La batalla entre el mando DualSense de PS5 y el mando Xbox Series X nunca ha sido tan dura. Quizá seas un amante de las plataformas o estés interesado en tener uno en PC. Esto es todo lo que necesitas saber.
Tras dos años de lanzamiento, la batalla entre la PS5 y la Xbox Series X está en marcha. Los juegos exclusivos, los servicios de alto valor y las especificaciones de la consola reciben mucha atención a la hora de decidir cuál elegir. Pero es importante no subestimar la importancia del mando de cada consola.
Un mando puede tener un efecto significativo en tu experiencia de juego, así que vale la pena prestar atención a si la consola que has elegido tiene uno que se adapte a ti. Curiosamente, tanto Microsoft como Sony han resuelto el problema del mando de forma diferente con sus consolas de nueva generación.
Mientras que Microsoft ha optado por perfeccionar su diseño actual, Sony ha ido un poco más allá y ha abandonado el nombre de DualShock por el de DualSense, que introduce nuevas e interesantes características de inmersión, como la retroalimentación háptica y los gatillos adaptativos. En cualquier caso, todo ello contribuye a crear los mejores juegos de PS5 y los mejores juegos de Xbox Series X.
¿Quieres saber cómo se comparan los dos mandos? Vamos a poner el mando DualSense de PS5 y el mando inalámbrico de Xbox frente a frente, ofreciendo una comparación en profundidad de los dos gamepads de última generación. Si tienes curiosidad por saber cómo se comparan específicamente las consolas, consulta nuestra guía PS5 vs Xbox Series X.
Aunque los precios de las consolas Xbox Series X y PS5 coinciden bastante, los mandos tienen ligeras diferencias. El mando DualSense para PS5 cuesta 69,99 $ ($1,351 pesos mexicanos), mientras que el precio del mando inalámbrico de Xbox es de 59,99 $ ($1,158 pesos mexicanos)
Sin embargo, no hay que olvidar que se pueden utilizar todos los accesorios existentes de Xbox One en la Serie X/S de Xbox, incluidos los mandos más antiguos. No se puede decir lo mismo de la PS5, que solo te permite usar un DualShock 4 si estás jugando a un juego de PS4 a través de la retrocompatibilidad, mientras que el DualSense no se puede usar en absoluto con una consola PS4.
Ambas compañías adoptaron enfoques diferentes en el diseño de los mandos en esta generación. Sony abandonó el diseño tradicional del DualShock, pero Microsoft lo mejoró de forma sutil pero importante.
El cambio inmediato que notarás en el mando DualSense de PS5 es su esquema de color blanco (que estaba restringido a los mandos de edición limitada de PlayStation en el pasado), mientras que el aspecto central del mando sigue siendo negro. Aunque los sticks analógicos están en el mismo lugar, los botones frontales son ahora transparentes, lo que da al mando un aspecto más premium.
Por lo demás, vuelve el panel táctil, y la franja luminosa incrustada en él desde la actualización de mitad de ciclo del Dualshock 4 se sitúa ahora alrededor del propio panel táctil. El botón "Compartir" se ha sustituido por el botón "Crear", que Sony afirma que está utilizando para "ser pionero en nuevas formas de crear contenido de juego épico para compartir con el mundo".
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El mando también se carga ahora a través de una conexión USB-C, en lugar del anterior micro-USB. El USB-C se está convirtiendo en el nuevo estándar, lo que significa que podrás cargar tu mando a través del mismo cable que utilizas para muchos smartphones Android, iPad Pros recientes, MacBooks o tu Nintendo Switch.
Ese puerto USB-C también se puede encontrar en el mando de la Xbox Series X, aunque los cambios de Microsoft son mucho más moderados. Por un lado, se ha añadido un nuevo botón "Compartir" en el centro del mando, lo que esperamos que signifique que ya no tendremos que buscar en los menús en el calor de la batalla para tomar un clip.
También se ha cambiado el D-pad por una entrada híbrida tipo plato que se inspira en el mando inalámbrico Xbox Elite. Esto permite un mayor control de las entradas complejas que se pueden encontrar en un juego de lucha. También hay nuevos agarres texturizados en los gatillos, que ayudan a evitar que los jugadores se resbalen en esos tensos encuentros de battle royale. El contorno general del mando también se ha minimizado, ayudando a que las manos más pequeñas se sientan más cómodas al sujetarlo.
El mando de la Xbox Series X tiene una ingeniosa función en su interior. Consiste en enviar información del mando a la consola (y al televisor a través de HDMI) con mayor frecuencia, lo que permite que tus acciones coincidan con los fotogramas de la pantalla. Esto reduce los tiempos de respuesta en milisegundos y forma parte de lo que la compañía denomina Dynamic Latency Input.
El mando funciona con la misma infraestructura de radio inalámbrica de Xbox One, y sigue ofreciendo compatibilidad con Bluetooth mediante el emparejamiento de Bluetooth Low Energy para que el cambio de dispositivos sea instantáneo. Esto puede ser muy útil si tienes pensado hacer streaming a través de Xbox Cloud Gaming a otros dispositivos que tengas.
El DualSense de Sony ofrece una tecnología mucho más orientada al jugador. El DualSense tiene su propio micrófono integrado, por lo que puedes utilizarlo para hablar con tus amigos en línea sin necesidad de utilizar auriculares. Además, también ofrece conectividad Bluetooth, el añadido más destacado es la retroalimentación háptica y los gatillos adaptativos.
Esta tecnología, integrada en los gatillos y el cuerpo del juego, permite a los jugadores sentir las acciones del juego, como tirar hacia atrás de la cuerda de un arco o conducir por el barro espeso. Es muy impresionante y puede crear sensaciones realmente sorprendentes que ayudan a que los juegos sean más envolventes. Por supuesto, la implementación de esta tecnología depende de los desarrolladores, pero es de esperar que los estudios first-party de Sony la adopten con regularidad.
Una de las desventajas del DualSense que hemos observado es que, aunque tiene un montón de funciones estupendas, la duración de la batería es bastante mediocre. No llega a rivalizar con el mando de la serie X de Xbox, que puede utilizar pilas AA o un pack de "jugar y cargar".
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