VEREDICTO T3
Jurassic World: Dominion es un capítulo final frustrante en la serie, y uno que se siente como una oportunidad perdida. No es un completo desastre, pero es una película que simplemente sigue la misma fórmula blanda que las últimas entradas. La acción complacerá a los fanáticos, al igual que el regreso del trío principal de la película original y los toques de humor. Sin embargo, dejando de lado esos aspectos, Dominion está lejos de ser la película que esperábamos obtener.
Pros
Cons
Desde que Jurassic Park se abrió camino hacia el éxito en 1993, la franquicia cinematográfica centrada en los dinosaurios anhelaba recuperar un nivel similar. Las múltiples películas de la serie han intentado sin éxito replicar la icónica película de acción y aventuras de ciencia ficción y –para ser honestos– la trayectoria de la serie ha ido en descenso con cada entrada que ha llegado.
Entonces, para Jurassic World: Dominion, la presión está en un punto altísimo. La sexta (y aparentemente última) entrada de la línea principal de la franquicia tiene la tarea de dar cierre a una serie que ha perdido su brillo, poner fin a sus dos trilogías cinematográficas y ofrecer más acción titánica y emocionante de dinosaurio vs dinosaurio.
Sin embargo, al igual que el evento cataclísmico que acabó con los dinosaurios hace 65 millones de años, Dominion es algo así como un evento de nivel de extinción para la franquicia Jurassic. Para muchos será una película "de relleno" e insulsa, con lo que Dominion clava el último clavo en el ataúd de la serie de películas Jurassic con una historia en apariencia genial, pero con muy poca sustancia. Y es una verdadera lástima: hay algunos momentos realmente buenos que, si se ampliaran, podría haber sido una entrega un poco más cautivadora. Y como están las cosas, incluso dichos momentos no serán suficientes para salvar a Jurassic World: Dominion de lo que es: una película sobrecargada, demasiado larga y demasiado predecible.
Ambientada cuatro años después de los eventos de Jurassic World: Fallen Kingdom, Dominion encuentra a la humanidad tratando sin éxito de coexistir con los dinosaurios liberados por Owen Grady (Chris Pratt), Claire Dearing (Bryce Dallas Howard) y Maisie Lockwood (Isabella Sermon) durante el clímax de la película anterior.
El trío ahora vive en un lugar remoto para mantener a Maisie a salvo: es un clon de Charlotte Lockwood, también conocida como su madre, y organizaciones nefastas y mercenarios la están buscando para poder descubrir los secretos de su ADN. Sin embargo, a pesar de los mejores esfuerzos de Owen y Claire, la ahora adolescente (y rebelde) Maisie es secuestrada junto con Beta, el bebé de Blue, el velociraptor entrenado por Owen en Jurassic World. Al igual que Maisie, Beta es una copia idéntica de Blue, que logró reproducirse sin pareja, por lo que su ADN es tan especial como el de Maisie.
Mientras tanto, Estados Unidos está luchando para combatir un enjambre gigante de langostas genéticamente modificadas que está destruyendo vorazmente cultivos en el corazón de la agricultura, es decir, aparte de los cultivos modificados propiedad de Biosyn, una compañía de genética malvada. Convencida de que Biosyn es responsable de crear las langostas para poder controlar el suministro de alimentos del mundo, la doctora Ellie Sattler (Laura Dern) solicita la ayuda de sus antiguos compañeros de aventura en Jurassic Park, Alan Grant (Sam Neill) e Ian Malcolm (Jeff Goldblum) para investigar más a fondo.
Mientras que todos corren para rescatar a Maisie y Blue, y evitar que el fundador de Biosyn, Lewis Dodgson (Campbell Scott), lleve a cabo su plan maestro, respectivamente, no pasa mucho tiempo antes de que colisionen y forzosamente se vean obligados a decidir el destino de la humanidad, los amados y temidos dinosaurios, y el mundo mismo.
Si la trama de Dominion parece saturada, es porque lo es. Claro, es fácil de seguir: definitivamente es una película para que desconectes tu cerebro, pero se esfuerza demasiado, narrativamente hablando. Dominion está sobrecargado de exposición de la trama, desvíos innecesarios y numerosas secuencias de acción que no emocionan ni deleitan: no ofrecen nada sustancial a los escenarios que se desarrollan. Están incluidos porque sí, y hacen que se sienta como si la película estuviera siguiendo solo por inercia.
Igualmente exasperantes son las historias simultáneas de la película. Los avances muestran que Owen y compañía unen fuerzas con el trío original de la película mucho antes, pero no es hasta las últimas etapas de la película cuando sus tramas se entrelazan. En el momento en que realmente podemos ver la química entre los principales actores de la película, es demasiado corto y llega demasiado tarde. La desesperación por sobrevivir y huir de la sede principal de Biosyn se convierte en el principal impulsor de la trama, evitando que se produzcan interacciones significativas entre los personajes.
La trama general de Dominion también es innecesariamente predecible, como de receta de cocina. Es sencillo averiguar hacia dónde se dirige la historia a continuación, un aspecto que no se ve favorecido por la cantidad de información expositiva proporcionada por el elenco. Y, a pesar de que los protagonistas de la película se encuentran en situaciones peligrosas, nunca tienes la sensación de que alguno de ellos esté realmente en peligro. Una vez que eliminas cualquier apariencia de tensión de las escenas de acción más llenas de suspenso de la película, solo tienes la sensación de que, al final, todos los actores principales estarán bien. Vaya, son los héroes, después de todo, pero ¡vamos!, un poco de estrés no caería mal a una trama más bien simple.
