Apple Music liberó a los usuarios el nuevo catálogo de música en formato Dolby Atmos y Losseless, hemos probado el servicio para decirte si vale la pena tenerlo.
Ser geek o techie tiene sus vertientes y variantes, mientras algunos tienen una gran pasión por los componentes de PC, otros son unos maestros del gaming, algunos más son expertos en redes y movilidad, para mí, la tecnología aplicada al audio es lo que me apasiona.
Es por ello que me llamó la atención cuando hace un par de meses Apple anunció que ofrecería audio sin pérdida y en formato Dolby Atmos a los suscriptores de su servicio Apple Music, además, sin un costo adicional, como hacen otros servicios como Tidal o Deezer.
Vayamos por partes. ¿Qué significa ofrecer audio lossless? ¿Qué es Dolby Atmos? Recordemos que cuando el iPod se lanzó por allá de 2001, su principal atractivo era el de poder tener más de 10 mil canciones en el bolsillo. Para hacer esto posible, se utilizó el formato mp3, un formato que comprime el audio para hacer un archivo más pequeño, el problema con el mp3, es que durante la compresión se pierde mucha de la información de la grabación original y terminamos escuchando un audio de baja calidad sin tantos detalles.
Anterior al iPod ya teníamos música en calidad sin pérdida o losseless, eran nada más y nada menos que los discos compactos o CDs, las pistas de audio grabadas en este formato tienen un estándar de 16 bits a 1440 kHz, lo que se considera en la industria musical como un archivo que conserva todas las propiedades de la pista maestra original, es decir, del máster en donde el grupo grabó el álbum originalmente.
Después viene el sonido en Alta Resolución o Hi-Res, con estándares de grabación de 24 bits y 96 kHz y superiores, que son considerados por industria y melómanos como los archivos de música que representan lo más fielmente posible la grabación que el artista quiso comunicar cuando se encontraba en el estudio.
Finalmente, el audio Atmos, de la compañía Dolby nació como un estándar de audio para la industria cinematográfica que se destaca de otros formatos Dolby (Surround, HD, etc.) en su capacidad de "enviar" el sonido por encima del oyente logrando que escuche por ejemplo la caída de las gotas de lluvia desde arriba hacia el suelo, o escuchar moverse un helicóptero sobre su cabeza y cambiar de posición o ángulo como si la aeronave se encontrara realmente sobre él. Dolby Atmos es por default audio sin pérdida y de alta resolución, razón por la cual la industria de la música ha comenzado a elaborar productos utilizando esta tecnología, principalmente para grabaciones de presentaciones en vivo.
Dicho esto, veamos que es lo que Apple Music nos ofrece y si realmente vale la pena que lo consideres como tu proveedor de streaming principal.
Apple nos ofrece ahora dos formas nuevas de escuchar música: Losseless (Apple Masters) y Spatial Audio (Dolby Atmos), en el tema de la música sin pérdida, se percibe inmediatamente el cambio en la calidad del audio, pareciera realmente como si hubiésemos regresado a la época del CD y su sonido amplio y cristalino. A pesar de que el códec AAC utilizado para los mp3 de iTunes hacían un trabajo muy bueno por enmascarar las deficiencias y pérdidas del archivo, el catálogo sin pérdida de Apple hará que los usuarios de largo tiempo de la plataforma no vuelvan a querer escuchar esos archivos nunca más.
El Spatial Sound de Apple es un sonido Atmos Virtualizado. Este tipo de virtualización ya lo hacía la propia aplicación de Atmos Access, disponible para PC y Xbox y la aplicación Dolby Dimension para Android y iOS y por su parte lo hace DTS con DTS Headphones X para archivos codificados bajo ese estándar, mi punto es que la virtualización no es algo nuevo y debemos entender que es audio con separación de canales virtual, ya que ningún audífono estéreo cuenta con capacidades para reproducir otro tipo de formatos, ni siquiera podríamos lograr reproducir audio en 2.1 canales.
A través de Apple TV conectado a un sistema de audio compatible con Dolby Atmos, es donde el Spatial Sound luce con más detalle, pero no así en los audífonos donde se intenta emular (muy bien diría yo) la experiencia del sonido Atmos o de música grabada en 5.1 canales (que existe desde inicios de los 2000s).
En auriculares, los objetos en Atmos no son muy perceptibles en diferentes géneros, si bien se percibe una separación de los instrumentos un poco más notoria que la calidad de 320 kbps a la que el iPod había acostumbrado a muchos, pero no es tan perceptible sin un buen par de auriculares.
Dicho esto, en donde si puedo quitarme el sombrero y aplaudir de pie a Apple es en su catálogo de Spatial Audio de música clásica, en este rubro realmente la virtualización del sonido resalta, el soundstage de las obras se percibe a otro nivel y se disfruta tal como si nos encontráramos en el recinto con la orquesta y el director.
Fue una buena elección de Apple considerar para este formato que la mayoría de este catálogo lo conformen los sellos que más cuidado y esmero ponen a la masterización de sus grabaciones como son Decca Records y Deutsche Grammophon. En otros géneros, la separación espacial es un bonito gimmick, cuando hablamos de música clásica, es justo decir que Apple dio en el clavo.
¿Vale la pena Apple Music? Al ser pionero en la industria de la música digital cuenta con el catálogo más completo en el mercado, sin embargo, la música sin pérdida y Atmos aún tiene un catálogo reducido aunque Apple ha prometido que se irá incrementando con el tiempo. Por ahora los archivos losseless y Atmos se limitan a solo algunos artistas. La calidad del audio luce mejor si escuchas Apple Music con un DAC como intermediario entre el reproductor y tus audífonos y por ahora, la opción HiFi de Apple se encuentra limitada a los productos de la compañía (Mac, iPad, iPhone) y a iTunes en Windows, en Android aún no es posible escuchar la música en este formato.
Sin embargo, puedes aprovechar la promoción de 3 meses sin costo y probar la música a otro nivel y dimensión. Apple llega tarde a la oferta de música sin pérdidas, sin embargo, lo hace con una plataforma y tecnología bien ejecutadas que dejará satisfechos a audiófilos y consumidores regulares por igual.
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