Hasta ahora ha sido un buen año para Google Fotos, que se mantiene ofreciendo actualizaciones geniales que añaden nuevas funciones. Y se acaba de soltar otra.
La última actualización, anunciada en la cuenta oficial de Twitter de Google Fotos, marcará una diferencia importante para los usuarios y se está implementando ahora mismo para todos los que utilizan Google Fotos en smartphones Android, iPhones o en el sitio web de la aplicación.
La actualización trae nuevos filtros Real Tone para tu colección y los nuevos están claramente marcados con "Made With Real Tone", como en la captura de pantalla de abajo. Si te parece que tus filtros son un poco impredecibles o decepcionantes con ciertos tonos de piel, los nuevos filtros deberían arreglar eso para ti.
Los filtros Real Tone se basan en algo llamado Monk Skin Tone Scale, una biblioteca de código abierto que Google espera que resuelva un problema constante de las imágenes de las computadoras y los smartphones: muchas aplicaciones de imágenes funcionan fantásticamente con la piel blanca, pero no lo hacen tan bien con los tonos de piel más oscuros.
Uno de los ejemplos más famosos fue la webcam, supuestamente racista, de HP en 2009: su software de seguimiento facial no funcionaba para mucha gente de raza afrodescendiente. El problema resultó estar en su procesamiento en algunos escenarios de iluminación, más que en cualquier prejuicio racial. Pero los sistemas como el reconocimiento facial automático pueden identificar erróneamente, a la gente de raza negra, entre cinco y diez veces más que a los blancos.
Por supuesto, los resultados decepcionantes de los filtros fotográficos no son tan importantes como que el reconocimiento facial no te reconozca o piense que eres alguien que no eres. Pero los filtros fotográficos de Google no son más que una feliz consecuencia del proyecto más serio de garantizar que la tecnología de visualización por computadora funcione para todas las personas, no solo para los blancos.
Como bien dice Google, eso requiere cambios intencionados para que los sistemas sean más inclusivos, desde los datos en los que se basan hasta los algoritmos que utilizan, y cuanto más dependamos de las computadoras para ver y procesar el mundo, más importante será esa inclusividad.
