La semana pasada, Motorola presentó dos nuevos smartphones plegables. Los dos, que llevan el icónico nombre de Razr, representan lo último y lo mejor de la compañía, en su apuesta por luchar contra los reyes de los plegables. El nombre Razr tiene mucho peso en este caso. Antes de que los smartphones plegables tuvieran complejas pantallas plegables y cubiertas táctiles, el Razr estaba en lo más alto. A mediados de los años noventa, era el dispositivo de moda y se hizo un nombre tanto entre los directores ejecutivos como entre las supermodelos.
Ahora las cosas son diferentes, pero los nuevos dispositivos demuestran que el nombre no es sólo un valor ganado. El Motorola Razr 40 Ultra es un smartphone de gama alta, con una enorme pantalla de 3,6 pulgadas y una frecuencia de refresco de 165 Hz.
Pero es el Motorola Razr 40 más económico el que quizá sea el mejor lanzamiento. Su hoja de especificaciones es más limitada que la de su hermano, pero no se queda atrás. Lleva un procesador Snapdragon 7 Gen 1 y una batería de 4.200 mAh.
El sensor de la cámara principal es de 64 megapíxeles, con 13 megapíxeles para las fotos ultra gran angular y una cámara selfie de 32 megapíxeles. La pantalla principal tiene una impresionante frecuencia de actualización de 144 Hz, lo que la hace claramente superior a la mayoría de las del mercado. De acuerdo, no tiene la gran pantalla que tantos están elogiando en el Ultra. Es una opinión justa, sobre todo porque todos los fabricantes de smartphones plegables han apostado por pantallas más grandes en los últimos años.
Pero eso sólo es un problema si lo que se busca es ser el mejor smartphone plegable del mercado, y no parece que el Razr 40 sea eso. Es un modelo diseñado para que los usuarios se adentren en este mundo, con un precio de venta al público de 799 libras ($17,288 MXN), debería estar a la altura de muchos smartphones Android clásicos, ofreciendo a los usuarios curiosos la oportunidad de probarlo sin gastar demasiado.
Además, parece ser el primer dispositivo con posibilidades reales de conseguirlo y puede ser el punto que impulse la aceptación de los smartphones plegables entre el público general. Esperamos que así sea, eso probablemente inspiraría a más marcas a ofrecer una solución más económica, y empezaría a hacer de los smartphones plegables una opción realmente viable.