Cuando se trata de tener una piel joven, la rutina de cuidado de la piel es sólo una pieza del rompecabezas. Aunque a veces nos recomiendan aplicarnos FPS a diario, utilizar sueros retinoides para rellenar la piel y dormir lo suficiente para prevenir las arrugas y las líneas de expresión, también es importante reconocer que nuestro estilo de vida puede acelerar el proceso de envejecimiento.
Desde frotarse los ojos con demasiada fuerza hasta mirar el móvil todo el día, estos hábitos aparentemente inofensivos pueden provocar, con el tiempo, la aparición de arrugas en el rostro. Por eso hemos hablado con el Dr. Dev Patel, fundador de la línea de cuidado de la piel CellDerma y médico estético avanzado de Perfect Skin Solutions, que nos ha contado siete hábitos cotidianos que podrían estar envejeciendo prematuramente tu piel. Al hacer frente a estos factores que a veces se pasan por alto, puedes tomar medidas proactivas para el cuidado de la piel y mantenerla joven.
Después de un duro entrenamiento o durante un día frío, un baño caliente puede ser calmante y relajante para muchos. Sin embargo, puede ser más perjudicial que beneficioso para el cuidado de la piel. El agua caliente puede provocar inflamación en la superficie de la piel, con la consiguiente pérdida de hidratación. ¿Sabes cómo se nos arrugan los dedos cuando los sumergimos en agua durante mucho tiempo? Esto se debe a que el agua caliente ha eliminado la humedad de la piel, lo que puede provocar que las líneas finas y las arrugas aparezcan de forma más exagerada.
La sequedad de la piel también empeora si eres de los que se secan el cuerpo frotando enérgicamente con la toalla, en lugar de dar palmaditas suaves. La temperatura ideal de la ducha es la tibia, que garantizará que la barrera cutánea sana no se vea reducida de sus aceites naturales, esenciales para una piel flexible.
La delicada piel que rodea los ojos es especialmente susceptible de sufrir daños. Frotarse los ojos con fuerza puede ejercer mucha presión y tensión sobre los ojos, lo que puede fragilizar la piel con el tiempo. Los tirones pueden hacer que la piel se estire prematuramente y aumentar la degradación del colágeno.
Además, el frotamiento persistente de los ojos puede acabar dañando la barrera cutánea, que ayuda a retener la humedad para el cuidado de la piel y mantener alejadas las infecciones.
Cuando se limpia la piel en exceso, se eliminan sus aceites naturales y se altera su equilibrio de hidratación. Estos aceites, conocidos como sebo, desempeñan un papel esencial en la hidratación y el mantenimiento de la elasticidad de la piel. Si te limpias en exceso todos los días, la barrera cutánea puede dañarse y provocar sequedad. La piel seca es más propensa a la aparición de arrugas y líneas de expresión, ya que carece de la hidratación necesaria para mantener su flexibilidad y elasticidad. Esto puede provocar un envejecimiento prematuro, ya que las arrugas pueden hacerse más visibles y prominentes en una piel deshidratada.
No te limpies la piel más de dos veces al día y aclárala con agua tibia para no deshidratarla. Asegúrate también de que tu limpiador no contenga tensioactivos agresivos, ya que pueden provocar una mayor inflamación y sequedad de la piel.
Los lentes de sol no son sólo un elemento de moda, sino que cumplen una función muy importante a la hora de proteger los ojos de los dañinos rayos UV del sol. La exposición prolongada y sin protección al sol puede provocar diversos problemas en la piel, como arrugas, manchas y pérdida de elasticidad. Además, cuando se exponen los ojos al sol sin la protección adecuada, se suele entrecerrar los ojos en respuesta a la luz brillante. Este entrecerrar repetidamente los ojos puede provocar la formación de finas líneas en las esquinas exteriores de los ojos, conocidas como "patas de gallo".
Con el tiempo, estas arrugas pueden pronunciarse y contribuir al aspecto general de envejecimiento. Lo primero que debes hacer es llevar lentes de sol, un protector solar de amplio espectro y un sombrero de ala ancha para protegerte todo el cuerpo en los días soleados.
En la era digital actual, estamos constantemente pegados a nuestros smartphones. El exceso de tiempo frente a la pantalla, con la cabeza agachada y el cuello inclinado hacia delante, puede provocar un fenómeno conocido como "cuello tecnológico". Además de causar tensión y lesiones en los músculos y estructuras tisulares de la columna cervical, la flexión constante del cuello puede hacer que la piel se arrugue y doble repetidamente.
Con el tiempo, estos pliegues pueden acentuarse y convertirse en arrugas permanentes. Además, muchos de nosotros estamos acostumbrados a utilizar nuestros smartphones en la cama y entrecerramos los ojos para ver con claridad en la oscuridad, lo que puede contribuir a la aparición de patas de gallo o líneas de expresión más profundas alrededor de la esquina exterior de los ojos
Todo el mundo tiene una posición particular para dormir y confía en ella cuando se trata de descansar bien por la noche. Dependiendo de tu estilo de dormir, las arrugas prematuras y los pliegues nocturnos pueden hacerse evidentes con el tiempo.
Si duermes de lado o boca abajo, es probable que tengas la cara presionada contra la almohada, lo que puede tirar hacia abajo del rostro y contribuir a la flacidez de la piel. Dado que pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo, estos pliegues pueden reforzarse repetidamente en tu piel con el paso del tiempo, provocando arrugas verticales.
Para evitarlo, intenta dormir boca arriba. Así no sólo evitarás el envejecimiento facial, sino que tendrás menos probabilidades de sufrir dolores en la parte superior de la espalda y el cuello. Intenta dormir sobre una funda de almohada de seda o satén, ya que hay menos fricción mecánica contra la piel.
Aunque es poco probable que tomar unas cuantas bebidas con popote cause arrugas permanentes, hoy en día nuestras botellas de agua llevan popote y se nos anima a utilizar popote ecológicamente amigable y reutilizable. El movimiento diario y repetitivo de los labios puede acentuar las arrugas alrededor de la boca, ya sean líneas de expresión, líneas labiales o líneas de marioneta.
Cuando se es joven, la piel es más elástica y puede recuperarse más fácilmente para luchar contra los efectos de la gravedad. Sin embargo, a medida que envejecemos, la producción de colágeno disminuye, la piel se debilita y pueden formarse surcos profundos y verticales alrededor de la boca por fruncirla repetidamente.