Con la cantidad de tratamientos skincare que hay hoy en día en el mercado (desde las mejores mascarillas faciales con LED hasta estrictas rutinas de 18 pasos), sumergir la cara en agua con hielo puede no parecer tan avanzado. Pero ponerse hielo en la cara es increíblemente beneficioso y está altamente recomendado por médicos y modelos como Kate Moss y Bella Hadid.
Ya sea para la cara o para acelerar la recuperación de un entrenamiento, la terapia con agua fría se ha hecho cada vez más popular con el paso de los años. Deportistas, famosos y expertos en salud han defendido la práctica de sumergirse en agua helada para reducir las lesiones musculares, ayudar al sistema inmunológico y mejorar el estado de ánimo.
En el sector de la belleza, el Face icing se consideran el mejor secreto para la piel, así que decidimos probarlo. No soy muy exigente con mi piel. Siempre me desmaquillo antes de acostarme, me limpio la cara con un buen limpiador facial y utilizo TheraFace Pro un par de veces a la semana para cuidar mi piel. Pero hace aproximadamente un mes, empecé a notar más manchas y enrojecimiento en la cara de lo normal.
Después de ver unos cuantos videos de Face icing en mi Instagram, quise ver si realmente mejoraba mi piel. Después de tres semanas de sumergir mi cara en agua helada cada mañana, puedo decir honestamente que es una de las mejores cosas que he encontrado para mi piel y mi estado de ánimo. Esto es lo que pasó cuando me puse hielo en la cara todos los días durante tres semanas.
Dependiendo del método que elijas, el face icing consiste en sumergir la cara dentro de agua fría con hielo durante un breve periodo de tiempo. Otros métodos consisten en meter en el congelador un rodillo facial, un gua sha o un antifaz y aplicarlo sobre el rostro con movimientos específicos.
¿Por qué meter la cara en agua fría? Según médicos y dermatólogos, se ha comprobado que poner la piel en hielo reduce el enrojecimiento y la inflamación, reafirma la piel, elimina las bolsas, alivia el acné y aporta un brillo saludable. Aunque los resultados no son permanentes, la aplicación de hielo en la cara ofrece resultados instantáneos y es fácil (¡y económica!) de hacer.
El Face icing lo puede realizar cualquiera, aunque los expertos recomiendan no hacerlo durante más de 15 minutos con instrumentos faciales fríos. Las personas con piel fina, sensible o propensa a los eccemas y las que se hayan sometido recientemente a cirugías estéticas o exfoliaciones deben evitar el Face icing. También es importante envolver el cubito de hielo o la herramienta fría en algo protector, como una gasa o un paño, para no quemarse ni irritarse la piel.
Para mi experiencia con el face icing, decidí dejar las herramientas de skincare a los profesionales. No tengo rodillo facial ni gua sha, pero sí un bol grande y una bandeja de hielo siempre llena en el congelador. Esto es algo que me encanta del face icing, ya que es muy accesible y fácil de hacer.
En cuanto me levantaba por la mañana, bajaba las escaleras, llenaba un bol con una bandeja de cubitos de hielo y le echaba agua fría por encima. Lo dejé reposar un minuto antes de sumergirme la cara tres veces en el agua, asegurándome de cubrirme toda la cara. Permanecía en el agua fría entre 10 y 15 segundos cada vez antes de salir a respirar. Después, me secaba la cara con una toalla de papel de cocina antes de meterme en la regadera y limpiarme la cara con un jabón facial para pieles sensibles y aplicarme la mejor crema hidratante.
Como alguien que odia absolutamente el frío, la primera semana de hielo en la cara estuvo llena de mucho miedo. Mirar un bol de cubitos de hielo y sentir el calor residual de la cama en el pijama no era la mejor sensación del mundo y, al principio, sólo aguantaba tres segundos seguidos.
Después de perseverar unos días, descubrí que era mucho más fácil controlar la velocidad del proceso en lugar de sumergir la cara rápidamente. Sumergir la cara lentamente en el agua helada me permitía aguantar más tiempo y, sorprendentemente, el primer baño era el más fácil y el tercero, el peor.
Decidí probar el face icing porque tenía la piel enrojecida y con manchas. Pero en un par de días, mi piel se había aclarado por completo. Las manchas ocultas bajo la superficie desaparecieron y el enrojecimiento se redujo rápidamente.
Se dice que el face icing mejora la circulación y, sin duda, noté una diferencia en el aspecto y el tacto de mi piel. Después de un rápido baño de agua helada, mi cara estaba radiante y suave como la seda. La hinchazón, sobre todo alrededor de los ojos, también se redujo y sentí la piel mucho más tensa que antes.
Como puedo levantarme tarde cuando trabajo desde casa, quería probar a ponerme hielo en la cara para ver si me despertaba y me hacía sentir más alerta después de una noche de sueño. Cada vez que me ponía hielo en la cara (incluso los días que no quería hacerlo) me sentía despierta y viva. Los días que tenía prisa, me daba un remojón y el aturdimiento matutino desaparecía de inmediato. Puede sonar extraño, pero sumergir la cara en agua helada me relaja bastante. Sumergir la cara en un recipiente frío sin nada más que mis pensamientos para calmarme me demostró definitivamente que puedo superar los gritos de mi cerebro pidiéndome que me aleje del frío.
Después de tres semanas, he notado una diferencia notable en mi piel y mi estado de ánimo. Es un tratamiento sencillo, barato y eficaz con el que pienso seguir. Para más consejos sobre skincare, echa un vistazo a nuestro sitio T3 Latam.
