Has oído hablar del entrenamiento de fuerza, pero aún no estás seguro de si quieres hacerlo. Pues bien, si quieres ganar masa muscular, aumentar tu fuerza o incluso perder peso, deberías hacerlo. Y una vez que hayas leído los beneficios que ofrece, estamos seguros de que vas a querer hacerlo.
A veces se confunde el entrenamiento de fuerza con el simple levantamiento de pesas, pero no es así. El objetivo del entrenamiento de fuerza es aumentar el tamaño y la fortaleza de los músculos, y puedes hacerlo utilizando diversos aparatos de gimnasia en casa, como mancuernas, bandas de resistencia o incluso tu propio peso corporal. Sin embargo, el uso de pesas, ya sea una barra olímpica o un par de las mejores mancuernas, es sin duda la forma más popular.
"Cada vez más gente se da cuenta de que levantar pesas es una de las formas más eficaces de mejorar la composición corporal, la salud general y la salud mental, independientemente de la edad o el sexo"
"Hubo un tiempo en que la gente pensaba que el entrenamiento de fuerza era puramente para culturistas musculosos o estrellas de cine de acción de los 80, pero, afortunadamente, esos estereotipos se están desvaneciendo a medida que hombres y mujeres de todas las edades abrazan los beneficios de levantar pesas."
Afirma Aroosha Nekonam, entrenador personal certificado de Ultimate Performance.
Con la edad, nuestro metabolismo se ralentiza de forma natural, lo que dificulta la quema de grasas. Sin embargo, construir y mantener músculo es vital para un metabolismo eficiente. Esto se debe a que el músculo es un tejido metabólicamente activo que quema calorías para mantenerse.
Con la edad, es más probable que experimentemos pérdidas relacionadas con el envejecimiento en la densidad mineral ósea, sobre todo en las mujeres posmenopáusicas. Esto puede aumentar el riesgo de fracturas, roturas y osteoporosis. Sin embargo, los ejercicios de entrenamiento de fuerza no sólo fortalecen los músculos, sino también los huesos. Por eso el entrenamiento de resistencia está ampliamente reconocido como una poderosa herramienta para reducir el riesgo de osteoporosis.
Es cierto. El entrenamiento de fuerza aumenta la producción de testosterona y favorece el equilibrio hormonal, lo que puede aumentar el deseo sexual. Una de las principales causas de los problemas relacionados con el sexo en hombres y mujeres es la disminución del flujo sanguíneo, pero el entrenamiento de fuerza puede mejorar la circulación en todo el cuerpo. En el caso de los hombres, esto puede mejorar trastornos como la disfunción eréctil, y en el caso de las mujeres a las que les cuesta excitarse, la mejora de la circulación mejora la sensación y la lubricación.
La investigación ha demostrado que el entrenamiento de fuerza puede mejorar la circulación sanguínea, y la mejora de la circulación contribuye a una piel, uñas y cabello más sanos. Esto puede aumentar tu confianza, al tiempo que te ayuda a envejecer con gracia en el proceso.
Una mala postura suele deberse a una falta de equilibrio muscular, en la que la parte delantera del cuerpo domina a la trasera. Fortalecer la cadena posterior mediante el entrenamiento con pesas (por ejemplo, con el ejercicio compuesto del peso muerto) ayuda a corregir estos desequilibrios, lo que mejora la postura y la alineación.
El entrenamiento de fuerza es el ejercicio más eficaz que puedes hacer para quemar grasa y desarrollar músculo, lo que te facilitará mucho el mantenimiento de un peso saludable. Además, estarás reduciendo el riesgo de padecer enfermedades y afecciones como diabetes, hipertensión, etc.
El impacto positivo de la mejora continua en el gimnasio se extiende más allá de tu físico. El entrenamiento de fuerza cultiva una mentalidad de crecimiento, enseñándote que el fracaso es un peldaño hacia el progreso. Esta valiosa lección se extiende a otros aspectos de la vida, permitiéndote afrontar los retos con resiliencia, positividad y éxito.
Si bien es cierto que el cardio tradicional (como correr, montar en bicicleta o nadar) quema más calorías, cuando levantas pesas sigues quemando calorías después del entrenamiento. Esto se debe a que la construcción de músculo eleva tu tasa metabólica, lo que resulta en una quema continua de calorías, incluso cuando estás descansando. Cuantas más calorías quemes, más grasa perderás.
Como el entrenamiento de fuerza ayuda a desarrollar los músculos y a mejorar la postura, prepara el cuerpo para las tareas cotidianas, desde agacharse y recoger objetos hasta caminar y transportar cosas. Hace que los movimientos cotidianos sean más eficaces.
Sin embargo, hay que tener en cuenta el tiempo y el tipo de entrenamiento. Según Healthline: "Una intensidad de moderada a vigorosa durante 60 minutos o menos es óptima para obtener los beneficios de refuerzo inmunitario del ejercicio". Pero si el ejercicio es demasiado vigoroso o no se descansa lo suficiente, puede tener el efecto contrario.