Desde limpiarlos y rotarlos, hasta voltearlos y cambiarlos, un colchón requiere mucho más mantenimiento del que podrías creer en un principio. No hace falta decir que cuando se invierte en uno, es importante cuidarlo para que dure más tiempo sin manchas, deformaciones ni daños.
Una cosa que la gente olvida es darle la vuelta, esto se debe probablemente a que los colchones son pesados, delicados e incómodos. Además, a veces la gente no se da cuenta de que es algo que debe hacer para conservarlos en las mejores condiciones. Para ayudarte a sacar el máximo provecho de tu colchón, hemos elaborado esta guía completa sobre cómo voltearlo, que incluye cada cuánto tiempo deberías hacerlo, por qué es recomendable y un paso a paso sobre cómo hacerlo.
No importa si prefieres la espuma viscoelástica o la sensación tradicional de los resortes, voltear el colchón es algo que deberías hacer con regularidad. La razón principal es que la gente duerme siempre en el mismo sitio, lo que puede hacer que el colchón se hunda o se rompa con el tiempo. Voltearlo ayuda a prevenir estos problemas y reduce el riesgo de que pierda su soporte o elasticidad.
Voltear tu colchón garantiza que se mantenga en buen estado y prolonga su vida útil. Si tienes uno resortes, voltearlo evita que las espirales se rompan, y si tienes uno de los mejores colchones de espuma viscoelástica, voltearlo hace que la espuma siga ofreciendo soporte y moldeando el cuerpo.
Es importante tener en cuenta que algunos colchones no deben voltearse, por ejemplo, si el tuyo tiene una superficie de descanso de una cara, como suelen tener los modelos Emma. Cuando se voltean, los colchones de una cara como los de látex, híbridos o de espuma con memoria aplican una presión excesiva sobre la capa de confort, lo que la daña. Comprueba siempre la etiqueta antes de voltearlo.
La gran pregunta: ¿cada cuánto tiempo hay que voltear el colchón? La regla general es hacerlo cada 6 meses, es decir, dos veces al año. Si el tuyo es viejo, deberías darle la vuelta más seguido o cambiarlo por uno nuevo. La mayoría tienen etiquetas en las que se explica con qué regularidad debes voltearlo, así que asegúrese de seguir esas instrucciones, especialmente si tienes un modelo de una cara.
Puede resultar difícil hacerlo, sobre todo si tu cuarto es pequeño o si se trata de un modelo doble o matrimonial. Si tu colchón es especialmente grande o pesado, pídele a alguien que te ayude.
En primer lugar, retira los edredones, los protectores, las almohadas y las sábanas. Si tu habitación es pequeña, aparta también los muebles para tener más espacio. Si tiene asas, utilízalas para moverlo.
Gira el colchón 90 grados para que el lado más largo quede paralelo al cabecero. Apóyalo de lado y dale la vuelta con cuidado, bajándolo poco a poco. Vuélvelo a girar 90 grados para que vuelva a su posición original, pero volteado. Cuando lo levantes, dedica unos minutos a limpiar o aspirar la base de la cama y el colchón para eliminar gérmenes, polvo y otras bacterias.
Cuando busques "voltear colchones", a veces aparecerá también "girar colchones". Voltear y girar son dos cosas diferentes, pero ambas son igual de importantes y deberían hacerse con regularidad. La rotación también es importante si tienes un modelo de una cara al que no se le puede dar la vuelta.
Rotarlo es otra buena manera de mantenerlo en buenas condiciones y es mucho más fácil que voltearlo. En lugar de levantarlo y darle la vuelta, con la rotación giras el colchón 180 grados, de modo que el lado que estaba en la cabecera del somier ahora está en los pies.
En comparación con la rotación, debes intentar hacer lo mismo cada 3 meses si tu colchón es de espuma viscoelástica o de muelles internos. Si tienes un modelo híbrido o de látex, hazlo cada 6 meses.