Si seguiste el evento especial Apple 2024 para ver con emoción lo que seguramente se convertiría en el futuro de todos los Apple Watch, puede que te sientas un poco decepcionado.
El Series 10, aunque añade una nueva pantalla más brillante, una carcasa más ligera y una carga más rápida, no logró reinventar el concepto de wearable de Apple de la misma manera que lo hizo el iPhone X en 2017. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿ha dejado de evolucionar el Apple Watch?
Como normalmente ocurre, puede que encuentres la respuesta mirando no al futuro, sino al pasado de los mejores Apple Watch. Aunque cada versión, que ya tiene 10 años, cuenta con pequeñas actualizaciones, a lo largo de los años, todas ellas se han sumado para crear lo que ahora es el smartwatch más popular del mundo. ¿Veremos algún día un Apple Watch completamente diferente, o esto es todo? ¿Qué modelos del pasado fueron actualizaciones de referencia? ¿Y qué significa el Series 10 para el futuro del wearable? Vamos a descubrirlo.
El viaje de Apple con el Watch comenzó con el modelo original (ahora llamado Series 0 en línea) y el Series 1, que estableció firmemente la categoría de smartwatch para la marca. Al principio, la atención se centró tanto en la moda y la estética como en la funcionalidad, y la compañía posicionó el Watch como un accesorio de lujo, gracias a colaboraciones con marcas de gama alta como Hermès.
El Series 2 fue un gran cambio, ya que Apple se centro hacia el seguimiento de la salud y la forma física. Esta versión incorporó el GPS, una función clave para los corredores y los amantes de las actividades al aire libre, que permite al reloj realizar un seguimiento de la distancia y la ubicación independientemente del iPhone. La resistencia al agua fue otra mejora notable, abriendo nuevos formas de uso para los nadadores y marcando el reloj como un compañero de fitness versátil.
La Serie 3 represento uno de los mayores saltos en la evolución del producto al introducir la conectividad celular. Esta característica fue enorme, ya que permitió al reloj funcionar independientemente del iPhone por primera vez, permitiendo a los usuarios hacer llamadas, enviar mensajes de texto, e incluso transmitir música directamente desde su muñeca. Este cambio hizo que el Apple Watch se convirtiera en un dispositivo independiente, en lugar de un simple accesorio del iPhone.
Después llegó el Series 4, posiblemente una de las actualizaciones más importantes en la historia del Apple Watch. Fue el primer gran rediseño, con una pantalla más grande y biseles más finos, lo que hizo que el reloj pareciera más envolvente sin aumentar el tamaño de la carcasa. Pero los verdaderos avances se produjeron en las funciones de salud con la introducción de la función ECG autorizada por la FDA, la cual permitió a los usuarios controlar la salud cardiaca con una precisión, mientras que la detección de caídas añadió una función de seguridad esencial para los usuarios de edad avanzada y aquellos con problemas de movilidad.
La Serie 6 amplió aún más las funciones de seguimiento de la salud al añadir la monitorización del oxígeno en sangre (SpO2), una función muy bien recibida, pues la salud respiratoria adquiría mayor importancia (una función actualmente desactivada debido a un conflicto legal con Masimo). El altímetro siempre activo también ha hecho que el Watch sea más útil para los amantes del fitness y las actividades al aire libre. Aunque esta actualización no tuvo el mismo impacto que la Series 4, reforzó la posición de Apple en los wearables de salud y fitness.
Por último, no hay que olvidar el Apple Watch Ultra, lanzado en 2022, dirigido a un mercado en crecimiento: los amantes de los deportes extremos. Su diseño más resistentes, sus capacidades GPS mejoradas y una duración de la batería notablemente mayor estaban pensados para atletas que necesitan que su equipo resista las condiciones más duras. El Ultra fue una declaración de la ambición de Apple de expandir el Watch a áreas especializadas, ofreciendo una alternativa premium para los que buscan aventuras.
Está claro que el Apple Watch Series 10 tiene un diseño y un funcionamiento muy diferentes a los del Series 0, lo que demuestra que, aunque algunas actualizaciones de funciones no parezcan importantes, se acumulan con el tiempo. Dicho esto, las actualizaciones del Series 10 pueden considerarse mínimas; ¿qué significa esto para el futuro del wearable?
El enfoque de Apple con el Apple Watch Series 10, centrado en mejoras graduales en lugar de una actualización a fondo, sugiere algunas posibilidades para el futuro de la línea de productos.
El Apple Watch ha alcanzado una fase de "madurez", muy parecida a la de otros productos de Apple (por ejemplo, el iPhone y la MacBook), en la que la atención se centra ahora en el perfeccionamiento más que en la reinvención. El reloj ya ha establecido una fuerte identidad, un lenguaje de diseño y un conjunto de características que funcionan bien para la mayoría de los usuarios. Apple podría pensar que la experiencia básica es lo suficientemente fuerte como para que no sean necesarios grandes cambios en este momento.
Por ello, las futuras actualizaciones del Apple Watch podrían centrarse más en el software, con WatchOS desempeñando un papel más importante a la hora de añadir nuevas funcionalidades y experiencias. Con WatchOS 11, por ejemplo, vimos funciones como Smart Stacks, que mejoraba el uso sin cambiar el hardware. Esto apunta a un futuro potencial en el que las principales innovaciones vengan del sistema operativo en lugar del hardware.
Es probable que Apple dé prioridad a la incorporación de nuevos sensores y métricas de salud y forma física antes que a una actualización del diseño. Esto es lo que está ocurriendo con los AirPods Pro 2 de Apple, que funcionarán como ayudas para el arnés gracias a una próxima actualización de software. Futuras actualizaciones de WatchOS podrían ver una integración más completa con herramientas de monitorización de grado médico (por ejemplo, monitorización de glucosa, seguimiento de salud mental).
La estrategia de Apple con el Watch podría reflejar su modelo de desarrollo de iPhone, en el que las grandes actualizaciones (como el iPhone X) se producen cada vez menos y, en su lugar, hay refinamientos regulares y más pequeños. Es posible que finalmente veamos una gran actualización, pero Apple parece estar comprometida con un ciclo de mejoras consistentes y más pequeñas, asegurando que el reloj siga siendo atractivo cada año sin necesidad de cambiar el diseño o la funcionalidad.
Es poco probable que nunca veamos una gran actualización del Apple Watch. Apple tiene un historial de sorprender a su base de usuarios, y un gran salto en el diseño o la funcionalidad podría llegar cuando cambie el panorama tecnológico (por ejemplo, avances en la duración de la batería o la tecnología de pantalla). Sin embargo, Apple parece cómoda con el ritmo actual de actualizaciones más pequeñas y constantes por ahora.
A corto plazo, es más probable que sigamos viendo avances graduales en el rendimiento, la monitorización de la salud y la integración con otros servicios de Apple que un rediseño drástico.