Con tantas inclusiones superfluas, las dos horas y 26 minutos de Dominion se sienten como si estuvieras en clase, y no una buena (la clase de matemáticas de las siete de la mañana de la prepa nos viene a la mente). Eliminar 30 minutos de contenido habría sido una decisión sensata, que habría dado lugar a una narrativa menos redundante y más cohesiva. Nos hace falta el desarrollo de los personajes y aún no hay suficientes momentos de suspenso como para que todo lo que dura la película se justifique.
Dado lo amada que es la película original de Jurassic Park, no será una sorpresa saber que las mejores partes de Dominion son las que están llenas de nostalgia.
Las reintroducciones de Neill, Dern y Goldblum son deliciosas, y cada uno aporta el sarcasmo, la descaro, el encanto y la valentía característicos de sus personajes a los procedimientos de una manera satisfactoria. Es un momento genuinamente agradable para la multitud cuando los tres también se reúnen, Dominion marca la primera vez que comparten un tiempo de pantalla considerable desde la película de 1993.
Para una película que está dispuesta a explotar el sentimentalismo en los fans, Dominion está llena de guiños, remembranzas y referencias a Jurassic Park. Claro, la antigua atracción basada en dinosaurios se menciona por su nombre, pero son otras partes de la trama de Dominion las que seguramente harán sonreír a los fanáticos. Mencionarlos aquí sería arruinar la sorpresa, pero ten por seguro que los reconocerás cuando los veas.
Curiosamente, Jurassic World: Dominion también es una película divertida, a veces inesperadamente. Sí, las bromas características de Goldblum y la sensibilidad sarcástica de Neill inevitablemente provocan risas, pero hay partes de Dominion que probablemente no se pensaron que pudieran ser chistosas, que terminan siendo mucho más divertidas de lo previsto. Para una película tan seria y dramática como Dominion, su humor es una adición subestimada pero bienvenida.
Hablando de su contenido de peso, Dominion no tiene miedo de llevar su exploración temática a los hombros de los espectadores. Su mensaje ambiental es importante, aunque un poco estricto y sermoneador, mientras que su agenda de "la humanidad es mala, y he aquí por qué" es demasiado obvia. Este último es un tema que actúa como hilo conductor a lo largo de la serie Jurassic y, aunque es molesto escucharlo por enésima vez, al menos es un tema que es consistente en una franquicia de películas más bien inconsistente.
¿Y la acción? No es una sorpresa que los mejores encuentros físicos de Dominion son aquellos en los que dos o más dinosaurios se enfrentan cara a cara. Llevamos casi 30 años en la franquicia, pero sigue siendo tan agradable como siempre ver al icónico Tyrannosaurus Rex de la serie enfrentarse a otro depredador en la cadena alimenticia prehistórica. Puede que no sea del gusto de algunos aficionados al cine, pero es el tipo de gran diversión tonta que necesita esta película.
Es igualmente entretenido ver a esos mismos dinosaurios tomar un trozo o dos (¿o deberían ser varios?) de su carnosa presa humana también. No debería ser tan agradable ver a estos gigantescos reptiles devorar a las personas que se interponen en su camino, pero aún así lo es (¿quién no disfrutó en 1993 cuando el T-Rex se comió al abogado carroñero y avaro? Nosotros, sí). Dada la naturaleza laboriosa de la acción humana contra humana de la película, es agradable que, 29 años y seis películas después, la serie Jurassic continúe ofreciendo confrontaciones de dino vs dino o dino vs humano que complacen a los fans.
Jurassic World: Dominion se siente como un final aceptable para la serie de películas basada en dinosaurios. Dejando a un lado el original de 1993, la franquicia ha sido una mezcolanza de narraciones desordenadas e infladas, diálogos un poco vergonzosos y una nueva versión segura de la misma fórmula cansina de narrar.
Hay algunas características redentoras sobre Dominion: el regreso de los doctores Grant, Sattler y Malcolm es gratificante, es un asunto divertido ya veces tierno, y algunas secuencias de acción –principalmente aquellas que involucran dinosaurios carnívoros– son bastante entretenidas.
Lamentablemente, hay demasiadas metidas de pata con Dominion para que se considere una buena película. A algunos fanáticos les importará un pepino si la historia es digna de un Oscar o de un Razzie, sus temas profundamente significativos o su larga duración: simplemente se deleitarán con el hecho de que Dominion ofrece acción exagerada basada en dinosaurios con algo de humor y momentos sinceros a lo largo del camino.
Aun así, Jurassic World: Dominion no se acerca a capturar lo que hizo que la primera película de la serie fuera tan especial. Es poco original y no dice nada novedoso, ni hace un buen uso de todo el tiempo que dura. Al igual que los dinosaurios que coprotagonizaron a lo largo de la carrera de la franquicia, Dominion muestra que, a partir de ahora, la serie de películas Jurassic pertenece al pasado... Igual que los gigantescos e impresionantes reptiles.