Basta con ver la reciente keynote de Google I/O, en la que alrededor de dos tercios de la presentación se dedicaron a hablar de IA, para darse cuenta de lo importante que es la Inteligencia Artificial. Los programas ChatGPT y Google Bard son impresionantes y tienen sus propias preocupaciones por la autenticidad de las palabras escritas, pero como amantes de Spotify, nos preocupa más la música con IA
El mes pasado, los aficionados a la música recibieron una sorpresa: dos de los artistas más importantes del mundo, Drake y The Weeknd, lanzaron una canción sorpresa, Heart On My Sleeve… excepto que no lo hicieron. La canción, publicada bajo el seudónimo Ghostwriter, sonaba exactamente igual que los dos artistas canadienses, pero en realidad había sido creada sin permiso por una IA entrenada con sus voces. ¡Qué miedo! Esta ha sido la más sonada de las miles de canciones creadas con IA que se han publicado en la plataforma, muchas de ellas procedentes de la plataforma de IA Boomy.
La tecnología tiene su lugar en la música: géneros enteros, como el tecno, se construyen a partir de ella, mientras que Gorillaz es una de las bandas más conocidas del mundo desde hace décadas, a pesar de que ninguno de sus avatares animados existe realmente.
Al menos sigue habiendo auténtica creatividad humana. Sin embargo, las canciones creadas con IA, como la colaboración entre Drake y Weeknd, podrían destruir la industria musical. Pedir simplemente a una IA que "cree X canción sobre X tema al estilo de X artista" no tiene ningún mérito artístico y plantea todo tipo de problemas de derechos de autor si se publica comercialmente. Una rápida búsqueda en Google de "AI Song Generators" podría ayudarte a crear una canción al estilo de Taylor Swift en dos minutos, pero no será ni de lejos tan buena y no es arte.
¿Por qué alguien publicaría música como otra persona? La respuesta fácil es el dinero. Los ingresos residuales del streaming pueden ser rentables si una canción despega y es una estafa de bajo costo. Para entrar en Spotify, los artistas tienen que estar vinculados a un distribuidor reconocido, pero esto no es una barrera de entrada muy alta, ya que algunos como Distrokid ofrecen la posibilidad de subir una cantidad ilimitada de canciones a Spotify por tan sólo 22,99 $. Genial si eres un aspirante a músico, pero también fácilmente explotable.
Algunos artistas han aprovechado el potencial de la IA: Grimes (que tiene más de 5 millones de oyentes mensuales en Spotify) ha prometido repartir los derechos al 50% con cualquiera que desee utilizar su voz para generar música con IA. Para ser justos, es una forma excelente de poner la música al alcance de todo el mundo. Pero copiar a otro artista sin permiso no está bien.
El propio Spotify ha introducido la IA en la plataforma con su función AI DJ, pero por muy molesta que sea, al menos no pretende ser otra persona. Nos encanta la música por su autenticidad emocional, y la música con IA no sólo está robando a los artistas, sino que está privando a los oyentes del tiempo que podrían dedicar a escuchar a cualquiera de los miles de brillantes artistas emergentes que necesitan apoyo.
