Si has invertido en toallas de baño de calidad, es probable que quieras mantenerlas como nuevas durante el mayor tiempo posible, ¿verdad? Hay un arte particular en lavar y secar toallas, que detallamos en nuestro artículo sobre cómo mantener tus toallas suaves y esponjosas. En circunstancias normales, esto debería ser todo lo que necesitas para mantener la limpieza e higiene de tus toallas.
Pero, ¿qué pasa si tienes una mancha grave en tu toalla, o hay un olor desagradable persistente que parece que no puedes eliminar? Las toallas del gimnasio, por ejemplo, pueden comenzar a oler un poco mal muy rápidamente. Aquí, veremos cómo dar a tus toallas una limpieza profunda adecuada, de manera simple y eficiente.
Tus toallas huelen mal, así que las pones a lavar. Salen de la máquina con un olor fresco: ¡fantástico! Pero luego, cuando se secan más tarde, vuelve el mal olor. Si esto te ha sucedido, probablemente sea una señal de que tu lavadora necesita limpieza. Esto puede suceder incluso si has invertido en una de las mejores lavadoras del mercado.
Siempre es mejor consultar las instrucciones del fabricante para conocer la mejor manera de limpiar tu máquina en particular. Sin embargo, una buena regla general para una lavadora de carga frontal es ejecutar un ciclo caliente con dos tazas de vinagre y luego otro con media taza de bicarbonato de sodio, pero nunca mezcles vinagre y bicarbonato de sodio en el mismo ciclo de lavado.
Si todavía tienes problemas con un olor persistente, entonces una cosa que vale la pena intentar es rociar la toalla con bicarbonato de sodio (en ambos lados) y dejarla durante varias horas en una habitación bien ventilada. Luego, quita el bicarbonato de sodio y lava como de costumbre.
Otra técnica es hervir el jugo de tres limones en agua durante unos 20 minutos, luego remojar la toalla en ella durante una hora antes de ponerla en la lavadora.
Por último, ten en cuenta que una de las principales causas de las toallas con mal olor es el moho. Así que asegúrate de no dejar que tus toallas permanezcan en la lavadora, en el piso o en la canasta de lavado después de lavarlas.
Si hay una mancha en la toalla, entonces es mejor tratarla antes de ponerla en la lavadora, tal como lo harías con la ropa. A continuación, se muestran algunas técnicas sugeridas para manchas específicas.
Manchas de tierra o lodo: pon detergente o quitamanchas directamente sobre la mancha y luego frótala con un cepillo de dientes o un paño viejos (si es una mancha de lodo, primero deja que el barro se seque antes de tratarla).
Manchas de maquillaje: es mejor eliminarlas con la misma toallita desmaquillante que usarías en el rostro. Del mismo modo, las manchas de esmalte de uñas se pueden eliminar con las toallitas quitaesmalte normales que usarías en las uñas.
Manchas de tinte para el cabello: pon champú para bebés directamente sobre la mancha y frótala con los dedos.
Manchas de sangre: si la sangre está fresca, sumerge la toalla inmediatamente en agua fría (nunca caliente). Si la mancha es vieja, sumérgela en agua salada o una solución enzimática durante 30 minutos antes de ponerla en la lavadora.
Manchas de grasa, aceite y aceite de motor: Frota la mancha con detergente líquido y déjala en remojo durante la noche antes de frotarla para eliminarla con un cepillo de dientes o un paño viejos.
Manchas de comida y bebida: Frota la mancha con detergente líquido, luego sumerge el área en vinagre tibio durante 30 minutos antes de ponerla en la lavadora.
Más allá de las situaciones específicas detalladas anteriormente, sigue estas reglas para mantener tus toallas limpias en general.
