Gracias en parte al éxito comercial y de crítica de The Last of Us, las adaptaciones de videojuegos al cine y la televisión están de moda. Así que los planes de Netflix para una adaptación live-action de la franquicia Gears of War, uno de los mejores juegos de Xbox de todos los tiempos y una serie a la que hemos jugado hasta la muerte, debería llenarnos de emoción, ¿verdad? Pues así era, hasta que vimos Halo en Paramount Plus.
El proyecto de Gears of War para Netflix aún está en sus primeras fases, pero ya ha atraído a algunos de los mejores talentos, como Jon Spaihts, el guionista ganador de un Oscar que coescribió Dune y Doctor Strange.
"Gears of War es uno de los mejores juegos de acción de todos los tiempos", declaró Spaihts a Variety.
Y tiene razón. Por eso estamos preocupado.
Mucha gente dice que con The Last of Us por fin podemos tomarnos en serio los juegos como arte, como si los juegos no hubieran sido una de las formas de arte más emocionantes que hemos tenido durante décadas. Pero The Last of Us es diferente de muchos videojuegos en un aspecto muy importante a la hora de adaptarlo.
The Last of Us no es un buen videojuego.
No nos malinterpreten, nos encanta, y también la secuela. La historia es increíble, las interpretaciones también, y algunas de las escenas son asombrosas. Pero lo que la convierte en una gran obra de arte no es la jugabilidad. Si la serie fuera fiel al juego, la mayor parte consistiría en intentar colocar escaleras y mover a Ellie sobre palets de madera flotantes.
The Last of Us no es Halo. Por eso es mucho mejor serie que Halo.
Sin hacer ningún spoiler, algunas de las cosas más significativas de The Last of Us en HBO son las que menos acción tienen. El tercer episodio que tuvo a todo el mundo llorando, el episodio basado en el DLC Left Behind… todo se centraba en los personajes, no en los malvados zombis contra los que luchan.
Si has jugado al juego, recordarás la enorme batalla que hay justo antes del final. Es una de las partes más importantes del juego, y la serie de televisión se la saltó por completo. Porque, en definitiva, lo que había que ver en ese episodio era lo que ocurría después de la batalla, no la batalla en sí.
Para simplificarlo, lo que The Last of Us filmó fueron las escenas, no el juego. Y en juegos de acción como Halo, las cinemáticas son las partes que te saltas, ¿no? Realmente no sé cuáles son las historias de los otros juegos de Halo. Lo mismo pasa con Destiny, Gears of War y el resto. La historia se interpone en el camino de los disparos.
Eso hace que sea difícil hacer películas de juegos de acción como Gears of War. Si les quitas la ciencia ficción, no son más que películas bélicas, y eso significa que tienen que tener unos personajes y una narrativa realmente excelentes, y un espectáculo increíble, para destacar entre las muchas películas de acción que hemos visto antes. Series como Halo realmente no lo hacen. Claro, tiene el sonido de la recarga del escudo, la música emocionante y las armas que te encantan, pero les falta corazón.
Y por eso la película de Gears of War y sus secuelas probablemente no sean muy buenas. The Last of Us no es Gears of War en lo que a acción se refiere, pero Gears of War no es Last of Us en lo que a historia se refiere, porque se trata de marines espaciales matando alienígenas espaciales oleada tras oleada. Como juego, es un gran espectáculo, pero es mejor jugarlo a verlo: si nos dieran a elegir entre ver a otra persona serruchar a los Locust en Gears of War o hacerlo nosotros, esta claro lo que elegiríamos.
Gears lleva unos 15 años en desarrollo en varias empresas, y creemos que hay una razón por la que aún no ha llegado a nuestras pantallas. Por el bien de los fans, que sé que son de los más apasionados de los videojuegos, esperamos equivocarnos.
Quizá lo esté, después de todo, Tetris, que Apple TV+ ha convertido en un entretenido thriller de la Guerra Fría. Pero Apple no ha hecho lo que suelen hacer las adaptaciones de videojuegos, adaptar el material original a la gran pantalla: si lo hubiera hecho, habría convertido a varias personas en bloques de Tetris y los habría hecho rebotar por la pantalla durante dos horas. Por el bien de los fans de Gears, espero que su película también piense diferente.
