
DJI fabrica algunos de los mejores drones del mercado, pero la marca se ha visto envuelta en una tormenta política en EE. UU. La pregunta que muchos se hacen es si todavía vale la pena comprar uno ahora, teniendo en cuenta todos los rumores sobre prohibiciones, restricciones y revisiones de seguridad nacional.
La respuesta corta es sí, como aficionado, todavía puedes comprar y volar un dron de la marca en Estados Unidos actualmente, pero vale la pena entender lo que está sucediendo en segundo plano, ya que el panorama está cambiando.
A pesar de los recientes titulares que sugieren una inminente restricción, no se trata de un tema nuevo. El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha restringido el uso de drones DJI por parte de las agencias federales desde 2020, alegando motivos de ciberseguridad y vínculos con la industria manufacturera china.
Esa prohibición solo se aplicaba a las entidades gubernamentales, no a los ciudadanos particulares, y los pilotos de drones aficionados han seguido volando libremente desde entonces. La situación actual se basa en ese fundamento ya existente, en lugar de introducir algo completamente nuevo.
Así que, aunque la noticia pueda parecer alarmante, es mejor describirla como una continuación del control que se lleva realizando desde hace tiempo, en lugar de una prohibición repentina. La diferencia clave ahora es que las nuevas normas propuestas podrían ampliar las restricciones a las importaciones y las ventas, en lugar de limitarse a dictar lo que pueden comprar las agencias federales.
En virtud del artículo 1709 de la Ley de Autorización de Defensa Nacional para el año fiscal 2025, el Gobierno de los Estados Unidos debe evaluar si los drones fabricados por empresas como DJI representan un riesgo para la seguridad nacional.
Si esa evaluación no se completa antes del 23 de diciembre de 2025, DJI podría ser añadida automáticamente a la denominada "lista cubierta" de la Comisión Federal de Comunicaciones en virtud de la Ley de Redes de Comunicaciones Seguras y Confiables.
El hecho de figurar en esa lista no haría ilegal poseer o volar un dron de la marca, pero podría impedir que se autorizara la venta de nuevos modelos en Estados Unidos y que los minoristas importaran nuevas existencias.

El Departamento de Comercio también está llevando a cabo su propia investigación de seguridad nacional sobre las importaciones de drones, mientras que, según se informa, la Aduana de Estados Unidos ha retenido algunos envíos de DJI para realizar controles de cumplimiento y de trabajo forzoso.
Por el momento, nada de esto se traduce en una prohibición para los consumidores. Los aficionados pueden seguir comprando los drones de la marca, como el excelente DJI Mini 5 Pro, en línea o en tiendas, registrarlos en la Administración Federal de Aviación si es necesario y sacarlos a volar.
La legislación se centra en la contratación pública, los controles de importación y las autorizaciones de comunicaciones, más que en el uso privado.
El principal riesgo para los aficionados no es que de repente se les prohíba volar, sino que el soporte técnico y la disponibilidad puedan verse afectados en el futuro. Si DJI se viera restringida por las nuevas normas, la importación y venta de nuevos modelos en Estados Unidos podría resultar difícil, lo que provocaría un aumento de los precios o una escasez del producto.
Las actualizaciones de firmware y la atención al cliente también podrían complicarse si la empresa se enfrentara a restricciones para operar servidores o distribuir software en el país.
Lo que es mucho menos probable es que el gobierno prohíba a los propietarios actuales volar sus drones. La FCC no tiene autoridad para confiscar o inmovilizar los drones de los consumidores, y ninguna propuesta legislativa sugiere lo contrario.
Para contextualizar, la prohibición del Departamento de Defensa sobre el uso federal lleva cinco años en vigor y nunca ha impedido a los aficionados disfrutar de sus drones. La situación podría agravarse, pero es muy improbable que se ordene de repente a los consumidores que dejen de volar.
Si eres un aficionado, sigue siendo perfectamente válido comprar un dron DJI en la actualidad, especialmente con ofertas tan increíbles como las que hay. Los drones de la marca siguen estando entre los mejores del mundo, con sistemas de cámara líderes en su clase, un rendimiento de vuelo estable y una experiencia de aplicación intuitiva.
Dicho esto, tal vez te convenga considerar un modelo que ya tenga todas las características que te interesan, ya que confiar en futuras actualizaciones podría no ser la opción más segura.

También es recomendable guardar una copia local de la aplicación DJI Fly y de cualquier archivo de firmware relevante, por si acaso cambia el acceso a la tienda de aplicaciones más adelante. No hay motivo para alarmarse; simplemente es una buena práctica si inviertes en un dispositivo que depende de un soporte de software continuo.
Si utilizas tu dron con fines comerciales o tienes pensado revenderlo más adelante, ten en cuenta que la incerteza legislativa puede afectar a su valor de segunda mano. Sin embargo, para los pilotos ocasionales que graban videos durante el fin de semana o tomas panorámicas de sus viajes, el impacto es mínimo por ahora.
Hay una diferencia importante entre cómo tratan las agencias gubernamentales a DJI y cómo pueden utilizar sus productos los ciudadanos particulares. La propia marca ya está restringida para las agencias federales de EE. UU. desde 2020 en virtud de las normas del Departamento de Defensa, pero los ciudadanos particulares siguen volando libremente los drones.
Este contexto es importante, porque muestra que el debate actual no es nuevo, sino que se trata simplemente de una evolución de las preocupaciones actuales sobre la seguridad de los datos y las cadenas de suministro, y no de una nueva medida represiva.
Las normas vigentes de la FAA para el vuelo recreativo no han cambiado. Siempre que se cumplan las regulaciones estándar, incluidos los requisitos de identificación remota y las restricciones del espacio aéreo, se puede seguir volando libremente.
Si compras un dron DJI en Estados Unidos en la actualidad, estás haciendo una compra inteligente a corto plazo. El hardware es excepcional, la experiencia del usuario es refinada y el cielo sigue abierto para los aficionados.
Lo que es incierto es el panorama normativo a largo plazo. Una posible restricción a la importación o limitación del software podría dificultar la compra o el soporte de los modelos futuros, pero los drones existentes no corren peligro de ser prohibidos.
En otras palabras, no se trata de comprar por pánico antes de una prohibición, sino de estar informado. El espacio aéreo sigue siendo tuyo para explorarlo, pero es aconsejable mantener un ojo en el horizonte.