Soy un fanático de los vehículos eléctricos (o EV). Me gusta la forma en que se manejan, la tecnología que incluyen y, sobre todo, que su funcionamiento es mucho más barato. Sin embargo, si me preguntas: ¿es el momento de comprar un EV?, probablemente mi respuesta será que no. Al menos para la mayoría de la gente.
Esto es especialmente cierto si vives en Latinoamérica, ya que el problema principal no son los autos en sí mismos, sino la infraestructura de recarga. Incluso en distancias relativamente cortas, debes ser mucho más organizado con tu plan de ruta que si tuvieras un coche con motor de combustión interna (o ICE).
Con un auto de gasolina o diésel, sabes que cuando te quedas sin combustible simplemente tienes que ir a la gasolinera más cercana y rellenarlo. Después de unos minutos, puedes volver manejar rumbo a tu destino. En cambio, con un auto eléctrico, las distancias entre las estaciones de carga son muy más largas y el tiempo de recarga puede hacerte perder más de una hora.
Todo esto es manejable si utilizas el planificador de rutas del vehículo y dejas que trace los puntos de recarga a lo largo de tu ruta. Esto es útil para viajes largos, pero probablemente sea algo molesto para esos trayectos cotidianos alrededor de la ciudad. Tener un cargador en casa significa que solamente necesitas llegar a casa antes de quedarte sin batería y estarás listo para salir al 100% la mañana siguiente. Pero, el hecho de no tener un cargador doméstico, duplica la complejidad de todo.
Entonces, ¿cuál es la alternativa? Actualmente, la mejor solución, para la mayoría de la gente, es un auto híbrido. Sigue teniendo un motor de combustión interna que se alimenta de una gasolina que cada vez está más cara. Pero también cuenta con un motor eléctrico y una batería que pueden utilizarse para distancias cortas o velocidades bajas. Esto quiere decir que, aunque todavía necesita llenarse de gasolina, lo hará con mucha menos frecuencia.
Hay cuatro tipos principales de autos híbridos a tomar en cuenta: híbridos por completo, semihíbridos, vehículo híbrido eléctrico enchufable (PHEVs), y de autonomía extendida (REXs).
Los híbridos por completo pueden funcionar con energía eléctrica o de combustible de forma independiente o pueden utilizar ambas, permitiendo que el coche decida cuál es la correcta en cada momento. Esto podría ser cuando estás conduciendo a cierta velocidad o en distancias cortas. Los semihíbridos son parecidos, pero las dos fuentes de poder solamente pueden usarse juntas, dejando que el auto elija. En ambos casos, el motor eléctrico se carga con el movimiento del coche (frenado y marcha por inercia).
Como el nombre lo indica, los vehículos híbridos eléctricos enchufables (PHEVs) pueden enchufarse para recargar su batería. Estas baterías no son tan grandes como las de los coches eléctricos; así que tienen una autonomía corta. Pero puede usarse en modo eléctrico por completo, al igual que el modo gasolina.
Los autos de autonomía extendida (REXs) son lo contrario de los PHEV, ya que son vehículos eléctricos que tienen pequeños motores de gasolina que utilizan como reserva para extender su autonomía. A medida que la autonomía de los vehículos eléctricos completos ha aumentado, los REX se han vuelto menos comunes.
Aunque todos los autos híbridos ofrecen una mejora en el ahorro de gasolina, comparado con los vehículos ICE (a menos que solamente lo utilices en modo gasolina), creo que los vehículos híbridos enchufables son la mejor solución para la mayoría de conductores.
Los modelos PHEV están disponibles en la mayoría de tipos de coches, desde sedan hasta SUVs, compactos o mivans. El Kia Niro, que también está disponible en ICE y EV, tiene un PHEV; haciéndolo una opción atractiva para todos los conductores. Los vehículos de lujo, como el Audi A7 y BMW 5 series también están en modelos PHEV.
En Estados Unidos, el popular Jeep Wrangler ya está disponible en PHEV, bajo el nombre de Wrangler 4xe; así como el modelo 2022 Jeep Grand Cherokee. El único segmento que no ha adoptado el PHEV es el de las camionetas. La nueva pick up pequeño de Ford, Maverick, viene en forma totalmente híbrida, pero no con la opción de conectarse.
Aunque el hecho de tener motores eléctricos y de combustión interna en el vehículo añade peso, la solución PHEV ofrece muchas de las ventajas de un vehículo eléctrico sin las complicaciones de la carga, aunque también habrá que instalar un cargador en casa para mantener la batería cargada. Definitivamente el futuro es completamente eléctrico. Pero, en mi opinión, el presente es más híbrido.