Tal y como se esperaba, Hades 2 salió oficialmente a la venta el mes pasado con excelentes críticas, convirtiéndose al instante en uno de los mejores juegos roguelike de 2025.
Al igual que su predecesor de 2020, Hades 2 es la combinación perfecta de una jugabilidad basada en carreras magníficamente diseñada, combates increíblemente divertidos y una historia apasionante en la que intervienen atractivos dioses en conflicto. Es un brillante ejemplo del género "roguelike", que se basa en la progresión gradual a través del fracaso y en la experimentación con diferentes configuraciones para encontrar tu estilo de juego preferido.
Pero no es ni mucho menos el único juego de este género que merece tu atención. Aquí tienes otros tres que deberías descargar cuando (o si) seas capaz de dejar Hades 2.
El Rogue Legacy original fue uno de los juegos más importantes del género roguelike (o roguelite, si quieres ser estricto) y su secuela lo mejora en casi todos los aspectos.
La mecánica básica es la siguiente: comienzas el juego como un caballero encargado de explorar mazmorras generadas aleatoriamente en un castillo invadido por enemigos que van desde babosas hasta esqueletos.
Cada vez que mueres, te sustituye tu heredero, que puede ser un mago en una partida y un chef sorprendentemente capaz en la siguiente.
Al igual que en Hades 2, puedes utilizar el dinero acumulado en partidas anteriores para mejorar tu base y hacerte más fuerte. El castillo sirve de centro neurálgico para una variedad de biomas distintos, todos ellos una delicia para explorar gracias a los gráficos 2D dibujados a mano de Rogue Legacy 2 y su ambiente general de diversión.
Al igual que en Hades 2, la muerte en Rogue Legacy 2 nunca se siente como un castigo, y hay tanta variedad en su sistema de clases que cada sesión es totalmente diferente.
Hades 2 es claramente el mayor evento roguelike de 2025, pero no deberías quedarte sin jugar a Absolum si te gusta el género.
Lanzado unas semanas después de la secuela de Supergiant, Absolum es un beat 'em up de alta fantasía al estilo Streets of Rage con elementos roguelite mezclados, lo que da como resultado algo que se siente decididamente old-school y fresco al mismo tiempo.
Ambientado en la tierra de Talamh, juegas como uno de los cuatro rebeldes (un elfo espadachín, un enano, un ninja medio marioneta y un mago rana) en persecución del Rey Sol Azra, que ha drenado la magia del mundo.
Absolum se puede jugar en solitario o en modo cooperativo para dos jugadores, y clava a la perfección las peleas al estilo arcade (lo cual no es de extrañar, teniendo en cuenta que el desarrollador trabajó anteriormente en el magnífico Streets of Rage 4). Pero donde se diferencia de los clásicos es en su estructura roguelike, que te permite adquirir nuevos hechizos y habilidades pasivas a medida que avanzas en la partida, mientras inviertes en mejoras más permanentes cada vez que mueres.
Absolum requiere bastante esfuerzo durante sus primeras horas, pero su sistema de combate, aparentemente sencillo pero muy profundo, y sus llamativos gráficos inspirados en los dibujos animados de los sábados por la mañana lo convierten en una auténtica delicia.
En teoría, la retorcida baraja de cartas de Balatro no es tan emocionante como los gloriosos combates y los sensuales dioses de Hades 2, pero el diseño del primero es igual de adictivo.
Al igual que Hades 2, Balatro es un roguelike en el que se supone que debes fracasar muchas veces antes de triunfar en una partida. Pero aquí, en lugar de matar frenéticamente a demonios en mazmorras, construyes mazos y juegas manos de póquer.
Pero mientras que en el póquer real se supone que debes ganar dentro del marco de las reglas existentes, Balatro te pide que las rompas. En cada partida, vas subiendo de nivel tus manos para acumular más fichas, que puedes usar para convertir manos tradicionalmente más débiles en cómicamente poderosas.
Luego están las cartas Joker, que cuando se usan correctamente pueden romper completamente el juego, en el buen sentido.
Es un juego que puede hacerte sentir como un dios en un momento y, al siguiente, aplastarte sin piedad cuando de repente decide que has confiado demasiado en una sola estrategia. Nunca antes sentirse humillado había sido tan satisfactorio.
El abierto fomento del engaño por parte de Balatro, junto con sus alucinantes efectos visuales y su hipnótica música en bucle, lo convierten en un juego de cartas para todos, incluidos aquellos que normalmente los odian.
