Es posible que en varias ocasiones hayas oído hablar del agua alcalina o incluso la hayas consumido sin entender completamente sus características y los posibles efectos positivos de incorporarla en tu ingesta diaria. Pero, ¿qué implica realmente el término "agua alcalina"?
Se considera agua alcalina a aquella que posee un pH mayor a 7.0 y que contiene diferentes compuestos disueltos como carbonatos, bicarbonatos o hidroxilos acompañados de algún mineral (calcio, magnesio, potasio y sodio), y que en conjunto le brindan diferentes beneficios al organismo.
El agua puede ser naturalmente alcalina si pasa por rocas o minerales que le pueden transferir algunos elementos básicos. Prueba de ello es el agua de Monchique, un pueblo portugués que comercializa el agua más alcalina del mundo con un pH de 9.5, pero también se puede obtener a través de procesos químicos -como lo hacen las empresas productoras de este tipo de agua- o combinando agua con ciertas sales para obtener su versión casera.
Según la Clínica Médica de Florida, lo ideal sería llevar una dieta alcalina pues es rica en frutas, vegetales, granos integrales y baja en azúcares, carnes y alimentos procesados. Además, una dieta predominantemente vegetal reduce el riesgo de padecer enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y cáncer.
Si eres partidario de integrar el agua alcalina en tu dieta diaria, una buena opción es Zoé Water, agua ionizada de calidad internacional con un pH de 8.5. Su grado de pureza logra un TDS (Total De Sólidos) muy por debajo del promedio en el mercado, siendo estos sólidos 100% benéficos para el organismo. Además, tiene un ORP (Potencial de Reducción de Oxidación) negativo que combate la oxidación, y mantiene al cuerpo bien hidratado y saludable.
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