Es esa época del año en la que nuestra motivación para hacer ejercicio es casi nula; los días se acortan, oscurece antes y, como resultado, nuestro estado de ánimo puede decaer un poco y nuestro entrenamiento puede empezar a perderse. Es decir, si te cuesta incluso salir a la calle, ¿cómo demonios vas a reunir las fuerzas para levantar pesas o saltar en una clase de cardio durante la siguiente hora?
Seguro que has visto algún post inspirador en Instagram en el que se repite que es la disciplina lo que mantiene a la gente entrenando a largo plazo y no la motivación. Esto es cierto porque, como todos sabemos, la motivación es fugaz, viene en flujos y reflujos, y por lo tanto no es algo en lo que podamos confiar para seguir adelante.
Mientras que la disciplina puede ser la columna vertebral para alcanzar tus objetivos de fitness, la motivación es la chispa inicial que pondrá las cosas en movimiento. Así que, de momento, vamos a centrarnos en cómo recuperar la motivación para hacer ejercicio y no volver a saltarte ninguna sesión.
Ser tu propio animador puede ser duro, así que ¿por qué no entrenar con un amigo para que los dos puedan convertirse en el uno para el otro? Puede ayudarte a ser más responsable (ya que te sentirás mal si los dejas plantados en el último momento), puede ser más divertido e incluso las investigaciones han demostrado que entrenar con un amigo puede ayudarnos a sentirnos menos cansados, lo que nos permite entrenar durante más tiempo.
El hecho es que siempre te vas a sentir mejor después de mover tu cuerpo, incluso si es solo un uno por ciento. De hecho, una investigación de 2019 muestra que tan solo 10 minutos de ejercicio son suficientes para mejorar tu estado de ánimo. Háblate a ti mismo de todos estos beneficios: un impulso en el estado de ánimo, dormir mejor, sentirse menos ansioso y estar más relajado. Recordarte a ti mismo estos aspectos positivos puede ayudarte a ver el ejercicio desde una perspectiva más optimista, en lugar de verlo como una tarea, lo que te animará a atarte los tenis de deporte y salir a la calle.
Si aún no tienes un plan de entrenamiento, hazte uno. Es tu hoja de ruta hacia el éxito, te proporciona una estructura y te ayuda a controlar tus progresos. Pero si lo tienes y sigues saltándote sesiones, es hora de actualizarlo. Al fin y al cabo, hay una razón por la que no lo estás haciendo; quizá sea demasiado complicado, quizá te lleve demasiado tiempo completarlo o, simplemente, ya no te divierte (un estudio demuestra que cuanto más divertida es la actividad física, más probable es que la practiques).
Puede que necesites establecer nuevos objetivos para tener algo nuevo en lo que trabajar. No importa si programas tu propio programa o si tienes un entrenador, asegúrate de que tu plan es uno que puedes y quieres cumplir.
No estamos sugiriendo que dependas del café todo el tiempo para ponerte en la zona de entrenamiento, pero sin duda puede ayudarte en esos días en los que te falta energía. La Sociedad Internacional de Nutrición Deportiva (ISSN) afirma: «Se ha demostrado de forma sistemática que la cafeína mejora el rendimiento durante el ejercicio cuando se consume en dosis de 3-6 mg/kg de masa corporal». También añaden que: «Se ha demostrado que las bebidas energéticas y los suplementos pre-entrenamiento que contienen cafeína mejoran el rendimiento tanto anaeróbico como aeróbico». Sólo hay que tener cuidado de no consumir más de la cantidad diaria recomendada (hasta 400 miligramos al día para los adultos).
Si no tienes una lista de reproducción de «Let's f*cking do this» lista para usar durante el entrenamiento, te estás perdiendo un truco. La música es algo muy poderoso, tanto que un estudio ha descubierto que escuchar música puede «influir en aspectos psicológicos como el efecto y la motivación, lo que puede alterar las respuestas perceptivas durante el ejercicio, reducir el RPE y aumentar la constancia en el ejercicio». También se descubrió que la música puede mejorar el rendimiento al hacer ejercicio de alta intensidad (piensa en circuitos, HIIT y correr) y aumentar las sensaciones de placer durante el entrenamiento de baja intensidad. Parece que, después de todo, puedes regalarte unos audífonos nuevos.