VEREDICTO T3
La HT-G700 entrega una experiencia verdaderamente cinemática de la que es difícil separarte, sin importar la fuente. Es la mejor barra de sonido de rango medio disponible ahora y está muy bien pensada y diseñada.
Pros
Cons
Bienvenido a la reseña de la HT-G700 Dolby Atmos de Sony. Esta es como una secuela de la muy popular HT-X8500, presente en la lista de las mejores barras de sonido desde hace tiempo, y –como muchas grandes secuelas– está cimentada en lo que estuvo antes para entregar algo más grande, mejor y más épico.
Este es un sistema de dos cajas, es decir que tienes la barra que va debajo de tu televisor, más un subwoofer inalámbrico que puede ir donde quieras. Esto hace que sea más difícil de acomodar en una sala de tele llena de libros, juguetes y otros objetos... Aunque si lo deseas, puedes configurar el sistema sin el sub, pero no sería la misma entrega, ya que el subwoofer añade la experiencia cinemática a tus tardes de películas en casa. Puede ser sutil, pero muy efectivo.
Y ayuda que la barra principal sea más pequeña que la mayoría de los dispositivos Dolby Atmos que compiten con esta HT-G700: es lo suficientemente pequeña para caber debajo de los mejores televisores de 43 pulgadas, o televisores de 48 a 50 pulgadas, así como las mejores televisiones de 55 pulgadas... ¡Vaya! Es capaz de trabajar con televisores de 65 pulgadas.
Si has estado revisando las opciones más recientes de barras de sonido, tiene sentido que llena el espacio entre la Beam de Sonos (nuestra barra favorita asequible) y la Arc –también de Sonos–, que es la mejor opción con Dolby Atmos de una sola barra. Si quieres saber más, revisa nuestra comparativa entre ellas.
La HT-G700 se lanzó en junio de 2020 con un precio de $15 999 (aunque ahora mismo puedes encontrar algunas ofertas en El Palacio de Hierro y Amazon). Es una excelente inversión incluso sin ofertas ni descuentos.
Este es un sistema de 3.1 canales, esto es: tres drivers de rango completo en la barra, además del subwoofer. Usando el procesamiento de audio audio avanzado de Sony, promete ser capaz de usar esos tres altavoces para crear fidelidad de sonido espacial muy parecido al surround. Esta promesa de Sony de recrear los logros de un sistema Atmos de 7.1.2 es muy pretenciosa, pero –como veremos más adelante– la HT-G700 hace un muy buen trabajo tratando de cumplirla.
En comparación, la Arc de Sonos tiene 11 altavoces en diferentes ángulos, incluyendo controladores upfiring para una altura Atmos y generar un sistema de sonido similar al tratamiento espacial... Así que Sony y su procesamiento de sonido están haciendo algo que otros controladores no pueden.
Una característica que nos complace mucho es la inclusión de dos puertos HDMI: uno para conectar el sistema a tu televisor si tiene una conexión HDMI ARC o eARC (puedes usar un cable óptico si no es así), y otro para conectar una fuente de video a la barra. Esto tiene dos ventajas: primero, es que no se pierde un precioso puerto HDMI solo para la barra de sonido.
Segundo, es que si tu televisor no es compatible con Dolby Atmos (suele pasar) aún tienes la ventaja de tener Dolby Atmos en la barra: conecta una fuente compatible con Atmos o reproductor Blu-ray en la HT-G700, así el video irá a la pantalla, pero el audio Atmos se recoge y se decodifica en la barra de sonido antes de que llegue a la televisión (que no puede hacer esto último) y obtendrás la máxima calidad de audio que te causa escalofríos sin tener que cambiar el televisor.
Sony hace esto con DTS:X también: el formato rival de Dolby Atmos no se usa para reproducirse o transmitirse completo, pero está en muchos Blu-ray. Muchos de los rivales d ela HT-G700 omiten este detalle, así que los puristas estarán contentos de saber que se puede encontrar aquí.
La HT-G700 también tiene Bluetooth para reproducir música directamente a la barra, aunque no hay transmisión en alta calidad vía Bluetooth... así que no es una función importante, en realidad (aunque es un poco cool).
En el frente hay una pequeña pantalla que muestra los niveles de volumen, así como información útil (como el modo en el que está configurado el sonido), y también te permite buscar entre los menús para hacer ajustes.
Los modos principales son: Cinematic (Cinemático), Standard (Estándar), Music (Música) y el Immersive AE (o Realce de Audio Envolvente). Este último enciende la amplitud del procesamiento espacial a tope, añadiendo elementos parecidos a los del surround, incluso en las bandas sonoras más básicas.
