatados? Si estás pensando en los mineros de criptomonedas… pues sí. Pero no son la única razón.
Gran parte del problema se debe al clásico tema de la oferta y la demanda. La gente quería tarjetas gráficas y los fabricantes no podrían hacerlas lo suficientemente rápido, así que los precios aumentaron. Pero hay más que eso.
Parte de la escasez de inventario se debió a la pandemia. Dado que la mayoría de las fábricas estaban cerradas, hubo una escasez global de semiconductores que afectó a cualquier producto que lleve un chip adentro y, por ende, las tarjetas gráficas de gama alta fueron particularmente afectadas. Todo esto aumentó los precios porque algunas personas no querían esperar.
Y no podemos dejar de señalar que, durante ese periodo, los precios de venta recomendados por los fabricantes para algunas de sus tarjetas de gama alta también empezaron a subir. La idea es obvia: si hay gente que obtiene grandes beneficios vendiendo GPUs, los fabricantes prefieren que sean ellos y no los revendedores.
Otro problema fue causado por los distribuidores que tomaban ventaja de la escasez para ofrecer paquetes: te damos X GPU si también te llevas Y productos que no se han vendido tan bien, como un montón de tarjetas madre. En algunos casos, eso significaba que no podías comprar sólo la GPU; tenías que pagar también por componentes que no necesariamente querías o necesitabas, o incluso comprar un sistema completo.
Y luego, para empeorar las cosas, estaban los mineros de criptomonedas, que compraban todas las GPU que podían para que el Armagedón se produjera más rápidamente. Pero eso es otro artículo, y prefiero terminar con una nota alta: los precios de las GPU realmente bajarán en 2022.