Como con las grandes barras de sonido, notarás una mejoría en el audio que sale de la HT-G700 inmediatamente, al compararlo con el sonido que sale de tu televisor. En parte, es debido al balance mejorado y la claridad de los altavoces que se dirigen a ti directamente (ya que muchas televisiones disponen los altavoces hacia abajo o a un lado, para una apariencia más "limpia"), debido también a la profundidad extra que obtienes de la gran selección de los drivers y el subwoofer, y –por último– debido a la altura y amplitud que la barra entrega inmediatamente, sin importar la fuente del sonido.
El diálogo es regularmente el elemento "aburrido, pero esencial" (no como los bajos, que son la parte "emocionante") que queremos ver mejorado gracias a la barra de sonido, y la HT-G700 hace un trabajo extraordinario en este frente, añadiendo firmeza a las voces y destacándolas de la banda sonora. También hay un modo de mejora del diálogo (activado con solo presionar un botón) si necesitas destacar las voces aún más en una mezcla mala o si te ayuda a escuchar de forma más clara.
La dupla barra-subwoofer es tan efectiva como esperarías para añadir bases con bajos consistentes a los soundtracks. Una cosa que nos gustó especialmente es que el subwoofer se siente apto para desempeñarse en departamentos pequeños lo mismo que en terrazas llenas de gente: añade fuerza, pero no tanta como para hacer que los vecinos se quejen de objetos caídos por las vibraciones.
Si nunca has usado un subwoofer con una configuración de audio de televisor, es una mejoría que se nota al instante. No se trata de añadir efectos artificiales cuando hay golpes o se caen objetos en la pantalla: se trata de incorporar realismo. Nuestro cerebro sabe cómo se escuchan los golpes, caídas y ruidos cotidianos, y no nos damos cuenta de que esos efectos se pierden en una televisión con configuración de audio estándar... así que cuando se suma un subwoofer al juego de audio, no nos queda más que decir "Ah, cierto. Así suena".
Pero esos solo son las mejoras básicas: el mayor punto para venta es el elegante sonido direccional, algo con lo que la HT-G700 impresiona a cualquiera.
A diferencia de la Arc de Sonos, no tener altavoces traseros significa que simplemente la HT-G700 no puede replicar sonidos desde detrás de ti de forma convincente, pero cuando estás de frente a la barra de sonido, lo que se siente es que el sonido cubre la habitación.
Puedes sentir que los ruidos vienen de ambos lados de la pantalla, y de arriba y abajo... Así que la falta de controladores upfiring no se siente tanto, de no ser porque el sonido no tiene altura. La precisión es muy buena: notas que algo sucede al centro-izquierda de la pantalla, no es totalmente a la izquierda, sino que va hacia allá.
Ocasionalmente se siente como si se expandiera frente a ti: por ejemplo, en una escena con una multitud de gente, hay una voz que sobresale y viene desde atrás. O si hay un sonido corto y nítido, no hay problema... tal vez la profundidad sea compleja para este sistema de sonido, pero no desmerece.
Con bandas sonoras Dolby puedes acercarte mucho a cómo suena con Atmos al usar la opción de Mejora de Audio Envolvente (un botoncito en el control remoto), el cual analiza la banda sonora para elevarla con dirección más detallada, en cierto sentido.
Usamos este modo para películas y televisión, y no se achicó: aunque hubo algunos puntos donde no dio toda la sensación de audio que deseamos fervientemente, la salida de sonido es expansiva y de verdad iguala la imagen. No hay pierde.
Como ya sabes, somos fans de la barra Beam de Sonos, y aún tiene algunas ventajas sobre la HT-G700: el precio y reproducción de música. Pero cambiando a la presentación estéreo de aquella después del amplio entorno acústico, es inevitable que haya desencanto.
Sin embargo, la HT-G700 tiene limitaciones cuando la comparamos con sus competidores con Dolby Atmos, aunque ninguna tan grave como para que nos rompa el corazón.
La primera limitante es que no es tan dinámica como su rival más elegante. A lo que nos referimos es que es más débil con cambios drásticos en los sonidos que –y es lo primero que nos viene a la mente– la Sonos Arc. No notarías esto por sí solo cuando hay una explosión o un disparo de un arma en una escena silenciosa: el cambio es efectivo aquí. Donde se nota es en escenas donde la banda sonora es arremolinada o con ruido ambiental: un ruido extra no se destacará muy bien que digamos.
Los sonidos del impacto de un puñetazo en una escena de pelea con un registro que ruge, se sentirán débiles comparados con la forma en que la Sonos Arc los destaca brillantemente sin perder un solo beat de la música de fondo, por ejemplo. Los disparos en una escena épica pueden sonar como si estuvieran en el fondo, en lugar de ser los protagonistas.
Esto sería una misión para la Arc, ya que tiene más drivers dedicados a la causa. La Arc es como un auto eléctrico, capaz de acelerar en segundos con apenas tocar el acelerador; en tanto que la HT-G700 aún tiene que arreglárselas con los cambios de velocidad. Pero dado que deberías gastar el doble para obtener los beneficios de la Arc, creemos que es un problema menor.
Tampoco es tan buena al entregar sonidos con la profundidad que entrega la Sonos Arc. Mientras que la barra de Sony es buenísima al derrochar sonido a los lados y arriba, la Arc puede hacer que sientas que hay sonidos que vienen y van de adelante hacia atrás. De nuevo, es una cosa de nada, pero es la diferencia entre esta barra y la de gama alta de Sonos.
Finalmente, no es buena para transmitir música vía bluetooth, incluso con la configuración para música. Suena tan compacta y pana que honestamente, preferiríamos quedarnos con el altavoz de un buen smartphone que pasar por todo el embrollo de conectar el Bluetooth. Incluso el subwoofer parece no querer involucrarse cuando se trata de pistas musicales. Es raro y para nada se acerca a todo lo demás que sí puede hacer.
Si quieres una barra de sonido con este rango de precio, pero con una mejor entrega, entonces la Sonos Beam es la opción.
El diseño de la HT-G700 no es elegante, pero no tiene nada de malo y sí mucho de bueno.
La construcción de la barra de sonido es sólida, incluyendo la rejilla plástica –hay una tendencia de rejillas de tela en algunas barras de sonido, que a veces se ven fantásticas, pero los sets de televisión son como imanes para el polvo y un chasis de materiales sólidos es más fácil de limpiar.
Tiene una pequeña pantalla LDC escondida debajo de la rejilla en el frente para mostrar los niveles de volumen y funciona como el menú para cargar las configuraciones.
La barra de sonido mide solamente 64 milímetros de alto, así que puede acomodarse debajo de cualquier televisor. También mencionamos que no es muy larga: solo 980 mm, es ideal para televisores de 48 pulgadas o más grandes, y no se vería mal con una televisión de 43 pulgadas. Es otro punto a favor, comparada con sus rivales más caras: casi todas son más grandes, a la medida de sets de 55 pulgadas o incluso más grandes.
El subwoofer es de tamaño moderado y con un diseño básico. Es demasiado grueso para caber debajo de cualquier sofá (hay subwoofers diseñados especialmente para esto), pero tampoco es enorme. Puedes ponerlo junto a la televisión y no se siente como un objeto fuera de lugar. Pero ya que es inalámbrico, puedes esconderlo básicamente donde quieras.
Hablando del subwoofer inalámbrico, este sistema da en el clavo con la experiencia de configuración. Sácalo de su empaque, enchufa ambos dispositivos, conecta la barra a la televisión... y escucha. Ambos dispositivos están sincronizados de fábrica y no se requiere de una aplicación porque no hay un altoparlante Wifi, y la conexión HDMI trabaja sin problemas. Cuando conectamos una fuente en el puerto HDMI para ir a la televisión, eso también funcionó instantáneamente. Sin dramas. Ni siquiera vimos el manual de instrucciones (somos unos rebeldes) hasta que quisimos indagar a profundidad en los menús.
El pequeño control remoto tiene botones para cambiar los modos de audio principales, pero hay algunas configuraciones extra que los audiófilos amarán. La diminuta pantalla LCD no puede explicar lo que hacen estos modos, pero el instructivo sí, y cuando ya sabes qué buscar, la navegación es bastante simple. Como decimos, la clave es que nunca tendrías que apretar más de un botón para obtener lo que deseas.
También puedes ajustar el volumen del subwoofer de forma individual desde el control remoto o puedes elegir la barra de sonido nada más, si lo quieres.
Esta es una gran barra de sonido, y la recomendamos de verdad para aquellos que tienen una televisión de rango medio y que desean una gran experiencia cinemática. La manera en que crea un sonido rico y dirigido es en serio impresionante, y está muy bien diseñada. Vale cada centavo que pagas.
Está muy cerca de ganar cinco estrellas y quisiéramos que Sony hubiera podido incluir uno dos controladores upfiring, como en la HT-SBW800 Dolby Atmos de Sharp (que tiene el mismo precio, aunque le falta altura al sonido y un toque más de dinamismo para ser casi perfecta).
Tal cual es, pensamos que es la opción por la que muchos deberían decantarse por este precio, gracias a su usabilidad y gran sonido.